Besitos a la distancia entre Miguel Mendoza y su mamá

Después de 19 meses, sin haber tenido ningún contacto con su mamá de 91 años, el periodista independiente y preso político Miguel Mendoza, logró este lunes 30 de enero, ver y escuchar y hasta intercambiar besitos a la distancia con su mamá.

El emotivo encuentro se llevó a cabo en el marco de la autorización de una nueva visita de familiares al grupo de presas y presos políticos en el complejo policial Evaristo Vásquez Sánchez “Nuevo Chipote”. Aunque en el caso de Mendoza, no ha podido abrazar a su mamá porque accedió a ella mediante una videollamada, dada su avanzada edad y para no exponerla a condiciones que puedan perjudicar su salud.  

No obstante, el periodista, quién únicamente ha opinado, pero que el régimen le culpa por el delito de difundir noticias falsas y menoscabar la integridad nacional, sí pudo recibir la visita de dos de sus hermanos, de su hija Alejandra y su compañera de vida.

“Para Miguel fue muy emotivo volver a escuchar y ver a su mamá, después de 19 meses sin tener comunicación con ella. Es una abuelita de 91 años de edad, quien aún desconoce la situación de su hijo”, se lee en la publicación que compartieron los familiares del periodista.

Por su parte, Alejandra, de ocho años, quien en meses anteriores dibujó y escribió diversos mensajes en demanda para que le dejaran ver a su padre, pudo por cuarta ocasión ver y estar con su papá por cuatro horas.

La familia aseguró que estas visitas han mejorado la salud emocional de la niña y el mismo estado de ánimo de Miguel Mendoza y su familia.

Miguel Mendoza lleva 589 días privado de libertad, y al igual que al resto de presas y presos políticos no se les ha permitido acceder a un lápiz y cuaderno para poder escribir, o libros para leer como una Biblia, para satisfacer las necesidades intelectuales y espirituales de las presas y presos políticos. 

Mientras tanto diversos sectores ciudadanos, particularmente familiares y periodistas continúan demandando la liberación de Mendoza y de los más de 200 personas privadas de libertad por razones políticas.