Qué son los humedales y por qué son indispensable para el futuro de Nicaragua

Más del 50% del agua que llega a las casas provienen de humedales, la mayoría del agua que se ocupa para regar cultivos como el arroz, caña, etc., es extraída de los humedales. 

Naciones Unidas específica que los humedales son ecosistemas donde el agua es el principal elemento, sustentan a la humanidad, a las plantas y a una diversidad de especies de animales como aves, peces y reptiles.

Hay diferentes tipos de humedales. Los de agua dulce como lagos, ríos, pantanos, acuíferos subterráneos y pastizales húmedos. Incluso hay humedales artificiales como presas, lagos artificiales y arrozales. También hay humedales de agua salada, estos son los ecosistemas de manglares, marinos y costeros, los deltas y marismas.

“Más de un mil millones de personas (una octava parte de la población terrestre) que viven en las zonas rurales y urbanas de todo el mundo depende de los humedales como modo de subsistencia “, afirma Naciones Unidas. 

En Nicaragua hay nueve humedales categoría Ramsar, un estatus que distingue a los humedales por su importancia internacional. Estos son: la laguna de Tisma en Masaya, el delta del Estero Real en Chinandega, Lago artificial de Apanás en Jinotega, Sistema Lacustre de Las Playitas, Moyúa y Tecomapa, Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos, Sistema de Humedales de San Miguelito, Refugio de Vida Silvestre Río San Juan. En la Costa Caribe hay dos, Reserva Biológica Cayos Miskitos y el Sistema de Humedales de la Bahía de Bluefields. 

Todos los humedales Ramsar abarcan una superficie aproximada de 400 mil hectáreas. Sin embargo, en Nicaragua hay 100 humedales que cubren un 20% del país, según datos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

Gran parte de los humedales categoría Ramsar y los humedales en general, están rodeados de ciudades y pueblos pequeños, principalmente en el Pacífico y la región Central. 

Deterioro de humedales es palpable

Una ecóloga que realiza investigaciones de avifauna en varios humedales de Nicaragua afirma bajo anonimato que el deterioro de los humedales que visitan es palpable. 

“Los humedales son sistemas dinámicos, varios factores intervienen en la situación de los humedales cada año, la primera es la intervención humana, la segunda es el estado de la cuenca hidrográfica y la tercera el tipo de invierno que tengamos.  La suma de esos factores te indica en qué estado vamos a encontrarlos. Desde hace 10 años que venimos observando los humedales tenemos años en que el deterioro es palpable y otros años donde hay una recuperación del espejo de agua impresionante, pero muchas veces las aves ya no regresan “, asegura.

A esos factores hay que sumarle la variabilidad climática y factores como La Niña, El Niño que al final determinan la calidad de los humedales, explica la especialista. “Los humedales ofrecen importantísimos servicios ecosistémicos, muchas comunidades dependen de los humedales, porque les brindan alimento, agua (pesca, por ejemplo) como el caso del municipio de Tisma. Empresas como las camaroneras dependen totalmente de los humedales para exportar camarones, que eran humedales naturales y ahora son una mezcla de humedales artificiales por la transformación que han sufrido a estanques “, destaca la ecóloga.  

Actividades que destruyen los humedales

La experta que dentro de las principales actividades que están destruyendo los humedales está el mal manejo. “Muchas veces tenes los impactos en el bosque cuenca arriba, en la zona de recarga, afectando a cientos de kilómetros de donde está el humedal, entonces a nivel municipal o intermunicipal se debe hacer un manejo con enfoque de ecosistema. Hay casos gravísimos donde han secado completamente lagunas para sustituirlas en cultivos de hortalizas a vista y paciencia de toda la ciudadanía, ese es el caso de Las Playitas en Matagalpa, que es uno de los sitios RAMSAR del país. La ganadería en el caso de Tisma y la producción de arroz que extrae agua de la laguna, la están destruyendo “, afirma. 

A su criterio no hay  humedales que estén protegiéndose activamente. “Por ejemplo, nuevamente tenés Tisma, es área protegida desde hace más de 35 años, es un sitio RAMSAR pero en ese refugio no encontrás una banca, un sendero, guardaparques (…) Tisma y una serie de áreas protegidas fueron declaradas hace exactamente 40 años, después de eso, poco se ha invertido en ellas o nada. Creo que hasta ahora nuestros recursos naturales no han sido prioridad “, enfatiza la investigadora.