Nicaragua: Dictadura incrementa ataques contra iglesia católica en la última semana del 2023
- 29 Dic 2023
- 9:05 a.m.
- Nicaragua
Régimen secuestra y guarda silencio sobre la nueva ola de secuestros contra líderes religiosos de la iglesia católica. • Foto: Onda Local
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, arreció su animadversión en contra de líderes religiosos de la iglesia católica durante la última semana del año 2023, elevando su estrategia de hostigamiento, persecución y secuestro de sacerdotes en medio de las festividades navideñas y de fin de año.
La escalada represiva de la dictadura en contra de la Iglesia Católica, incrementó, luego que la noche del 20 de diciembre, la policía al servicio de Ortega y Murillo, secuestrara a monseñor Isidoro Mora, obispo de la Diócesis de Siuna. Junto al jerarca católico, fueron secuestrados también los seminaristas Tony Palacios y Alester Sáenz.
Fuentes vinculadas a la iglesia católica, denunciaron ante medios de comunicación independientes, que el obispo de Siuna fue interceptado por la policía cuando se dirigía a la parroquia del municipio de La Cruz de Río Grande, donde realizaría el sacramento de la confirmación a más de 200 feligreses. Hasta la fecha de esta publicación se desconocía el paradero del religioso.
El 21 de diciembre, la policía orteguista, secuestró a monseñor Óscar Escoto Salgado, vicario general de la Diócesis de Matagalpa. El religioso fue liberado la mañana siguiente, pero luego fue obligado a abandonar la residencia episcopal matagalpina y trasladado hacia Managua donde fue nuevamente liberado, según fuentes eclesiásticas.
Posteriormente, en la víspera de la Navidad, la policía orteguista secuestró al sacerdote Jader Guido, vicario segundo de la Catedral de Matagalpa. El cura fue detenido luego de concluir la misa matutina del 24 de diciembre, pero fue puesto en libertad en horas de la noche.
El 26 de diciembre, la policía orteguista arremetió contra otro sacerdote en el municipio de Nindirí, departamento de Masaya. Esta vez la víctima de la persecución orteguista fue el padre Pablo Villafranca, párroco de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz.
De acuerdo a la denuncia varias patrullas policiales llegaron a Residencial Planes de Veracruz, donde habita el sacerdote, quien habría sido sacado de su residencia y apresado por varias horas. Luego de ser interrogado habría sido puesto en libertad.
Los religiosos detenidos entre el 21 y 26 de diciembre, durante sus homilías habían elevado oraciones por monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien permanece en prisión desde agosto de 2022, donde cumple una condena de 26 años de cárcel por “traición a la patria”, impuesta por la dictadura Ortega Murillo.
Tres secuestros más en un solo día
La mañana del jueves 28 de diciembre, agentes policiales secuestraron a monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua, cuando este salía de una reunión de la curia arzobispal.
Martirio
Al caer la tarde, otro grupo de policías acompañados de hombres de civil, secuestraron al sacerdote Héctor Treminio, tesorero de la Arquidiócesis de Managua y párroco de la Iglesia Santo Cristo de Esquipulas. De acuerdo a la denuncia, el cura fue llevado en un vehículo particular marca Toyota Yaris, con placas ES 15748.
Avilés y Treminio, a raíz de las protestas de abril del 2018, han sido fuertes críticos del régimen Ortega Murillo.
Por la noche trascendió la noticia del secuestro del sacerdote Fernando Calero, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima del municipio de Rancho Grande, en el departamento de Matagalpa.
El 14 de agosto de 2022, Calero, habría denunciado a la policía orteguista a través de un video en redes sociales, por que esta le impidió ingresar a Matagalpa, para participar de la eucaristía dominical la mañana de ese día. En esa ocasión el cura fue despojado de sus documentos por los agentes orteguistas.
“Habrá más secuestros” advierte experta
La abogada e investigadora Martha Patricia Molina, quien durante los últimos años ha sistematizado los ataques contra la iglesia católica en Nicaragua, advirtió la tarde del 28 de diciembre en sus redes sociales que los secuestros continuarán, “Alerta a los diferentes cleros de las Diócesis/Arquidiócesis porque hoy habrá más secuestros de sacerdotes” escribió la jurista.
En la víspera, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), condenó nuevamente, a través de la red social X, los ataques sistemáticos contra la Iglesia católica y sus líderes, por parte del régimen de Daniel Ortega, e instó a respetar la integridad y los derechos humanos de los religiosos detenidos.
“OACNUDH condena la desaparición forzada del Obispo Isidoro Mora en Nicaragua desde hace 8 días y la nueva ola de detenciones de religiosos. Además de atentar contra su libertad personal, violarían el derecho a la libertad religiosa, pilar de cualquier Estado democrático”, se lee en la publicación de la oficina del Alto Comisionado.
Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, quien se encuentra en el exilio desde 2019, mostró su repudio a los nuevos secuestros ejecutados por la dictadura. “Me indigna el injusto secuestro de tres queridos sacerdotes de Managua de parte de la criminal dictadura sandinista: P. Pablo Villafranca, Mons. Carlos Aviles y P. Héctor Treminio, pastores y profetas. ¡Le pido a Dios que los proteja y sean liberados de inmediato!”, escribió Báez en su cuenta de la red social “X”.
Regimen secuestra y guarda silencio
Hasta el cierra de esta publicación ninguna autoridad del régimen orteguista se había pronunciado oficialmente sobre la nueva ola de secuestros contra lideres religiosos de la iglesia católica.
Por el contrario, la vicedictadora Rosario Murillo, en sus alocuciones diarias en medios oficialistas, reitera sus llamados a vivir las fiestas de navidad y año nuevo en paz y armonía. En su mensaje navideño, Murillo, resaltó que “Dios es amor y de su mano y para su gloria caminamos,” sin embargo, pese a su discurso “conciliador”, policías y paramilitares bajo el mando de ella y su consorte, persiguen y secuestran a sacerdotes de la iglesia católica.