Telecomunicaciones: Trinchera del periodismo y la comunidad en Nicaragua

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Desde la crisis sociopolítica de 2018 en Nicaragua, la dictadura aprobó normativas que intentan incriminar la libertad de prensa. • Foto: CANVA / Onda Local

Cada 17 de mayo, en el mundo se conmemora el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, pero en Nicaragua se ha convertido en un elemento de la cotidianidad. La revolución de las telecomunicaciones ha tenido un impacto significativo en la manera en que se hace el periodismo y como se distribuye la información. La sociedad nicaragüense y el resto de paises de la región centroamericana, no escapan a esta realidad.

Mientras las tecnologías de la información han abierto oportunidades para los medios de comunicación, que apuntan a innovación y cambios sustantivos en la forma de hacer su trabajo, en Nicaragua el hecho no ha pasado desapercibido para el régimen dictatorial dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes persisten en su intento de acallar las voces de los medios de comunicación independientes que cuestionan las prácticas gubernamentales alejadas de las normas constitucionales. En ese sentido, la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) alertó en un informe sobre el riesgo de la reciente Ley General de Telecomunicaciones Convergentes, presentada el 08 de marzo de 2024, en la Asamblea Nacional de Nicaragua.

El informe de FLED señala que, la referida ley, busca controlar de manera estricta las comunicaciones, impactando negativamente las libertades fundamentales. “La Ley da lugar a la persecución ciudadana y controlaría la producción y emisión de contenido, afectando la labor de plataformas digitales.”, afirmó la entidad promotora de la libertad de prensa, que recogió en su informe diversos sentires de personas expertas y periodistas.

Telecomunicaciones y regímenes autoritarios

Elvira Cuadra, socióloga e investigadora, reconoció ante Onda Local que la revolución de las telecomunicaciones ha transformado la forma de hacer periodismo.  A juicio de Cuadra, quien por años ha sabido sacar ventaja del aporte de los medios de comunicación con los que ha contribuido con información a partir de los resultados de sus estudios, analizó que, “las nuevas tecnologías han permitido la innovación y el cambio en la interacción entre los medios de comunicación y la ciudadanía”. Particularmente en Nicaragua, actoras y actores emergentes de la sociedad civil “han podido posicionar sus agendas”, señaló.

No obstante, la también experta en temas de seguridad ciudadana, destacó que los medios de comunicación no solo han diversificado sus agendas, sino también han acompañado a diferentes sectores cuando llevan a cabo sus denuncias. Este nuevo contexto tecnológico en manos del periodismo, “ha permitido llegar a audiencia, a públicos en formato completamente nuevos mucho más efectivos; y que refuerzan ese papel de denuncia de fiscalización del poder, e incluso de acompañamiento con cierto tipo de actores sociales, particularmente, los que están en condición vulnerable”.

Agregó que los regímenes autoritarios de la región han reconocido el poder de las telecomunicaciones y por eso han buscado tener el control. “Hemos sido testigos de cómo esos nuevos autoritarismos centroamericanos están persiguiendo a la prensa, a los medios independientes a las y los periodistas precisamente por el trabajo que están haciendo de informar y denunciar abusos”, dijo.

Las telecomunicaciones y la sociedad de la información

Por su parte, Octavio Enríquez, uno de los jóvenes periodistas nicaragüenses con mayores honores en el concierto internacional por su ejercicio periodístico, destacó la noble importancia de las tecnologías en asociación con el periodismo independiente “para la formación de ciudadanos críticos”.

Enríquez también advirtió, sobre el uso de las plataformas de redes sociales por parte de “lideres populistas”, que hacen propaganda y atacan al periodismo, subrayando que se requiere “combatir la desinformación y fiscalizar el poder.  “Y cuidado, la tecnología de la información debe ser utilizada para fortalecer la democracia y no para debitarla”.

A raíz de la crisis sociopolítica del 2018 en Nicaragua, la dictadura aprobó una serie de leyes restrictivas que intentan incriminar la libertad de prensa, incluyendo la denominada "Ley de Ciberdelitos”, aprobada en octubre de 2020, misma que ha sido motivo de rechazo y constantes críticas por parte de periodistas nacionales, internacionales y personas activistas de derechos humanos, quienes la califican como “Ley Mordaza”, por contraponerse a los derechos de libertad de expresión y libertad de prensa consignados en la Constitución Política de Nicaragua.

A pesar de las amenazas que suponen estas normativas que desafían el orden constitucional, el periodismo nicaragüense ha sabido mantenerse firme, aunque desde el exilio, donde ha sido obligado a replegarse por los riesgos de la persecución estatal. Octavio Enríquez, sabe bien lo que se siente, al ser uno de los 242 periodistas nicaragüenses que desde 2018 se vieron en la necesidad de salir de Nicaragua, según el Observatorio de Agresiones a la Libertad de Prensa de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua. “Y pese a la adversidad, los periodistas que están en el exilio han usado las nuevas tecnologías para seguir informando, sin importar el país desde donde se encuentren”, señaló Enríquez.

Pero Octavio destacó un hecho, observado desde la crisis de 2018 en Nicaragua a la actualidad. Se trata de las posibilidades que brindan las tecnologías que caracterizan este nuevo contexto de las telecomunicaciones, que dio lugar a un importante proceso de contribución de la misma ciudadanía, “la que desempeñó un rol informativo”, elemento básico para la práctica del periodismo ciudadano; y que emergió en un momento en que la represión del periodismo estaba en su evolución más crítica. “Imagínate, fueron los mismos ciudadanos los que han documentado los abusos de derechos humanos valiéndose de las tecnologías”, señaló Octavio, notoriamente emocionado.

El periodista relató que decidió salir de Nicaragua hacia un exilio forzado e incierto. “Después de haber meditado salí, porque quería seguir publicando investigaciones periodísticas sobre el régimen de Daniel Ortega. Pero me esperaba la cárcel o un prudente silencio. Pero gracias a esa decisión puedo seguir haciendo mi trabajo, aún en la distancia”, puntualizó.

En un reciente informe, Irene Khan, relatora especial sobre la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión, creado por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1993, expuso que el periodismo enfrenta amenazas físicas, digitales y jurídicas que los obligan a abandonar sus países de origen. La relatora manifestó que este tipo de informes tiene por objeto “arrojar luz sobre una categoría de periodistas que merecen una mayor protección y apoyo, tanto por su propio bien como por el interés general en lo que representa a los derechos humanos, la libertad de los medios de comunicación, la paz y la democracia".

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