Régimen Ortega Murillo anuncia “medidas más estrictas” en hospitales
- 27 May 2024
- 3:06 p.m.
El personal de salud de los hospitales públicos es obligado a hacer proselitismo político partidario. • Foto: Silais Managua
La dictadura Ortega Murillo, a través de nota de prensa emitida por el Ministerio de Salud (Minsa), anunció este 26 de mayo, que está reforzando “la vigilancia y la seguridad” en todos los hospitales del país a través de controles más estrictos en los nosocomios.
“El Ministerio de Salud del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, comunica a nuestro pueblo, y a todas las familias nicaragüenses que ha procedido a establecer medidas más estrictas de seguridad en los accesos y salidas de todos los centros hospitalarios del país” dice el texto de la nota.
De igual forma refiere que el Minsa “ha procedido a instalar más cámaras de seguridad en todos los hospitales, en las salas especializadas y en las entradas y salidas de cada Unidad”.
En la escueta nota no se especifica a que obedecen estas medidas extremas, sin embargo, cabe resaltar que la dictadura Ortega Murillo ha establecido un control férreo en todas las instituciones del Estado para vigilar, controlar y someter a los servidores públicos con el objetivo de sofocar cualquier intento de protesta o del ejercicio de la libertad de expresión.
La estricta vigilancia estatal también busca ejercer mayor control sobre la población que se acerca a las instituciones públicas en busca de atención y servicios.
Férreo control convierte en rehenes a servidores públicos
Entre las medidas coercitivas impuestas por el gobierno a los trabajadores públicos, está la prohibición de salir de país sin autorización de sus superiores, pasar lista en actividades partidarias a las que son obligados asistir y afiliarse como militante al partido sandinista. La dictadura también vigila lo que el personal del sector estatal publican en sus redes sociales.
Cabe también recordar que en 2018, en el contexto de la represión de la dictadura a las protestas ciudadanas, la entonces ministra de salud, Sonia Castro, siguiendo órdenes de la vice dictadora Rosario Murillo, cerró las puertas de los centros hospitalarios a las personas que fueron heridas por policías y paramilitares que arremetieron con armas de alto calibre contra la población civil que se manifestaba en las calles de Managua y otros departamentos del país.