Ortega admite pugnas y habla por primera vez de relevo dentro del FSLN

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Daniel Ortega durante la celebración del Dia de los Trabajadores donde habló de un relevo y las confrontaciones • Foto: Prensa oficialista

Voces coinciden en que el dictador tiene claro que el tema no es fácil pues el partido es dominado por un modelo familiar que ha abierto grietas desde antes de 2018, después de 2018 y cuando inició el cuestionado cuarto mandato. Como consecuencia, Murillo tiene un futuro incierto.    

Daniel Ortega admitió que las pugnas internas en el Frente Sandinista ponen en riesgo un “relevo” en el partido, el que según anunció por primera vez, ya inició. “En sus manos va quedando esa bandera, poco a poco ustedes la van tomando”, dijo a los jóvenes que asistieron al acto de celebración del Día de los Trabajadores.

Varios analistas llamaron la atención sobre dos cosas relacionadas a ese discurso; lo primero es que Ortega habla de un tema que hace años era vedado dentro del partido y lo otro es que sabe que lo que “viene no es fácil”. Una tercera línea de análisis es que deja entrever que Rosario Murillo no será su sucesora. 

“Hablar de relevo dentro del frente es un problema”, dice desde el exilio el veterano guerrillero sandinista Moisés Hassan. “Por muchos años fue un tema prohibido, porque la familia Ortega Murillo, no se concibe fuera del poder. Pero ahora, es un régimen debilitado y  sostenido solamente por la fuerza de las armas y sin un Ortega al frente, cualquier cosa puede pasar”, advierte. 

Sobre las pugnas, Hassan tiene claro que el origen es que el partido dejó de ser lo que era porque Ortega permitió que Rosario Murillo lo convirtiera en una organización familiar, “casi monárquica” donde sólo la familia tiene poder. 

“Olvidaron que era una estructura surgida de una revolución armada y que quienes lucharon ahí, no iban a dejar de exigir los espacios ganados en esa lucha armada, ahora ¿quién los aparta? Rosario Murillo, una persona cuyo único mérito es que es la mujer de Daniel Ortega y que no tiene historia guerrillera, aunque han querido inventársela”, criticó Hassan. “Por eso es que muchos militantes la acusan de ser la causante de la división”, agrega.

Confrontación segura   

Ortega quiso suavizar lo que está pasando a lo interno del Frente Sandinista. Dijo que “el relevo va llegando en armonía, se va dando en armonía y no en confrontación”. Un exmilitante que pide hablar bajo reservas por miedo a la persecución, dice que la confrontación está instalada desde antes de 2018 y que con las acciones represivas contra los manifestantes de abril de hace cuatro años, solo “subieron de tono”. 

“El mayor problema ocurre cuando Murillo quiere sustituir a la vieja militancia con nuevos cuadros fieles a ella e ignora a la militancia de los 80 y 90 que sostuvieron el partido en malos tiempos. Cuando Ortega regresa al poder, les hace promesas que no les cumplieron y cuando surgen las protestas de abril recurren a ellos por su experiencia militar, los sacan del atolladero y Murillo vuelve a querer reducirlos, por eso es que las pugnas nunca se han resuelto”, explica. 

Asegura que por más llamados que haga Ortega, “las confrontaciones son seguras”. “Hay mucho descontento en las bases, muchos se han ido y han hecho público sus molestias, otros se han quedado y no quieren trabajar, han renunciado, otros apuestan a luchar en un bando u otro. Es lo que vive el Frente Sandinista actualmente”, señala. 

Y eso, Ortega lo sabe. Lo prueba el llamado que hizo a los veteranos que asistieron al acto este domingo y que ocuparon las primeras filas entre el reducido grupo que invitaron a la actividad que también fue televisada.  “El que alimenta la confrontación, entonces atenta contra la unidad de la familia sandinista (…)”, les dijo en lo que muchos ven una clara amenaza al sandinismo histórico. 

Vencidos por los años y su ambición de poder  

En noviembre de 2019 el fallecido Edén Pastora, agitó las aguas del partido cuando llamó a los sandinistas a pensar en un Frente Sandinista sin Ortega. El veterano guerrillero propuso que el partido debía modernizarse, recuperar el Congreso Nacional y darle poder para elegir a un sucesor de Daniel Ortega. Recordó Pastora que Ortega podría fallecer en cualquier momento debido a su edad: 76 años. 

Aunque Pastora anuló a Murillo en esa propuesta, también es cierto que a ella la edad también juega en su contra. En junio próximo cumplirá los 72.  “En todo caso si ella fuera la sucesora, sería por un tiempo muy corto y eso sólo profundizaría la crisis interna. No es una apuesta que Ortega quiera hacer”, asegura el exmilitante. 

La exsecretaria del Consejo de Liderazgo Sandinista del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ligia Gómez, dijo que “si los inconformes” a lo interno del Frente Sandinista supieran que no les viene persecución y cárcel, y hasta muerte, habría renuncias masivas. “Hay mucha inconformidad, muchas grietas”, dice Gómez quien ahora dirige el organismo Urnas Abiertas desde fuera del país. 

Hassan cree que Daniel Ortega ya debe estar pensando en un sucesor que “calme las aguas” y no ve que sea Rosario Murillo. “Actualmente hay mucha inseguridad dentro del frente y sin Ortega, eso aumenta. Y Murillo además de obsoleta, ha cultivado dentro a muchos enemigos y hay que decir que no sólo se trata de militantes, hablamos del capital sandinista que es mucho, los sandinistas ricos que han venido pidiendo un cambio en el que Ortega no ha cedido”, dice. 

Aunque el tema del sucesor todavía es impreciso, los consultados creen que Ortega ve a uno de sus hijos, más que a Murillo, por más ganas que ella tenga de llegar a la presidencia. “Al menos debe ser uno de los que no están sancionados”, dice el exmilitante. Para Hassan el problema del Frente Sandinista es de tiempo. “Ortega sabe que va contra reloj”, advierte.

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