Activistas universitarias detenidas entre el 19 y 21 de agosto aún no son presentadas públicamente

Tras la confiscación de la Universidad Centroamericana, el régimen sandinista ha asediado y encarcelado a cuatro personas nicaragüenses, tres de ellas aparentemente trasladadas a la cárcel de mujeres “La Esperanza”.  A través de redes sociales se conoció que el 19 de agosto fueron encarceladas las activistas juveniles y feministas Adela Espinoza Tercero y Gabriela Morales López.

Flor Tercero, madre de Espinoza Tercero denunció, desde su cuenta de Facebook, que su hija fue secuestrada la mañana del sábado y que los agentes policiales no le informaron de su paradero, sin embargo, logró confirmar que su hija se encontraba en la delegación policial del Distrito III de Managua.

El Movimiento Universitario 19 de Abril informó la tarde del mismo sábado del secuestro de Gabriela Morales, estudiante de la también confiscada Universidad Juan Pablo II, donde a través de un comunicado exigieron al régimen de Daniel Ortega la liberación de las jóvenes y que dejen la persecución en contra de la juventud.

Mientras tanto, Joseling Mayela Campos fue asecuestrada el lunes 21 de agosto, es estudiante de ingeniería civil en la Universidad Nacional de Ingeniería, UNI y también activista juvenil y feminista, siendo la tercera joven detenida los últimos días luego que la policía al servicio de Ortega y Murillo reanudaran las redadas a activistas juveniles.

Junto a Campos los agentes del régimen secuestraron a su pareja Josset Miranda, según denunciaron movimientos sociales y juveniles en redes sociales. Al momento de la detención arbitraria la joven logró realizar un video donde denunciaba el asedio al que estaba siendo víctima: “sin mucho que agregar, afuera de la casa están dos personas anticipadas y supongo que voy arrestada”

Anonimato por temor a hacer denuncias públicas

La represión en Nicaragua ha evitado que familiares de las víctimas de secuestro y desaparición forzada no denuncien públicamente las detenciones, pues las represalias hacia quienes alzan la voz en redes sociales son inmediatas.

Según Gonzalo Carrión, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, debido al estado de terror que permanece en Nicaragua, tiene una repercusión negativa en familiares porque “las personas cuando denuncian ante periodistas o al colectivo piden el anonimato”.

Carrión también compartió que han conocido de otras personas de la UCA - que no son estudiantes - que están siendo víctimas de represión y considera que es una estrategia de terror para “exterminar los reclamos, las instituciones y derechos, para que nadie levante la voz, nadie pregunte y nadie reclame”.

El monitoreo de personas detenidas en Nicaragua por asuntos políticos ha informado que las tres jóvenes detenidas entre el 19 y 21 de agosto fueron trasladadas al Centro Penitenciario de Mujeres “La Esperanza”, sin embargo, ni la policía sandinista o el Ministerio Público han presentado acusación en contra de las activistas. De igual manera se conoció de la liberación de Josset Miranda pero que le ordenaron no salir del país.