“Daniel Ortega acabó con la autonomía municipal en Nicaragua”
- 06 Dic 2022
- 1:10 p.m.
- Nicaragua
En Nicaragua la autonomía municipal se ha ido desmantelando desde la llegada al poder de Daniel Ortega en el 2007, debido a que eliminó la participación ciudadana y el desarrollo municipal, al convertir las alcaldías del país en delegados del gobierno central, así afirman Mónica Baltodano y Silvio Prado especialistas en municipalismo.
El desarrollo de la autonomía local en Nicaragua según Monica Baltodano ocurrió luego de las primeras elecciones municipales que se llevaron a cabo en 1990, ya que en los años noventa se conformaron asociaciones y organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la autonomía municipal y con la participación ciudadana, pero este avance fue frenado con la llegada de Daniel Ortega al poder, ya que gradualmente suplanto estos mecanismos de participación ciudadana por una estructura que dependía del poder central.
“Los Comités de Desarrollo Municipal y las Asociaciones de pobladores, quedaron suplantados por una estructura que dependía del poder central, ya que antes del fraude electoral del 2008 había un proceso encaminado a limitar la competencia y posibilidades del municipio y autoridades, y de autoorganizarse y definirse de acuerdo a Ley de Participación Ciudadana” detalló Baltodano.
Para Sivio Prado el primer eslabón que desencadenó la ruptura con la autonomía local, ocurrió en las elecciones de 2008, ya que explica que en ese momento se rompió la relación entre los electores y las autoridades. “Con el fraude masivo descarado de 2008 se rompieron esos fundamentos de la autonomía municipal, porque se dio una ruptura de la legitimidad de los gobernantes y sobre todo política, que es la que reside en el consentimiento de la población, se rompieron las bases de ese poder de la ciudadanía” afirmó Prado.
De acuerdo con Baltodano poco a poco un sistema que iba siendo cada vez más democrático desde el punto de vista del municipalismo y más autonómico se fue “deslizando” hacia mecanismos como vemos actualmente que funcionan como “mecanismos de control y vigilancia, de denuncia y como mecanismos represivos”.
Consecuencias para los territorios y municipios
Silvio Prado mencionó que las consecuencias de este desmantelamiento de la autonomía municipal para los territorios y municipios trastoca el ámbito financiero, administrativo y político. “No se está decidiendo localmente lo que se gasta en los presupuestos, no existen planes locales, Ortega impone el famoso Plan Nacional de Desarrollo Humano, sin tomar en cuenta los requisitos y demandas de la localidad, otra de las consecuencias es la desaparición de las elecciones municipales” .
Del mismo modo, Mónica Baltodano señaló que otra de las consecuencias del desmantelamiento es que el gobierno municipal dejó de existir como un gobierno electo por el voto ciudadano, sino que ha sido sustituido por el fraude electoral.
“Ha desaparecido cualquier organización de oposición y han eliminado todas las organizaciones no gubernamentales que actuaban en el territorio, lo que se establece es el reinado de una sola fuerza y ese reinado funciona en la medida que se subordina a todo lo que decidan en el carmen, porque esa es la gravedad del asunto” afirmó Baltodano.
Aun en medio de esta grave situación, Silvio Prado considera que la autonomía siempre prevalece. “La autonomía, siempre va a estar, porque lo que pervive es la voluntad de autogobernarse, es la voluntad del pueblo y eso no lo puede quitar ningún régimen político”.
Mónica concluyó diciendo que para continuar con la lucha por la autonomía en los municipios en Nicaragua, hay que reconstruir un contrapoder, es decir espacios que le disputen la conciencia y organización de las personas. “Estos espacios tienen que seguir siendo cívicos, no hay espacios de otras formas de lucha pero el hecho que sea pacífica no quiere decir que no debe ser valiente, pero protegida por nuevas formas de organización” .