Violencia estatal también afecta a la niñez y adolescencia de Nicaragua

 Violencia en Nicaragua.

La niñez y adolescencia de Nicaragua también ha sido afectada por la persecución del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. • Foto: Onda Local / Cortesía

El estado situacional de la niñez y adolescencia en Nicaragua es “delicada y grave” coinciden una experta en el tema y una socióloga nicaragüenses quienes denuncian que hay un “silencio absoluto” sobre el tema que obedece a la persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a los organismos y personas que visibilizan la problemática fueron confiscados e incluso obligados al exilio.

“Ya no se habla del tema de la violencia hacia la niñez, eso no significa que no haya, las estadísticas mantienen su curso y comportamiento”, indicó la experta en la niñez y adolescencia.

En esa misma línea, la socióloga nicaragüense María Teresa Blandón apuntó que “lamentablemente la violencia es una realidad que ha estado presente en la cultura nicaragüense, tanto la violencia intrafamiliar que viene de las personas adultas, padres y madres de familias o tutores de niños y niñas”.

Añadió que “incluso de docentes hombres y mujeres que todavía recurren a los insultos, amenazas y golpes como falso método de educación, porque en realidad es un método de disciplina”.

En Nicaragua nada está normal, advierten

Por otro lado, la experta mencionó que lejos de desaparecer la violencia contra la niñez y adolescencia continua igual o peor. “Aunque el gobierno se ha enfrascado en vender la idea de que en Nicaragua todo es normal, la misma ciudadanía que está en el país sabe que no es así, y está temerosa por denunciar el estado de violación porque si no le recetan cárcel o exilio”, reiteró.

Blandón lamentó que miles de niños y niñas en la historia de Nicaragua “han tenido que vivir en familias muy violentas donde los hombres ejercen violencia contra las parejas, contra los hijos, hijas, incluso los abuelos hacen lo mismo, las abuelas también, pero los hombres tienden más en ejercer violencia”.

De hecho, subrayó que “no en balde somos uno de los países de Centroamérica que tiene un grave problema con el abuso sexual hay miles de niñas y niños que han sido víctimas de abuso sexual”.

Y agregó que la niñez y adolescencia en Nicaragua “han crecido en un ambientes que no son seguros, donde no se respeta la integridad de ellos, que les hacen daños y ellos crecen con ese daño. La violencia contra los niños y niñas es un problema gravísimo en nuestro país”.

La experta reprochó que en el país exista un silencio absoluto en las instituciones públicas del país sobre esta temática y lo peor, “es que hay limitaciones para monitorear el estado situacional sobre la violencia, porque las estadísticas no varían, no se actualizan”.

Describió que “hay un apagón informativo sobre el estado situacional porque el gobierno persiguió a todas las personas que se dedicaban a hacer esta labor y es el resultado del cual hoy vivimos”.

Violencia institucional no cesa 

Ambas expertas apuntaron que así como existe la violencia intrafamiliar hay otros tipos, como la violencia que viene desde el Estado.

“Hay un problema de violencia que viene desde el Estado y que en los últimos seis años se ha acrecentado, que por un lado hay niños y niñas que crecen escuchando discursos, lenguajes que legitiman de esa violencia, que se burlan de la violencia y sufrimiento que se ejerce y provoca a los adversarios, pero hay otros niños y niñas que crecen con el miedo de que un día llegue la Policía a su casa a llevarse a su papá, su mamá, a su hermano, abuelo, abuela, porque eso se ha vuelto común, entonces hay violencia por todos lados”, indicó Blandón.

A criterio de la experta en la niñez, lo que resta hacer tiene que nacer desde el exilio debido a la situación de inseguridad que se vive en Nicaragua.

“Debemos de hablar sobre este tema, no esperemos que sea desde el interior del país, sino desde afuera donde hay libertad, donde se hagan acciones que visibilicen la problemática,”, refirió la experta.

Blandón, por su parte, aseveró que no se puede pensar en un cambio en Nicaragua, si la niñez está sumergida en la violencia.

“No podemos pensar que la sociedad nicaragüense va a salir de un régimen totalitario como el que tenemos y va a construir las bases para la democracia, sí la niñez que es la que en 15 o 20 años va a ser la población adulta en Nicaragua está creciendo en unos escenarios de polarización, de intolerancia, de uso desenfrenado de la violencia, de abusos que vienen por parte del Estado”, afirmó.

También recordó que “hay niños que se han tenido que quedar con otros familiares porque sus padres están presos o han sido obligados al exilio, es decir, hay una factura muy grande que viene a ahondar las heridas que ya tiene la sociedad como consecuencia de toda esa violencia”.

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