Aplicar a Ortega ley de exclusión como principal terrorista y violador de la Cn.

Sondeo del Centro Nicaragüense de Análisis de la Opinión Pública (Cendaop).- La “Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz”, que excluye de las elecciones a líderes políticos opositores, debe aplicarse le a Ortega, porque “él ha sido el principal responsable del rompimiento y alteración al orden constitucional y de haber impuesto un estado terrorista en el país”, considera la analista política Haydée Castillo Flores. Agrega que “nadie puede esperar elecciones libres viviendo en estado de sitio y de excepción de facto”.

Por su parte, para el ex embajador ante Naciones Unidas, Julio Icaza Gallard, “es un intento desesperado por tener unas elecciones controladas que le garanticen continuidad a la dictadura de Ortega”, lo que jurídicamente “es una patraña y una aberración inconstitucional y violatoria de los derechos civiles y políticos de los nicaragüenses”.

A todas luces es inconstitucional esta ley “porque consagra la división arbitraria de las-los nicaragüenses en dos categorías: una gozando de todos los derechos y privilegios, y la otra privada de sus derechos más elementales, particularmente sus derechos políticos”, analiza el sociólogo Federico Coppens, para quien “el régimen nunca aceptará las reformas electorales necesarias para unos comicios libres, justos y sobre todo realmente competitivas”.

El jurista Julio Icaza considera que “la única manera de que Ortega acepte reformas significativas al sistema electoral que permitan la participación de todas las fuerzas políticas y garanticen el respeto a los resultados, es uniendo a la presión externa la presión interna, a través de una estrategia y un plan de acción coordinado de toda la oposición democrática”.

La cientista social Haydée Castillo coincide con Icaza en “un plan de resistencia colectivo, de presiones internas y externas sincronizadas, articuladas y simultáneas” con más organización desde todos los rincones del país y con el acompañamiento beligerante del exilio y de la diáspora. Concluye con que “Es tiempo del ejercicio ciudadano y de la corresponsabilidad individual y colectiva, no delegar ni la ciudadanía ni el poder de decisión y de transformar”.

El sociólogo Federico Coppens propone ejercer presión sobre los partidos zancudos (PLC, Partido Conservador y posiblemente CxL) para que tampoco se presten a esta farsa”. Agrega que le gustó la propuesta de Félix Maradiaga “de promover campañas cívicas de aplausos, primero para aplaudir las sanciones contra el régimen, pero también para eliminar zancudos”.