Parapolicías de la dictadura Ortega Murillo: ¿Qué sigue ahora?
- 27 Feb 2025
- 3:05 p.m.

La pareja dictatorial con sus fuerzas parapoliciales pretende reforzar aún más esa profundización de la represión. • Foto: Onda Local
Luego de una maratónica gira del comisionado general Francisco Díaz, jefe de la Policía y consuegro de Daniel Ortega, a lo largo y ancho del país para juramentar fuerzas parapoliciales bajo la figura de “policías voluntarios” la población nicaragüense está a la expectativa de cuáles serán las siguientes acciones del régimen con sus nuevas “fuerzas de seguridad”.
El periplo del jefe policial terminó con un acto central realizado el 26 de febrero, en el que Díaz fue juramentado por la codictadora Rosario Murillo, para asumir por un periodo de 6 años más la jefatura del brazo represor de la dictadura (2025-2031). En el acto también juraron 20,000 personas que hicieron trasladadas por la dictadura al lugar.

Pero, ¿Qué sigue ahora? Aquí dejamos algunas pistas recabadas en el ínterin de los últimos acontecimientos. Por un lado, la misma institución policial y los dictadores han dejado entrever cómo se activarán estos grupos de “apoyo” a la policía en los barrios y comunidades del país y por otro lado, personas vinculadas de forma obligada a este proceso, han filtrado algunas revelaciones que dan cuenta que una vez más por la víspera se saca el día.
60,198 personas fueron juramentadas a nivel nacional. 46,198 en los departamentos y Regiones Autónomas, según datos de la policía orteguista y los medios oficialistas. Y 20,000 más en Managua, según verificó Onda Local tras analizar las fotografías aéreas de la ceremonia de juramentación difundidas por el régimen. El régimen insiste en que fueron 30,000. No obstante, trascendió que, para la juramentación en Managua, el régimen hizo uso de sus “portátiles” para trasladar hasta la Plaza de la Fe, a gente que ya había juramentado en los departamentos.
El proceso previo a la juramentación
Una fuente anónima, que filtró información a Onda Local aseveró que desde hace varios años se puso en marcha la estrategia que culminó con la constitucionalización de los grupos de choque. El informante reiteró que en los últimos dos años a las personas empleadas públicas se les orientó integrarse en una semana de entrenamiento que incluía el manejo de armas. La premisa coincide con otras denuncias que personas colaboradoras de instituciones estatales han venido haciendo en diferentes medios de comunicación independientes.
La fuente afirmó que empleados públicos se vieron obligados por el temor a perder el empleo, y que estos “estuvieron recibiendo ejercicios, tácticas de manejo se armas”.
El comisionado Jaime Vanegas, inspector general de la Policía, lo admitió en una entrevista a un medio oficialista: “Desde hace varios años ellos ya se han venido entrenando, capacitando en acciones de intervención, de conducción, de reducción y de restablecimiento del orden público”
La persona informante aseveró que las concentraciones estaban a cargo del Ejército en coordinación y las secretarías políticas municipales, quienes tenían la tarea de forzar la participación de las personas empleadas públicas.
“Ellos mandaban a los delegados, administrativos las citaciones en los puestos de mandos municipales para que se presentarán los empleados. Es por eso la gran concentración de estos en esta nueva unidad policial” manifestó la fuente.
Lo que se viene
La persona que filtró la información aseguró que la segunda parte de la estrategia del régimen “es llevar a estos empleados a participar en los recorridos que hacen las unidades policiales, ahí se les entregarán armas y deberán usar las capuchas para no ser reconocidos”.
De igual forma agregó que dicho acompañamiento generalmente lo realizarán desde la tarde hasta al día siguiente por la mañana. “Esto es algo delicado para nuestra seguridad siendo que somos empleados públicos y podría pesar señalamiento de traición” advirtió la fuente.
La promesa de Díaz a Ortega y Murillo
Durante la juramentación en Managua, el jefe policial, dirigiéndose a Ortega y Murillo, dijo que: “Los miembros de la Policía Nacional, Policía Voluntaria comandante Julio Buitrago, Ministerio del Interior, les ratificamos nuestra lealtad y obediencia”. Añadió que “jamás permitiremos que el golpismo provoque destrucción, muerte, terror y zozobra. Reiteramos nuestro compromiso de defender la paz, proteger la vida, garantizar la seguridad de las personas y sus bienes”.
El comisionado general aludió a las estrategias de seguridad que la policía ha venido fortaleciendo desde 2018, en ese sentido dijo que “como parte de la estrategia de seguridad ciudadana las fuerzas policiales en nuestro país han fortalecido nuestro modelo de protección a las personas familias y comunidades desarrollando programas de visitas de presencia directa casa a casa para conocer y resolver las necesidades de seguridad ciudadana de las familias y comunidades”.
En consecuencia, parte de las tareas de la “Policía Voluntaria” es precisamente apoyar a la Policía Nacional en la estrategia descrita por Díaz.
Así lo ha dejado claro, el comisionado Venegas “Nosotros realizamos reuniones, visita casa a casa, estamos trabajando todo el tiempo en la prevención y ellos (los policías voluntarios), su principal función, su principal rol es apoyo y como cuerpo auxiliar”.
No obstante, dicho apoyo parapolicial a la institución represora, en virtud de brindar seguridad, representan un peligro para las familias nicaragüenses que no comulgan con el proyecto dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El mismo día de la juramentación de parapolicías en Managua, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua ((GHREN), advertía en un nuevo informe sobre la profundización de la represión en Nicaragua, destacando que Ortega y Murillo operan una extensa red de inteligencia que supervisa a toda la población e identifica objetivos para la persecución, proveyendo “los ojos y oídos” que permiten obtener y mantener control total sobre las personas.
Al respecto, Rosario Murillo anunció que Nicaragua se retira del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, esto ocurre como respuesta a lo revelado por el Grupo de Expertos, quienes confirmaron “que el Ejército participó junto con la Policía y grupos paramilitares en la violenta represión contra las masivas protestas de 2018, que dejaron más de 300 muertos”.
Sin duda, la pareja dictatorial con sus fuerzas parapoliciales pretende reforzar aún más esa profundización de la represión que tiene a la mayoría de nicaragüenses en jaque.