Libro Blanco de la Covid-19 en Nicaragua reafirma la desinformación del régimen de Daniel Ortega

El régimen de Daniel Ortega publicó su libro blanco acerca de la COVID-19, pero la información sobre la evolución de la pandemia en Nicaragua sigue estando distante de la realidad. El gobierno presenta un sistema de salud único en el mundo, pero la realidad demuestra que este sistema de salud no ha logrado evitar la propagación del coronavirus.    

El país vive una crisis sanitaria, a causa de las acciones negligentes de la dictadura de Daniel Ortega, que ha promovido actividades masivas que implican aglomeración de personas, cuando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud han recomendado el aislamiento. Nicaragua no ha decretado cuarentena como sí ocurrió en otros países. 

En el libro blanco se justifica que esta medida no se ha tomado porque “la realidad del país, consiste en que 40% de la población nicaragüense vive en el campo y no se puede pedir que dicha gente se quede en su casa guardando cuarentena, porque ellos tienen que salir a buscar la leña para cocinar, a buscar el agua que consumen, ordeñar las vacas o buscar huevos, vender sus productos, preparar los terrenos de siembra de primera en estos meses de abril y mayo y luego sembrar, entre otras actividades”

El libro blanco de la dictadura agrega que Nicaragua cuenta con la capacidad instalada para el manejo de la pandemia. “Nicaragua está en mejor posición hoy en día…para enfrentar la pandemia, con más infraestructura de salud modernizada (18 nuevos hospitales), con más personal capacitado (36,649 trabajadores de la salud), con programas comprometidos a restituir derechos a la población”, aseguran en el informe. 

Según el régimen, el país cuenta con 449 ventiladores, 954 monitores de signos vitales y 574 succionadores para la atención de todo tipo de enfermedades y padecimientos. También, agrega, cuenta con un laboratorio de referencia nacional, que posee un reconocimiento de la OMS en el nivel 3 de Bioseguridad.

El país también cuenta con un “Anillo de Detección Temprana en los pasos fronterizos y aeropuertos del país, utilizando tecnología con cámaras termográficas que detectan personas con síntomas característicos del COVID-19. No obstante, Costa Rica ha reportado y devuelto a Nicaragua a personas que han ingresado a dicho país afectados por la COVID-19. 

Hasta el 19 de mayo, Nicaragua reportaba un acumulado de 179 casos de coronavirus, 17 muertos y 199 personas recuperadas. Sin embargo, no precisan a cuántas se les ha realizado la prueba que determina si es positivo o no a esta enfermedad. 

El régimen de Ortega sostiene que, al 19 de mayo, a dos meses del primer caso reportado, la situación de la pandemia está bajo control en el país. Sin embargo, en menos de una semana en Nicaragua se multiplicaron por diez los casos de coronavirus, pasando de 25 a 179, un incremento de 1016%. Es por ello que, especialistas en salud, han recomendado la implementación de una cuarentena estricta, de lo contrario las consecuencias serán enormes.   

Las muertes por neumonía, al 15 de mayo de 2020, eran de 309, según el libro blanco del régimen. Al tres de mayo, el boletín epidemiológico número 18, del Ministerio de Salud reportaba 86 muertes, es decir que en menos de en 12 días hubo un aumento de 223 muertes por Neumonía, lo que coincide con las denuncias de muertes reportadas como neumonía atípica y que han sido relacionadas con el COVID-19.  

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo reconoce que han muerto personas con coronavirus, pero no relacionan estos decesos a la pandemia. 

“Una persona puede estar con COVID-19 pero morir de un infarto agudo, así como otra que está con COVID19 y murió de COVID-19 por la condición del pulmón superior típico de los virus que provocan el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), como el SARS-CoV-2 que produce la COVID-19”. 

En las últimas semanas han aumentado las denuncias de la saturación del sistema de salud, así como las constantes quejas de negligencia y falta de información a los familiares de los fallecidos. 

El Observatorio Ciudadano COVID-19 contabiliza a 246 trabajadores hospitalarios contagiados y once muertos. Al personal de salud, hasta hace pocos días no se les autorizaba el uso de tapabocas de acuerdo a denuncias expuestas por la CIDH y Amnistía Internacional.

“En el mundo, la pulmonía y la influenza estacional tienen una mortalidad de 3.5 millones de personas y en Nicaragua 1,251, mientras que por COVID-19 se registran 320 mil muertos en todo el mundo y 17 en Nicaragua al 19 de mayo”, refleja el informe oficialista.

Cifra que aún resulta dudosa para la ciudadanía nicaragüense y se contrapone con el informe recopilado por el Observatorio Ciudadano Covid-19 en Nicaragua que hasta el 20 de mayo reporta, se han recibido y verificado 465 muertes, de las cuales 61 (13%) se categorizan como muertes por neumonía y 404 (87%) como muertes sospechosas por COVID-19. Estas muertes han tenido lugar en 15 departamentos y 54 municipios, de los cuales Managua, Masaya y Chinandega reportan el mayor número de muertes.

A pesar que el régimen en el informe reconoce que el “Coronavirus vino para quedarse”, no acepta las críticas de medios internacionales, donde visibilizan la situación crítica que vive Nicaragua frente a la pandemia del Covid-19. “Con la actual pandemia de la COVID-19, la oposición golpista de Nicaragua y sus patrocinadores de las agencias de acciones encubiertas de Estados Unidos, han arremetido con una campaña de desinformación masiva, con su misma practica de mentir diariamente al pueblo nicaragüense tratando de socavar la confianza en el gobierno”.

Además, aseguran que las imágenes viralizadas en redes sociales de un entierro, pertenecen a un cementerio de Guayaquil, Ecuador. Sin embargo, el Observatorio Ciudadano de Covid-19 en Nicaragua, reportó el incremento de entierros clandestinos o muertes sin informar a la familia en 12 departamentos y 21 municipios en el país.