Realizan bajada de San Jerónimo en Masaya pese al acoso policial

Al ritmo de filarmónicos, entre vivas y aplausos fue bajada la imagen de San Jerónimo, el patrono de Masaya este martes 20 de septiembre, pese al asedio y cerco policial que se mantuvo desde tempranas horas en las afueras de la iglesia San Jerónimo.

Este año, Tata Chombo como es conocida la imagen popularmente no recorrerá las calles de Masaya, después que la policía informara “que por razones de seguridad pública no estarían permitidas las procesiones en las festividades de esa ciudad”.

Esta es la segunda procesión que cancelan en el año, el pasado 13 de agosto la policía informó a  la Arquidiócesis de Managua que, por motivos de “seguridad interna”, no permitiría el desarrollo de una actividad planificada con motivo del Congreso Mariano y el final de la peregrinación de la imagen de Fátima.

¡Viva San Jerónimo! ¡Viva la iglesia católica! ¡Vivan los sacerdotes! gritó la feligresía que se congregó dentro de la iglesia, mientras esto ocurría, las afueras del templo estaban rodeadas por agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP), policías y paramilitares.

En algunas imágenes que circularon en redes sociales se observa un grupo de personas y filarmónicos a dos cuadras de la iglesia San Jerónimo, en el vídeo denuncian que  en ese momento la policía les impidió el acceso y no les permitió caminar hacia la iglesia.

También circuló la imagen del comisionado de Masaya Juan Valle Valle, quien junto a otros agentes de la policía esperó en el atrio de la parroquia de San Jerónimo y no ingresó al templo como lo hizo el pasado 19 de septiembre durante la bajada del copatrono de la ciudad San Miguel Arcángel, momento en que la feligresía que se encontraba participando de la actividad aprovechó para abuchearlo.

A través de sus redes sociales el jurista nicaragüense Yader Morazán señaló que “perturbar el derecho constitucional de manifestación de actos religiosos o ceremoniales, constituye delito y  usar uniforme no te exime”. Morazán, agregó que la policía en lugar de limitar ese derecho “está en la obligación de eliminar las condiciones que impidan su ejercicio”.

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una persecución directa en contra de la iglesia Católica, actualmente se encuentran ocho sacerdotes presos en Nicaragua y otros han tenido que exiliarse antes de ser secuestrados.