Municipales 2022: Derroche de recursos para unas elecciones inexistentes

Eran casi las siete de la noche. Juan estaba en su casa ubicada en uno de los barrios periféricos del municipio de Potosí en Rivas, a lo lejos se escuchaba el bullicio de una caravana que recorría las calles. El ruido cada vez se acercaba más, eran tres camionetas, la primera con unos enormes parlantes acomodados en la tina. Las otras con un grupo de jóvenes con banderas en sus manos. A las camionetas le acompañaban otras personas en motos, y un pequeño grupo se movilizaba a pie.

Por el altavoz se escuchaba al animador invitando a la población al cierre de campaña, a la vez que anunciaba que el recorrido por los barrios era porque los candidatos sandinistas a la alcaldía de ese municipio, estaban haciendo visitas casa a casa para saludar personalmente a sus pobladores.

Cuando Juan escuchó que los candidatos hacían visita casa a casa, cerró sus puertas y apagó las luces, según él, para que pensaran que no había nadie y así evitar esa incomoda visita.

La descripción anterior es solo uno de muchos episodios que marcaron el ambiente “preelectoral” que se vivió en la mayoría de municipios del país los últimos días de octubre, de cara a las votaciones del próximo domingo 6 de noviembre. La campaña electoral duró solo 20 días, pues el Consejo Supremo Electoral en su calendario, estableció que esta se desarrollaría entre el 12 de octubre y el 1 de noviembre.

“Ellos saben que nadie los quiere, hacen el ridículo”, expresó Juan sobre la caravana que recorría bulliciosamente las calles de su barrio en Potosí. “vale más que solo fueron 20 días”, celebró.

Una campaña deslucida y raquítica

Según reportes en medios oficialistas e imágenes difundidas en redes sociales sobre el desarrollo de la campaña electoral en diferentes municipios del país, el partido de gobierno organizó caminatas, actos culturales y caravanas que recorrieron barrios y comarcas en los diferentes municipios, sin embargo, las imágenes difundidas evidencian una escasa participación de simpatizantes.

En cuando a las otras agrupaciones políticas las actividades de campaña fueron escasas y casi nulas, excepto en algunas cabeceras, en cuyas calles se vio un paupérrimo movimiento de simpatizantes, principalmente del PLC, del PLI y del APRE.

Lo anterior lo reafirma el observatorio Urnas Abiertas en un boletín difundido este lunes 31 de octubre:  “Durante todo el período de campaña hubo un notorio silencio, el ambiente en los municipios no apunta a la aproximación de una fiesta cívica como deberían ser las elecciones, las calles carecen de publicidad política notoria a excepción de unos pocos afiches”, el boletín de Urnas Abiertas agrega: “los mítines o caravanas en las calles son inexistentes y los pocos actos políticos registrados durante los dos últimos fines de semana no fueron masivos, la participación se limitó a actividades que no superaron a algunas decenas de personas”. 

Una tragicomedia que cuesta millones

El costo de la pantomima montada por la dictadura haciendo uso de todos los recursos del Estado al final lo termina pagando el pueblo nicaragüense.

La ilegitimidad de este “proceso electoral” en medio además de un contexto de represión y encarcelamiento de la disidencia política y miles de nicaragüenses exiliándose, no hace más que favorecer al mismo partido gobernante con un control más absoluto sobre las municipalidades, y a las agrupaciones políticas colaboracionistas con reembolsos millonarios.

Urnas Abiertas refiere al respecto que “En un contexto donde no existe la competencia electoral, esta campaña solamente sirve para justificar el reembolso millonario de más de 450 millones de córdobas que reclamarán los partidos al finalizar su participación en un proceso sin condiciones ni garantías democráticas. 

Efectivamente, los partidos políticos “zancudos” como se les conoce en Nicaragua, que será beneficiados con reembolsos son: Alianza por la República (APRE), Partido Liberal Independiente (PLI), Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Camino Cristiano Nicaragüense (CCN) y el partido indígena miskito Yatama. 

El Ministerio de Hacienda y Crédito Público destinó del Presupuesto General de la República de este año, al CSE, una asignación de más de 457millones de córdobas, para reembolsos a los partidos políticos que se prestaron a la farsa electoral que culmina con las votaciones del 6 de noviembre.

