Iglesia Católica de Nicaragua inicia la Cuaresma bajo represión dictatorial

Con el miércoles de ceniza se dio inicio a la Cuaresma. Pese a la animadversión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la iglesia Católica en Nicaragua, las parroquias lucieron abarrotadas desde las primeras horas de la mañana de este 5 de marzo. La feligresía acudió masivamente a los templos para recordar, con la imposición de una cruz de ceniza en la frente, que la vida en la tierra es efímera.

“El tiempo de Cuaresma ha comenzado, ayuno, oración y penitencia” reza un post publicado por la página religiosa “Católico Soy”. Y es precisamente el llamado que, en medio del suplicio que vive la religión en Nicaragua, hacen guías espirituales al pueblo nicaragüense en esta época de reflexión y fe.

“Polvo eres, y en polvos te convertirá” es la cita proverbial que aparece en Génesis 3:19, y que el sacerdote repite a cada feligrés mientras marca su frente con ceniza. De acuerdo a la tradición católica, el miércoles de ceniza marca el inicio de la Caresma, es decir, el periodo de cuarenta días previos a la resurrección de Cristo.

Actividades religiosas intramuros

Una vez más, las diferentes procesiones, ceremonias y rituales religiosos propios de la época en que se conmemora la pasión y muerte de Cristo, se deberán realizar a lo interno de los templos por orden de la dictadura, la que continúa enviando efectivos policiales como emisarios para advertir a los sacerdotes sobre la prohibición.

El Domingo de Ramos, y el tradicional viacrucis, dos de las principales procesiones que celebra la Iglesia durante la Cuaresma y la Semana Santa, estarán limitadas, como en los últimos años, a recorrer el interior de los templos bajo vigilancia policial y amenaza de represalias por parte de la dictadura, si algún cura se atreve a sacar a las calles dichas manifestaciones religiosas.

Así lo han denunciado de manera anónima sacerdotes de diferentes parroquias.

Paralelamente, y como si no pasara nada, el régimen promueve a lo largo y ancho del país, ferias y concursos gastronómicos municipales y departamentales en nombre de la cuaresma.

Represión no se detiene

Desde 2018, la Iglesia Católica ha sufrido la férrea represión del régimen, la que ha incluido acciones como la encarcelación de sacerdotes y obispos y su posterior destierro, el cierre y confiscación de medios de comunicación pertenecientes a la iglesia, así como la expulsión del país de congregaciones de religiosas y el despojo de sus propiedades y bienes.

La abogada e investigadora católica, Martha patricia Molina, autora del estudio “Nicaragua: una iglesia perseguida”; documentó en su último informe, un total de 977 agresiones contra la Iglesia Católica, las que incluyen, entre otras, encarcelamientos, exilios forzados, profanaciones, destrucción de templos y prohibición de actividades religiosas.