21 nicaragüenses detenidos en Costa Rica por minería ilegal
- 07 Mar 2025
- 11:53 a.m.
Como producto de varios operativos, autoridades costarricenses detuvieron esta semana a 21 nicaragüenses que se dedicaban a la minería ilegal en Crucitas y comunidades aledañas, pertenecientes al cantón de San Carlos de Alajuela, cerca de la frontera con Nicaragua.
Durante los allanamientos realizados en cuarterías donde permanecían los implicados, oficiales decomisaron cerca de dos millones de colones (alrededor de 3,900 dólares), utensilios y herramientas utilizadas para la extracción de oro, además de varias dosis de marihuana y 48 gramos de crack, según informaron medios de comunicación de ese país citando a las autoridades de la Fuerza Pública.
Entregados a Migración para su deportación
Los nicaragüenses aprehendidos además de realizar labores de minera ilegal, permanecían en condición migratoria irregular, por lo que 20 de ellos fueron puestos a disposición de la Policía de Migración para su deportación a Nicaragua. Uno de los detenidos fue remitido a las autoridades judiciales de San Carlos, debido a que estaba circulado por violación del Código de Minería.
Las detenciones de nicaragüenses que realizan labores de extracción de oro ilegal en Crucitas, es cada vez más frecuente. Entre el 9 y el 17 de septiembre de 2024, las autoridades costarricenses, en operativos similares, detuvieron a 33 nicaragüenses.
Crucitas, ubicada en la zona fronteriza con Nicaragua, está asentada sobre un yacimiento de oro, en el que la transnacional canadiense Infinito Gold inició operaciones en 1995, con un proyecto de extracción a cielo abierto, a través de concesión otorgada por la administración del presidente Oscar Arias.
Sin embargo, en noviembre de 2010, la Corte Suprema de Justicia de ese país, anuló el decreto para la explotación aurífera y prohibió cualquier actividad minera en la zona.
Asimismo el Poder Judicial costarricense recomendó a la Fiscalía abrir causa judicial en contra del exmandatario y otros funcionarios, a la vez que exigieron a la transnacional canadiense el pago de una reparación por los daños ambientales provocados por la tala de árboles realizada durante los trabajos iniciales de apertura de la mina.
Pese a la prohibición, centenares de güiriseros, tanto nicaragüenses como costarricenses se dedican a la extracción ilegal del oro en la zona.