Alta preocupación por estado de salud de presas y presos políticos en Nicaragua

Familiares de las personas presas políticas secuestradas en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote, denunciaron la mañana de este lunes, que han transcurrido 52 días desde la última vez que lograron constatar el estado de salud física y emocional de sus familiares.

En comparecencia digital ante los medios de comunicación, las familias expresaron su preocupación particular por Miguel Mendoza, Roger Reyes, Irving Larios y Dora María Téllez, quienes desde mediados del mes de septiembre iniciaron huelga de hambre como medida de presión para que se ponga fin a las condiciones inhumanas y les permitan ver a sus hijas e hijos. Estas cuatro personas pueden ver comprometido su estado de salud si no se les atiende adecuadamente. Mientras tanto la justicia de Daniel Ortega se ha hecho de oídos sordos ante las demandas de las y los presos políticos. 

Las familias señalaron que este tiempo de incomunicación es parte de la tortura psicológica que el régimen implementa para “reprimir y afectarnos… y cuando insistimos, nos amenazan con no recibir el agua”, denunciaron.

En un comunicado dado a conocer las y los comparecientes expusieron que es imperativo que (a sus familiares) se les brinde atención médica especializada, alimentación adecuada y la garantía al respeto a sus derechos humanos. “Tememos que puedan morir en ese centro de tortura. Cada día que pasa, sus vidas corren mayor peligro”, expresaron con evidente preocupación.

El grupo de familiares demandaron el cumplimiento del Código de la Niñez y la Ley del Régimen Penitenciario, las que facultan a hijas e hijos de personas privadas de libertad a poder verse y comunicarse, a realizar llamadas telefónicas, recibir dibujos y mensajes de hijas e hijos y demás familiares que están fuera del país. Las normativas también incluyen las visitas periódicas cada 15 días, acceso a información del cómo se encuentran sus familiares; no obstante, las violaciones a estas disposiciones continúan siendo violentadas por los funcionarios de las cárceles bajo el mando de Daniel Ortega. “Que terminen con el confinamiento solitario y exigimos la liberación de las personas presas políticas y el respeto a sus derechos humanos”, expresaron.

A casi un mes de huelga

Ramón Mendoza Urbina hermano del periodista y preso político Miguel Mendoza, expresó su preocupación por el estado de salud de su hermano menor, ya que cumplió 29 días de estar en huelga de hambre como medida para poder comunicarse con su hija Alejandra. “Las autoridades han hecho oídos sordos a su mecanismo de presión estos 29 días de huelga de hambre. Once veces el abogado ha hecho la solicitud pertinente y no se le ha permitido realizar una llamada o tener acceso a las cartas de Alejandra”, dijo.

Por su parte, Fernanda Guevara, esposa del preso político Roger Reyes, mencionó estar sumamente preocupada por el estado de salud de su esposo, quien cumple 27 días de estar en huelga de hambre. “Me encuentro sumamente preocupada, porque no puedo constatar cómo se encuentra Roger física y emocionalmente. Nosotros no estamos pidiendo favores, nosotros estamos pidiendo el derecho tanto de mi esposo como de mis hijas que se han violentado. Exigimos su libertad y mientras tanto que se cumplan sus derechos y los derechos de mis hijas”.

La doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, expresó su indignación, dolor e impotencia ante lo que sucede con los familiares y personas presas políticas en Nicaragua. “Es sumamente difícil para nosotros como defensores de derechos humanos, darles la cara a ustedes y decirles los estamos acompañando y sintiendo también que nuestras gestiones, demandas y denuncias son infructuosas. Pero solo les pedimos que sigan creyendo y pensando que no están solos, aunque nuestra compañía se estrelle también frente a ese No Estado que tenemos”, manifestó.

 

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