El dolor no está en tu cabeza, sino en el útero. Los rostros de la endometriosis en El Salvador
La palabra y, aún más, la enfermedad era desconocida para la familia de Nathaly, como lo es para gran parte de la población. Esa noche la escucharon por primera vez, pero la joven ya tenía meses de sospecharlo, pues su ginecóloga le comentó la endometriosis como una posibilidad, pero fue hasta entonces que a través de una laparoscopia que lo confirmaron.
“Yo lloraba del dolor y de la impotencia cuando el doctor le decía a mi familia: ‘Ella tiene endometriosis, no podemos dudarlo. Ya tiene demasiados años sufriendo con esto y es posible, y se lo puedo asegurar, que ya tenga endometriosis en otras partes de su cuerpo’”, relató.
La endometriosis se considera una enfermedad silenciada, común entre la población femenina, pero demasiado desconocida, incluso por el personal médico, lo que resulta en que no se diagnostique adecuadamente. Es un trastorno del organismo que provoca severos dolores a las mujeres, dolores tan fuertes en cada menstruación, que alteran su vida en gran medida y, además, puede causar infertilidad o cáncer. Según la American Society for Reproductive, entre el 30% y el 50% de las mujeres infértiles tienen endometriosis.
La ginecóloga Martha Lazo, quien ejerce desde 1997 y actualmente labora en el Hospital Nacional de Cojutepeque, aclara que, en la actualidad, existen tratamientos que pueden revertir la infertilidad provocada por la endometriosis.
Un estudio publicado en la revista científica Cell Reports Medicine y realizado por investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) descubrieron un vínculo genético entre la endometriosis y diferentes tipos de cáncer de ovarios, por tanto “las mujeres con endometriosis tienen un mayor riesgo de cáncer de ovario epitelial (de células claras)”.
La endometriosis, pese a su gravedad, es poco conocida por gran parte de la población. Desde el punto de vista científico, es un trastorno, muchas veces doloroso, que se produce cuando un tejido similar al endometrio crece fuera del útero. «El endometrio es una capa que reviste el útero o matriz, donde se desarrolla el embarazo», explica la ginecóloga Silvia Salazar, del Hospital la Divina Providencia. «Es un tejido mucoso compuesto por muchos vasos sanguíneos y glándulas que se destruyen y regeneran aproximadamente cada 28 días (ciclo menstrual). Si las células del endometrio se ubican fuera del útero, se genera la endometriosis”.
Casi siempre, esas células crecen anómalamente en ovarios, trompas de Falopio y el tejido que cubre la pelvis, agrega Salazar. “Es más duro definirla desde el punto de vista de quien la padece: dolores intensos al tener su menstruación, defecar, orinar o tener relaciones sexuales, diarreas, hinchazón, fatiga, falta de concentración. Muchas mujeres deben abandonar sus estudios, trabajo o vida social por padecer endometriosis”.
Esta condición de salud está llena de muchos “no”: No tiene cura definitiva; no es sencillo de diagnosticar; no hay comprensión de familia, jefes, compañeros o amigos de quien la padece; no hay educación suficiente para que una paciente busque asistencia médica desde los primeros síntomas. En resumen, no hay suficiente educación sobre la endometriosis.
Esas frases como: “La menstruación duele. ¡No exageres!
Nathaly tuvo su primera menstruación a los 10 años. Desde entonces, todas han estado acompañadas de dolor y de un sangrado excesivo, por lo que tenía que usar pamper. A pesar de ello, siempre le dijeron que todos sus malestares eran normales, que la menstruación «duele» y que sus episodios en cama eran exagerados. Incluso llegó a pensar que podía ser alguna otra enfermedad, algo que estaba mal en ella y en su cuerpo.
“La mujer no es sinónimo de dolor. Nos catalogan demasiado de que todo nos duele, pero no nos preguntamos por qué nos duele. La mujer se ve cohibida al hablar de estos temas por los estigmas sociales y culturales”, manifestó Nathaly.
Pero la joven activista, no es la única que ha vivido este estigma y que ha suspendido sus actividades cotidianas por quedarse postrada en la cama. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada diez mujeres, se diagnostican en el mundo con endometriosis, cifra que no debe de minimizarse, según la doctora Salazar.
Teniendo en cuenta los parámetros de la OMS, en El Salvador se podría estimar que 632,582 niñas, adolescentes y mujeres adultas padecen la enfermedad, partiendo del total de población salvadoreña que asciende a 6,325,827 personas, siendo el 53.3% población femenina según la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2021.
Se solicitó a través de la Oficina de Acceso a la Información Pública del Ministerio de Salud y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) el total de casos diagnosticados durante los últimos cinco años, pero no se obtuvo respuesta. El dato más actualizado se encuentra en el documento “Guías Clínicas de Ginecología y Obstetricia” de 2012, del Ministerio de Salud, que detalla una frecuencia de padecimiento de entre el 3% y 10% de las mujeres en edad reproductiva, el 50% de ellas en adolescentes con dolor pélvico y dismenorrea severa. Además, la frecuencia de infertilidad es de entre el 25% y el 35%.
Datos del Hospital Nacional de la mujer muestran que se atendieron 400 mujeres con el diagnóstico de endometriosis, entre 2019 y 2021, según un estudio de tesis sobre Caracterización clínica y laparoscopia de pacientes en edad reproductiva y sospecha de endometriosis de la Universidad Nacional de El Salvador.
“¿Te hicieron creer que el dolor era normal? ¿Qué todo está en tu cabeza?”, se lee en una publicación de Instagram de la Asociación de Endometriosis salvadoreña. Y es que la invisibilidad, ausencia de información y desconocimiento acerca de la enfermedad suele conllevar que se estigmatice a las pacientes.