Salud de presos políticos en riesgo por Covid-19
- 21 May 2020
- 6:10 p.m.
- Nicaragua
En Nicaragua la pandemia del Coronavirus se vive sin cuarentena, aunque las organizaciones de la salud han recomendado como medida principal el distanciamiento social y los gobiernos han tomado medidas estrictas ante esta demanda, el régimen Ortega-Murillo, por el contrario, pretende aparentar normalidad y la información brindada sobre personas contagiadas o fallecidas distan de las presentadas por el Observatorio Ciudadano Covid-19 Nicaragua, que registran 1.594 casos.
Desde el 18 de marzo de 2020, cuando se confirmó el primer caso de Covid-19 en el país, el Minsa únicamente se había referido a contagio por casos importados. Sin embargo, las denuncias de familiares en las últimas semanas, revelan que muchos de los casos de personas fallecidas con síntomas de Covid-19, dictaminadas por el Minsa como neumonía atípica, podría indicar que hay casos por contagio comunitario.
Uriel Pérez, preso político de Nicaragua, en estado grave
Ante esto la ciudadanía, además de tomar medidas sanitarias por sus propios medios han decidido implementar cuarentena forzosa en sus familias. Actualmente, la indiferencia del Estado perjudica a quienes no pueden quedarse en casa; este es el caso de las personas que trabajan en empresas donde aún laboran de forma presencial, los que ejercen trabajos informales y aquellos que están tras las celdas, en condiciones críticas y expuestos a que esta pandemia atente contra su vida.
Aunque la comunidad internacional, organizaciones civiles, políticas y de la salud, han instado al gobierno que accione ante la pandemia, declare cuarentena, libere a presos y presas políticas, la dictadura ha hecho caso omiso a estos llamados.
“Reiteramos nuestra demanda de la inmediata e irrestricta liberación de todas las presas y presos políticos detenidos ilegalmente bajo órdenes del régimen, en especial ahora que la pandemia del COVID-19 amenaza a la población nicaragüense, particularmente a las personas privadas de libertad”, demandó el sector estudiantil y juvenil de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) a través de un comunicado.
Denunciaron, además, que familiares de las personas presas políticas reportaron a 37 presos políticos con síntomas de tos, fiebre, garganta irritada, dolor de cuerpo, diarrea y dificultad respiratoria. Asimismo, informaron la complicidad del Minsa y la Policía Orteguista “recogiendo cuerpos de las calles y casas de habitación con trajes de protección, así como camionetas del Minsa trasladando ataúdes para entierros nocturnos y clandestinos en diferentes partes del país”, agregaron.