Que se vayan Daniel Ortega y Rosario Murillo

La Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil puso de manifiesto la prolongada y valiente resistencia de la población en la defensa de sus tranques y barricadas, pese a la brutal y criminal represión ejercida por el desgobierno Ortega-Murillo a través de sus caravanas y escuadrones de la muerte en contra de la población en varios lugares del país donde se ejerce el derecho legítimo a la protesta cívica y pacífica. Además, expresó su solidaridad con las víctimas del Barrio Carlos Marx donde dos niños fallecieron producto del incendio provocado por estos grupos, además de cuatro personas adultas.

Asimismo, la articulación celebró el impacto del paro nacional de 24 horas convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, y aplaudió la participación de los gremios empresariales al paro ciudadano previamente convocado y realizado por el pueblo de Nicaragua a través de tranques y barricadas.

Agregaron que, si bien el paro nacional de 24 horas concluyó, el paro ciudadano continúa. “¡La salida del régimen es inminente!, y estamos convencidos que dicha salida sólo puede ser ocasionada por el protagonismo de una movilización social unida y organizada. El liderazgo de las calles y las comunidades es incuestionable”.

La articulación llamó a continuar y reforzar las diferentes formas de resistencia popular no violenta y desobediencia civil, y exhortó a la población a reforzar y levantar más tranques en las carreteras; consolidar y hacer nuevas barricadas en todos los municipios del país, efectuar rápidos plantones y movilizaciones, fortalecer la organización conformando los comité Azul y Blanco en cada barrio y comunidad del país y a continuar cualquier acción de naturaleza no violenta, que evidencie el repudio al régimen y socave los pilares bajo el cual este se sostiene.

Del mismo modo, animó al sector privado a continuar apoyando la lucha ciudadana a través de diversos medios. Alentaron a los grandes, medianos y pequeños contribuyentes a organizar una masiva desobediencia tributaria, tal y como han recomendado la Academia de Ciencias y los expertos en derecho tributario del país.

Transcurridas pocas horas desde la reanudación del Diálogo Nacional, la Articulación reiteró su apoyo a los esfuerzos realizados por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, a la exhortó a tener siempre presente el mandato conferido por el clamor popular, exigiendo la salida de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el desarme de los escuadrones de la muerte, y las garantías de seguridad, justicia y democracia para todos los nicaragüenses.

Exigieron de manera urgente e inmediata la presencia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la Unión Europea. “Especialmente tomando en cuenta que, desde ayer, y en este mismo momento, el régimen está incumpliendo los acuerdos, ordenando matanzas a lo largo del país, cuyas consecuencias alcanzan a niños y los más indefensos de nuestro pueblo”.  

Ruta para la democratización del país

La Articulación de Movimientos Sociales propuso una ruta para la democratización del país, construida con la participación de los movimientos sociales, representantes de los territorios y organizaciones de la sociedad civil.

“Llevamos esta “Ruta hacia la democratización” a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia hace dos días, y hoy hacemos la entrega oficial al pueblo de Nicaragua. Esta es una propuesta abierta, en constante construcción, que busca incentivar el debate y el encuentro de elementos en torno a una salida del régimen Ortega- Murillo, sumando voluntades en la medida que tengan un objetivo común. Esta propuesta será distribuida y debatido y que cada tranque y comunidad del país”.  

Consideran que la propuesta de adelantar las elecciones planteadas por algunos actores (como la OEA), no responden al contexto actual de Nicaragua. “Esta opción sólo da oxígeno al régimen, no dan garantías de seguridad a la población y no se encuentran alineadas con el clamor popular de justicia y democracia.

Añaden que la posibilidad de garantizar la seguridad a las familias nicaragüenses, el fin de la violencia y la democratización del país comienza por cumplir una precondición inexpugnable: “la salida del régimen Ortega - Murillo del poder”.

El segundo paso es la conformación de un Gobierno de Transición, cuya función sería convocar a una asamblea constituyente para crear las condiciones necesarias para celebrar elecciones adelantadas.  

El Gobierno de Transición debe ser apartidario, laico, sin posibilidad alguna de que los miembros opten a cargos de elección popular en el siguiente proceso electoral y su duración sería hasta la elección del nuevo gobierno democrático. Estos puntos, de acuerdo con la propuesta, también aplican a los gobiernos municipales.

El mandato del Gobierno de Transición consistiría en: Disolver la Asamblea Nacional, garantizar la realización de elecciones presidenciales, municipales y de Asamblea Constituyente, que sean libres, transparentes e incluyentes; ejercer provisionalmente la administración ordinaria del gobierno, hasta la elección del nuevo ejecutivo; garantizar la seguridad ciudadana y garantizar el acceso a la justicia por la masacre iniciada en abril.

El movimiento autoconvocado, que ahora incluye distintos sectores de la sociedad nicaragüense, inició como una expresión de repudio en contra del abuso de poder de los gobernantes de este país y la violencia que generan.

La ruta democrática presentada por la Articulación es una oportunidad histórica para lograr cambios significativos dentro del sistema político nicaragüense, pero esta es posible si y solo sí todas y todos forman parte activa de la misma, consideran.

 

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