Las horas previas al robo de la UCA por la dictadura Ortega Murillo

La noticia generó consternación en el alma máter. Personal administrativo y docentes corrían por los pasillos. “Reunión urgente”, grita una mujer encargada de la limpieza en el auditorio Amando López, en el sector sur de la universidad. “Hay que entregar las llaves de las aulas”, le decía a otra trabajadora.

Eran las 11:00 a.m. del miércoles 16 de agosto de 2023, autoridades de la Universidad Centroamericana (UCA), habían confirmado a través de un correo electrónico la confiscación de todos sus bienes inmuebles, muebles, dinero y congelamiento de sus cuentas bancarias, ordenada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Mientras las redes sociales se llenaban de expresiones de solidaridad y repudio por lo que estaba pasando, en el recinto las actividades se suspendían con el aviso. En el auditorio Amando López se realizaba una actividad promovida por estudiantes de la carrera de Derecho, que eventualmente fue suspendida de inmediato, mientras las y los estudiantes empezaron a abandonar el local en medio de abrazos y llantos.  

“Nos notificaron que sacáramos nuestras cosas personales y abandonáramos el edificio”, expresó un docente de la carrera de Comunicación. Mientras otro alerta “vámonos, que en cualquier momento pueden llegar (la policía orteguista)”. En ese momento trabajadores y personal docentes sacaban objetos personales, libros y documentos. En varios pasillos se repetía la misma escena.

A unos cuantos metros, en la Pastoral Juvenil de la UCA, varias personas se abrazaban y lloraban ante la impotencia y la rabia. Minutos antes, la imagen de Cristo crucificado había sido retirada del altar de la capilla Nuestra Señora de Guadalupe para ser resguardada. Una de las integrantes más antiguas de la Pastoral Juvenil, expresó que “esto es muy doloroso. Siento una gran angustia en mi pecho. Lo van a destruir todo, porque ellos solo saben destruir”.

En Registro Estudiantil, se había formado una fila con estudiantes que querían retirar sus títulos universitarios. Una estudiante no logró llegar a tiempo. “Cómo le voy a hacer, me llamaron de urgencia para que retirara mi título, pero no vine a tiempo”, manifestó. Quienes si lograron retirar sus títulos aprovecharon para sacarse un recuerdo en el recinto.

Una hora antes de la confiscación la universidad funcionaba con aparente  normalidad. Todas las entradas estaban habilitadas. El personal de mantenimiento y limpieza realizaban sus labores, aunque con incertidumbre. “Nosotros no tenemos culpa”, expresó un jardinero mientras quitaba la maleza frente al Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA).

En el IHNCA, una investigadora de historia contempla una colección de máscaras de inicios del siglo XX que recientemente fue expuesta en el salón principal. “Solo la historia nos dirá que va a pasar con todo esto”, expresó.

En los últimos días, los pasillos de la UCA no estaban abarrotados de estudiantes, porque se encontraban en vacaciones intersemestrales. En la Pasarela, uno de los sitios más transitados y populares del campus, una estudiante de derecho comenta. “No han dicho nada sobre el futuro (de las clases), simplemente que mantengamos la calma. Me parece muy mal (todo lo que pasa), estoy en incertidumbre. Solo estoy en shock”, aseguró con la voz quebrantada.

Trabajadores consultados por Onda Local manifestaron que no les pagaron la primera quincena del mes de agosto.

A las 12.30 p.m. guardas de seguridad cerraron los portones de la primera universidad privada de Nicaragua, reconocida como una de las mejores a nivel nacional e internacional. Afuera, en el portón principal, varias personas solicitaban información sobre las clases, títulos, certificados de notas y servicios administrativos.

Solidaridad con la UCA

La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús se manifestó a través de un comunicado su solidaridad con la UCA. “Las acusaciones son totalmente falsas e infundadas” y ese es el precio por pagar “por la búsqueda de una sociedad más justa”.

Más detalles en: UCA confirma confiscación y acusación de terrorismo por parte de la dictadura de Daniel Ortega

Los jesuitas de Centroamérica exigen a la dictadura revertir la confiscación de la UCA, además la hacen responsable por los daños a la comunidad estudiantil, trabajadores, docentes y al patrimonio cultural de Nicaragua que se encuentran en esta universidad.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), fue otra de las organizaciones que condenó la confiscación de la universidad.