Urnas Abiertas advirtió que la reforma electoral aprobada en mayo de 2021 eliminó el requisito para los partidos políticos de lograr por lo menos un 4% de los votos para acceder al reembolso, el observatorio electoral dijo además que “tampoco quedó específicamente claro que para acceder a dicho reembolso se debe de demostrar contra factura los gastos en los que el partido incurrió”, lo que les da a los partidos colaboracionista cancha abierta para acceder al dinero del erario público sin tener que rendir cuentas claras.

Costo de impresión de boletas se mantiene en secreto

El “circo electoral”, como lo han llamado diversos sectores de oposición, también implica otros gastos millonarios adicionales, así como el uso de recursos de las instituciones del  Estado, tanto para hacer proselitismo como para el traslado y resguardo del material electoral.

El Poder Electoral anunció el pasado 25 de octubre, a través de nota de prensa publicada en su sitio web, que el proceso de impresión de las boletas electorales para los comicios municipales, concluyó oficialmente el 12 de octubre.

Sin embargo el tribunal electoral orteguista, hasta la fecha no ha dado a conocer el costo de impresión del material electoral, siguiendo la tónica del secretismo que impera en las distintas instituciones del Estado controladas férreamente por la dictadura Ortega Murillo.

El material electoral, consistente en paquetes contiendo 400 boletas por Junta Receptora de Votos (JRV), está siendo distribuido en 3,106 Centros de Votación ubicados en los 153 Municipios del país.  En total, según datos del CSE, se habilitarán 7,931 JRV en los 3,106 Centros de votación distribuidos a lo largo y ancho del país.  De acuerdo al Padrón Electoral 3,722,884 nicaragüenses están habilitados para votar.

Traslado de material electoral: otro gasto millonario

EL CSE dio a conocer que este 31 de octubre inició la distribución del material electoral en los 153 municipios del país.

De acuerdo al comunicado del Poder Electoral orteguista, “el Material Electoral iniciará su distribución prioritariamente en las zonas más alejadas y de difícil acceso, siendo los primeros destinos las Regiones del Caribe Norte y Sur, así como Río San Juan; entre otras”. 

De acuerdo al CSE, para el traslado del material, “se han dispuesto 500 medios de transporte entre pesados, ligeros y especiales; 80 medios navales y 7 aéreos, 400 medios de comunicación, y protección a 300 objetivos de vital importancia en todo el territorio nacional”. 

La policía orteguista por su parte, desplazará a 16,125 efectivos, 6,742 medios motorizados, adicionalmente "brindará seguridad y protección en los 3,106 Centros de Votación de los 153 Municipios del país”. 

Se podrá votar con cédulas vencidas

Otra medida que evidencia la desesperación del régimen por ver votantes en las urnas, es la Ley Especial que pone en vigencia las Cédulas de Identidad vencidas. Dicha ley fue aprobada por la Asamblea Nacional el 26 de octubre pasado “exclusivamente para que todos y todas puedan ejercer su Derecho al Voto en los Comicios Municipales 2022 a realizarse este 06 de noviembre próximo”.

El CSE, en comunicado emitido el 27 de octubre expresa que “las y los nicaragüenses que asistan al Centro de Votación y Junta Receptora de Votos que les corresponde, y presenten su documento de identidad vencido, se les permitirá ejercer su Derecho al Voto”.

Sin embargo la validez de los documentos de identidad caducos, solo será para el propio día de las votaciones.

El artículo 2 de la Ley Especial así lo estatuye: “Para efectos de esta Ley, se considera vigente, únicamente el día 6 de noviembre de 2022, las cédulas de identidad vencidas a esa fecha, para garantizar el derecho al voto a los y las ciudadanas en las elecciones municipales del 6 de noviembre de 2022”.

No se descarta que, como en las votaciones generales del 2021, el régimen disponga de todos los recursos del Estado para movilizar a sus simpatizantes hacia los centros de votación, para participar en unas elecciones inexistentes. Un esfuerzo más de la dictadura Ortega Murillo por tratar de vender una imagen de democracia que ya nadie cree.