Enramadas en la Panamericana Sur podrían desaparecer

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En las enramadas que se ubican sobre la carretera se venden frutas y plátanos, a precios más favorables que los mercados. • Foto: Onda Local

Varias de las personas que se dedican a la comercialización de frutas en "enramadas” o ramadas como son llamadas de forma popular - a las estructuras elaboradas con restos de árboles- en el sector de la Carretera Panamericana Sur, cerca de la ciudad de Rivas, se encuentran preocupadas pues estas podrían desaparecer.

Las emprendedoras explicaron que funcionarios del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), les han indicado que falta poco para ejecutar un proyecto de ampliación de la carretera a cuatro carriles y tendrán que desalojar la zona. 

En las enramadas que se ubican sobre la carretera se venden frutas y plátanos, a precios más favorables que los mercados, lo que atrae a los visitantes. Para obtener buen precio, las dueñas de las enramadas en su mayoría mujeres, compran las frutas directamente en las fincas.

“Yo tengo una ramada permanente y para la temporada (de diciembre), mis hijas también hacen su ramada para ayudarse con los gastos de sus casas”, comentó  Ana María Córdoba, quien tiene más de 10 años colocando estos puestos de frutas frente a su casa, aprovechando que habita en una de las orillas de la Carretera Panamericana Sur.

Otra vendedora que pidió no ser identificada, explicó que ella tiene más de 10 años de tener una enramada permanente y que ahora hasta hizo de esa estructura su hogar, detalló que acondicionó una habitación, una letrina y un baño.

Agregó que aunque sabe los riesgos que implica habitar en la orilla de la carretera, cuando se estableció no tenía trabajo y su enramada fue la mejor oportunidad que encontró para ganarse la vida y mantener a sus hijos. 

Actualmente se encuentra preocupada porque según funcionarios del MTI, falta poco para ejecutar un proyecto de ampliación de la carretera a cuatro carriles y si eso ocurre tendrá que desalojar la vía.

Las enramadas iniciaron con la llegada de turistas nacionales y extranjeros que visitan los balnearios rivenses para la época de Semana Santa. “Luego la temporada de frutas inicia en febrero con la venta del mango rivense, y con el tiempo, las dueñas de ramadas se dieron cuenta que la temporada de navidad y fin de año también eran excelentes para la  ventas de frutas”, narró una de las vendedoras del sector.

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