Nicaragua: Nueve personas defensoras fueron asesinadas en 2023
- 22 May 2024
- 1:45 p.m.
Las personas defensoras de derechos humanos de lo pueblos indígenas son las principales víctimas en Nicaragua. • Foto: Güegüense
El informe de Front Line Defenders asegura que, durante el 2023, nueve personas defensoras de derechos humanos fueron asesinadas en Nicaragua.
El documento “Análisis Global de Front Line Defenders 2023/24”, afirma que al menos 300 personas defensoras de derechos humanos fueron asesinadas en 28 países por su labor pacífica en 2023. En América Latina, Colombia es el país más peligroso para defender los derechos humanos. Ahí se asesinaron a 142 personas.
En Centroamérica, Honduras es el país con la mayor cantidad de personas defensoras de derechos humanos asesinadas con 19, le sigue Nicaragua con nueve y Guatemala con seis.
Comunidades indígenas exigen “saneamiento genuino e inmediato”
“Casi un tercio de las personas asesinadas (31%) eran defensores y defensoras de los derechos de los pueblos indígenas”, indica el informe.
Front Line Defenders afirma que en el caso de Centroamérica, los asesinatos de defensores de comunidades indígenas, están relacionados a “desalojos forzosos y la amenaza de desalojos forzosos de comunidades indígenas”. Destaca que, en 2023, “continuaron a un ritmo preocupante en Guatemala, Honduras y Nicaragua”.
Esta es la lista de personas defensoras de derechos humanos de los pueblos indígenas asesinadas en Nicaragua en 2023:
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Yesmin Jacobo Lázaro
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Lenin Vilchez Patrón Flores
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Alberto Castillo Palacios
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Jorge Enor Palacios Samuel
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Manuel Morgan Díaz Palacios
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Bernabé Palacios Hernández
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Sergio Julián Juan
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Serato Juwith Charly
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Clen Dixon Fernández
Los asesinatos de estas personas continúan en la impunidad como lo revela esta investigación realizada por Connectas, La Prensa y Onda Local.
Gobiernos estigmatizan a personas defensoras de derechos humanos
El informe destaca que en Nicaragua y otros países de América Latina como Argentina, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Venezuela, las autoridades locales y nacionales utilizaron una retórica violenta para estigmatizar a las personas defensoras, clasificándolas habitualmente de "traidoras", "adversarias" y "delincuentes" e incitando a la violencia contra éstas..
“ El creciente dominio del espacio cívico y la escalada de la caza de brujas contra las voces disidentes también contribuyeron a un creciente fenómeno de desplazamiento forzado de personas defensoras de derechos humanos en la región. En particular, los periodistas que informaban sobre cuestiones de derechos humanos se vieron obligados a huir de El Salvador, Guatemala y Nicaragua”, asegura el informe.