Centroamérica, una región sísmica

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Derrumbe de una casa de adobe, ocasionado por el sismo del 8 de julio en Santa María de Jesús, Sacatepéquez, Guatemala. • Foto: Prensa Libre

Estar ubicada en el “Cinturón del Fuego” del Pacífico donde además convergen placas tectónicas como la de Norteamérica, placa de Cocos, placa del Caribe, placa de Nazca y la Suramericana, convierten a Centroamérica en una región altamente sísmica.

Epicentro del sismo de 5.7 ocurrido el  8 de julio en Guatemala. Fotografía / Insivumeh

Sismo en Guatemala

Entre el 8 y 9 de julio de 2025, Guatemala fue sacudida por un enjambre sísmico que registró más de 150 sismos y réplicas con magnitudes entre 3.0 y 5.7 grados en la escala Richter, los más fuertes ocurrieron cerca de los departamentos de Amatitlán y Sacatepéquez.

El principal evento, con magnitud 5.7 grados, ocurrió en horas de la tarde del 8 de julio y tuvo una profundidad aproximada de 10 km, provocando daños en seis departamentos y afectando viviendas e infraestructura.

El número de personas fallecidas se elevó a siete, mientras que más de 300 resultaron con heridas y cientos fueron desplazadas a sitios cercanos.

Las réplicas y sismos secundarios incluyeron magnitudes de 4.7 a 5.2 grados, y en Escuintla, Sacatepéquez y Ciudad de Guatemala, las autoridades ordenaron evacuaciones y suspensión de clases.

Aunque en la actualidad los temblores han disminuido en cantidad e intensidad, aún se registran varios sismos en la región central del país, principalmente en Escuintla y Sacatepéquez, según los registros y la información proporcionada por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).

Guatemala en el marco tectónico centroamericano

Geológicamente, Guatemala forma parte del cinturón sísmico del Pacífico y Centroamérica, influenciado por la subducción de las placas tectónicas la de Cocos, la del Caribe y la de Norteamérica. Esta interacción genera fallas activas, como la falla de Jalpatagua, asociada a los sismos ocurridos el 8 de julio.

Además, en el interior del país la falla Motagua y la falla Chixoy–Polochic son transformantes que acomodan el movimiento lateral entre placas; estas fallas han sido fuente de grandes terremotos históricos, como el sismo de magnitud 7.5 en 1976 que dejó más de 23 mil personas fallecidas.

El sismo del 8 de julio, aunque moderado en magnitud, fue lo suficientemente superficial y cercano a zonas densamente pobladas para causar impactos significativos. En Guatemala, este tipo de eventos de magnitud 5.5 a 6.0 grados son relativamente frecuentes, aunque menos destructivos que los grandes sismos de subducción (proceso geológico donde una placa tectónica se desliza debajo de otra).

El 12 de mayo, se registraron varios sismos frente a la costa de Guatemala, entre magnitudes 4.1 y 4.5 grados, algunos a profundidades superiores a 60 km, evidenciando actividad en la subducción.

Otros países mostraron recurrentes sismos de leves a moderados, como es el caso de Costa Rica, Honduras y El Salvador que registraron eventos similares en ese período, esto es parte del patrón tectónico persistente de la región.

Aunque la región es activa y registra decenas de sismos cada mes, el episodio de julio ocurrido en Guatemala destaca por su intensidad acumulada en un solo día, su cercanía a poblaciones y los daños humanos y materiales.

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