Confiscación de Fundación deja a Matagalpa sin importante propuesta educativa y agroecológica

El 20 de mayo la Fundación María Cavalleri denunció la expropiación de sus instalaciones, después que en junio de 2022 les despojaran de su personería jurídica.

Según relatan en un comunicado, el 19 de mayo se presentaron a las instalaciones tres hombres identificados con camisetas de la Procuraduría General de la República, acompañados de dos hombres y una mujer vestidos civil, quienes preguntaron por los edificios. “Ante la pregunta para qué hacían esto, uno de ellos respondió, que para levantar croquis de lo que hay y poderlo identificar en mapas, salieron de Ia propiedad sin dar mayores explicaciones”, señalan.

Al día siguiente la propiedad fue allanada por policías y civiles. Ante la situación, quienes integran la fundación expresaron su preocupación, porque este espacio también beneficia a la comunidad y el ambiente, “es una violación a nuestro cuerpo-territorio, a nuestros derechos de ser y existir de forma coherente y armoniosa, es una violación al aporte de construir colectivamente en beneficio de todas las personas y de este territorio-país”, cita el manifiesto.

Hace más de 20 años fue creada la Fundación, un espacio en el que se promovía el cuido a la tierra y la naturaleza, un lugar de encuentros y cuido entre las personas, de intercambio cultural, promoción de la educación y creatividad con un centro de capacitación, biblioteca, un lugar abierto a cualquier persona o grupo, según describe el comunicado.

“Desde la cancelación de su personería jurídica el espacio fue cerrado a la comunidad impidiendo cualquier actividad con la niñez, mujeres o población en general. Es una propiedad privada al servicio de la población la que han expropiado de forma ilícita, ilegal y contra todo derecho”, enfatizan.

“Nos quieren enterrar y no se dan cuenta que somos semilla”

Durante un programa en vivo realizado por Radio Vos, integrantes de la Fundación María Cavalliere recordaron sus primeros pasos dentro de este espacio que se construyó colectivamente, con la solidaridad de personas que creyeron en el proyecto. “Era un lugar despalado y abandonado poco a poco lo fuimos construyendo y dándole vida, para nosotras era un espacio lindo, lúdico y empático”.

Eva Molina, integrante de la Fundación explicó que este espacio surge como una propuesta educativa y agroecológica, el terreno donde está ubicada es parte de la cuenca de Molino Norte donde se abastece una parte del agua que consume la población de Matagalpa. “Para nosotras fue importante dejar que se reforestara la propiedad, porque de construcción es apenas tres manzanas de las 33 que conforman la propiedad, el resto se dejó como bosque de regeneración natural con los propios árboles de la zona, porque la cruza un río que sale a la quebrada de Molás, Matagalpa y eso hace que haya como una reserva ecológica que hasta ahora se ha cuidado”.

Molina asegura que ese trabajo realizado durante tantos años fue violentado desde el año pasado con el despojo de la personería jurídica, “se cerró el proceso de trabajo y este año que fuimos expropiadas de un espacio que hemos cuidado con tanto cariño, ahí hay manos de tanta gente primero de niñas y niños, que fueron quienes limpiaron la basura química que había en la fundación, plantaron los primeros árboles y el trabajo de muchísimas personas que han contribuido a que esto fuera posible en todos estos años”, finaliza.