Régimen de Daniel Ortega no cesa represión contra periodistas y medios de comunicación
- 11 Ago 2022
- 11:00 a.m.
- Nicaragua
En los últimos días, el cierre de radios comunitarias y religiosas, noticieros y canales de televisión por cable en varios municipios del país ha marcado la siguiente fase de la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra periodistas y medios independientes.
El 10 de agosto fue la última edición del noticiero de NOTIMATV. Eduardo Montenegro Chavarría, propietario del medio de comunicación dijo a Onda Local que prefirió cerrarlo para no seguir cediendo a las presiones del régimen de Daniel Ortea y difundiendo la propaganda oficialista.
El primero de abril de 2022, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR) notificó a Montenegro la cancelación de la licencia de Radio Notimat 99.3 FM “por haber incurrido en la causal de cancelación establecida en el artículo 69, literal j del Decreto Ejecutivo Número 19-16 referido al Reglamento de la Ley General de Telecomunicaciones y Correos”, el cual establece como una de las causas para la revocación o cancelación de licencias y permisos, la modificación o alteración sustancial de las instalaciones autorizadas en las que operan el servicio sin la previa autorización de TELCOR.
Según Montenegro, TELCOR alega que él no reportó el cambio de domicilio de la radio a pesar de que ya tenía 10 años de estar funcionando en el lugar actual. “En esos 10 años hicieron alrededor de cuatro inspecciones y la radio estaba funcionando ahí; incluso los recibos del pago anual del permiso de operaciones llagaban a esa dirección y ya había pagado este año. Dicen que yo cambié el transmisor y no lo reporté, el transmisor que está ahí es un OMB de 500 vatios, está funcionando desde hace siete años y ellos (TELCOR) lo llegaron a revisar”.
Eduardo Montenegro no había hecho público el cierre de la emisora porque le habían dado esperanzas de recuperarla si seguía los lineamientos partidarios del Frente Sandinista. Montenegro menciona que cambió la línea editorial, como lo han hecho otros medios de comunicación, y hasta empezó a cubrir actividades oficialistas con el interés de preservar sus medios, pero se cansó de las presiones.
Radio Notimat, señala Montenegro, fue la primera radio cancelada en el municipio de Matagalpa. Luego siguieron todas las radios y los canales de televisión de la Diócesis de Matagalpa y, por último, Radio Vos 101.7 FM.
En julio, agrega el informe, se conocieron varias acciones de hostigamiento, persecución y allanamiento a casas de periodistas y otros trabajadores de medios; el uso abusivo de la fuerza policial, y en otros casos de paraestatales obligó que casi 20 periodistas nicaragüenses se vieron forzados al exilio, la mayoría fueron del La Prensa. El informe detalla que varias personas colaboradoras de La Prensa abandonaron el país sin pasaporte o con este documento vencido, ante la imposibilidad de renovarlo por las restricciones de la Dirección de Migración y Extranjería o por el temor a ser encarcelados durante el proceso.
“Periodistas, editores, fotógrafos y otro personal se vieron obligados a salir de forma irregular de Nicaragua en las últimas dos semanas, para resguardar su seguridad y libertad”, refiere una publicación de La Prensa. El exilio de esta redacción tuvo como detonante el secuestro de 2 conductores del medio y la desproporcionada persecución policial en contra de otros colaboradores.
A los dos conductores un juez orteguista les decretó 90 días de detención para “investigación” sobre delitos no precisados.
Con relacion al exilio de las personas colaboradoras de La Prensa, Pedro Vaca, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló que, en casi 25 años que tiene la Relatoría que él preside no se había reportado una situación similar. “Yo no he encontrado un registro de que, en un periodo tan corto de tiempo, prácticamente toda una sala de redacción de un medio de comunicación, además de otros periodistas, se vean forzados a salir del país en busca de exilio”, destaca el informe.
Durante el mes de julio, agrega, han contabilizado 17 periodistas en el exilio y 12 desplazamientos internos de reporteros y otros trabajadores de medios de comunicación independientes, quienes se vieron obligados a movilizarse a otros departamentos del país, debido al acoso e intimidación del que han sido víctimas por parte de policías y en otros casos por conocidos paraestatales.
Voces del Sur conoció también que a una periodista nicaragüense que trabajó en una organización defensora de derechos humanos, le fue negado el ingreso al país luego que saliera por razones laborales. Además, registra la denuncia de 5 casos de periodistas, cuatro mujeres, que fueron víctimas de violaciones a sus derechos fundamentales pero que para evitar mayores represiones estatales solicitaron no se hicieran públicos.
Voces del Sur lamenta que la autocensura o el temor a la denuncia vaya creciendo aceleradamente en Nicaragua. “Comprendemos que la represión estatal prevalece”. La organización también lamentó el cierre del Noticiero 10 en Punto producido y transmitido por Radio Corporación. Al respecto señala que, “el periodista Alfonso Baldioceda declaró que debido a los altos costos de la energía eléctrica se ha tomado la decisión de reducir la programación de la emisora”.
Voces del Sur lamenta que el régimen de Ortega y Murillo continúe implementando acciones en busca de establecer un “apagón informativo” en Nicaragua. Asimismo, rechaza los intentos de normalizar la constante e intensificada cultura estatal de violaciones a las libertades fundamentales. Le recuerda a las “autoridades” que la Libertad de Prensa, Expresión e Información son derechos inherentes de todas las personas. “En Nicaragua se debe poner un alto a las agresiones y amenazas en contra de los periodistas y los medios de comunicación independientes; el país continúa acaparando las portadas internacionales no por avances significativos, si no por retrocesos propios de los más reconocidos y detestados regímenes autoritarios del mundo. Llamamos a las organizaciones y Estados democráticos a no cesar en la demanda de restitución de derechos y libertades públicas en Nicaragua y unir más esfuerzos para que las voces independientes no puedan ser silenciadas”.