Casos de dengue no dan tregua en Nicaragua

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Las cifras de casos confirmados y sospechosos alcanzadas en lo que va del 2023, sobrepasan lo registrado en Nicaragua en 2022 y 2021. • Foto: Sitio web / LA PRENSA

El dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, es una enfermedad epidémica que no da tregua en Nicaragua. En los diez meses del 2023, el país acumula 5,681 casos positivos de dengue y 129,493 casos sospechosos, donde las semanas 42 y 43 experimentaron un aumento alarmante, lo que a lectura de expertos en la Salud obedece a la falta de medidas de prevención implementadas por las autoridades sanitarias del país.

En la semana 42 se registraron 635 casos positivos y 7,885 sospechosos; mientras que en la semana 43 reportaron 608 y 7,508 casos, según datos del Ministerio de Salud (Minsa); mientras la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un conteo de 43 semanas, registra que en Nicaragua hay 6,144 casos confirmados y 134,239 sospechosos.

Hasta la fecha, según la OPS, catorce personas se enfermaron de dengue grave y dos fallecieron por esta causa, dicha información, el Minsa no lo reporta ni en el Mapa de la Salud ni en los boletines epidemiológicos.

José Antonio Delgado, médico y máster en Salud Pública en Nicaragua, destacó que se debe tener en cuenta que como tal, el dengue es una enfermedad endémica, es decir que vive con la población y por ello considera que lo fundamental es implementar medidas de prevención.

“El dengue se puede transmitir de casa en casa lo que podría en un determinado tiempo convertirse en una epidemia, teniendo en cuenta que el incremento de los casos se da en períodos desde 15 días a tres semanas, en una casa, si la familia es numerosa, se pueden contagiar entre dos a tres personas por semana”, apuntó.

¿Qué indica el aumento?

El médico epidemiólogo Leonel Argüello, indicó que debido a que el vector transmisor se mantiene en los hogares es crucial que los nicaragüenses sepan cómo identificarlo, y describe que “es un mosquito de color oscuro con manchas blancas o plateadas en las patas y en el pecho posee unas líneas blancas”.

A su vez, advirtió a la población que el vector no solo transmite el dengue, sino que la fiebre amarilla, el chikungunya, el zika y el virus mayaro y el usutu. Sobre las cifra de casos en aumento de los casos, Argüello, apuntó que “no es más que la expresión de que la enfermedad está fuera de control, que estás en epidemia y que las medidas tomando no son eficientes ni eficaces”.

En ese sentido, el doctor Delgado coincidió con lo mencionado por Argüello y agregó que el incremento obedece a que “las estrategias que se hacen para disminuir los criaderos de mosquitos no son tan efectivas, otra de las causas es porque la gente no conoce el ciclo del mosquito”.

El ciclo del mosquito hembra empieza con la etapa del huevo que puede durar de semanas a meses; posterior la etapa de larva y pupa con más o menos 4 o 5 días de duración, y luego la etapa adulta. Se estima que la vida del mosquito es entre un mes y dos meses.

Los expertos apuntaron que síntomas del dengue son: fiebre alta que puede durar entre dos y siete días, dolor de cabeza intenso, dolor de huesos, musculares y oculares (detrás del ojo), falta de apetito, náuseas o vómitos, erosión cutánea y sarpullido.

Mientras que los signos de alerta son: fatiga excesiva, dolor abdominal intenso, vómito persistentes, somnolencia, adormecimiento, intranquilidad o irritabilidad, sangrado en las encías, nariz, vómito, heces y orina.

Cabe mencionar que en todo el 2022 se registraron 97,086 casos sospechosos y 4,478 confirmados, según el Mapa Nacional de la Salud, estadísticas que distan del 2021, cuando se reportaron menos casos con 36,626 sospechosos y 513 confirmados.

Urge campaña educativa

Argüello reiteró que el principal problema de los nicaragüenses es que “el mosquito está en nuestras casas” por lo que consideró que urge una campaña educativa fuerte para “eliminar todos los criaderos de mosquitos dentro de las casas, visitar y verificar que no haya mosquitos”.

En ese sentido, el doctor Delgado explicó que las acciones deben estar dirigida a cada ciclo del mosquito, como la limpieza de los barriles, pozos, o recipientes donde se almacenan agua limpia para eliminar los huevos; mientras que en la segunda y tercera etapa se trata con el Bacillus Thuringiensis Israelensis (BTI), y en la parte adulta, la fumigación que mata el mosquito y el uso de las barreras de protección. 

“En las barreras de protección entra el uso de mosquitero, y la gente no utiliza o usa poco mosquitero, entonces son vulnerables a ser picados por el vector. Orientar a la gente que existe el dengue y que tiene picos de brote”, dijo Delgado.

El epidemiólogo Argüello apuntó que una vez que se termine el invierno se esperaría que los casos disminuyan, sin embargo “si no se hace mayores controles sobre los criaderos de mosquitos, vamos a entrar al siguiente invierno con unos casos altos de dengue que por lo tanto serán mayor”. 

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