"Continúa la lucha por la democracia y la justicia"

Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, quienes fueron desterrados de Nicaragua junto a 220 personas por la dictadura Ortega-Murillo, aseguraron este viernes en conferencia de prensa que están más comprometidos que nunca para continuar luchando por la democracia y la justicia de Nicaragua. 

“Por haber sido víctimas de la injusticia, porque no cometimos absolutamente ningún delito, y por haber visto esa farsa de sistema político, no podemos salir más que comprometidos para que haya un cambio hacia la institucionalidad, el respeto a los derechos humanos y a las libertades públicas ”, expresó Chamorro. 

El exaspirante a la presidencia, Juan Sebastián Chamorro, que estuvo detenido por un año y ocho meses en el Complejo Judicial Evaristo Pérez conocido como “El Nuevo Chipote”, aseguró que experimentar las condiciones inhumanas y las injusticias durante todo este tiempo aumentó en él un sentido del deber con Nicaragua. 

“Hay un sentimiento de parte de los que estuvimos presos de continuar esta lucha. Hay un sentido de comunidad de todos nosotros, un sentido del deber y de la responsabilidad y un compromiso de por vida para que Nicaragua no vuelva a sufrir estos abusos” añadió Chamorro. 

Por otra parte Félix Maradiaga dijo que aún no estaba listo para hablar sobre lo que sufrió durante 606 días en el Chipote, pero que esa experiencia lo mueve a seguir en la lucha por los derechos humanos.

"No estoy preparado para hablar con mayor detalle sobre las condiciones internas que estábamos viviendo dentro del Chipote, pero que simplemente diré que ningún ser humano debería estar en esas condiciones y precisamente por haberlas vivido estoy mas comprometido que nunca para que en Nicaragua finalicen ese tipo de arbitrariedades".

El destierro una medida medieval 

En su intervención Félix Maradiaga catalogó la decisión del régimen Ortega-Murillo de desterrar a las 222 personas como "medieval" señalando que estas formas de gobierno ya no se veían desde el imperio romano. 

"Algo que fue borrado del derecho internacional, como el destierro, está siendo nuevamente establecido en Nicaragua en una forma absolutamente ridícula. Despojar a alguien de su nacionalidad no tiene ningún sentido, ni nunca lo tendrá, es algo completamente inaceptable bajo cualquier perspectiva política o jurídica ", añadió Maradiaga.

Así mismo Jared Genser, abogado especialista en derechos humanos, quien ha brindado acompañamiento legal a Chamorro y Maradiaga explicó que en Nicaragua no existe ninguna instancia para impugnar esta medida, ya que Ortega controla la Asamblea Nacional, el Poder Judicial y el Tribunal Supremo de Justicia.

Para Maradiaga y Chamorro su mayor preocupación es el colapso de las instituciones democráticas y los derechos fundamentales de los nicaragüenses.

"Nos preocupa que después de esto haya una pérdida de interés global sobre lo que esta pasando en Nicaragua. Es mi principal preocupación porque aún hay personas presas políticas y aún los nicaragüenses están bajo represión" agregó Maradiaga.

La dictadura mantiene bajo prisión a 35 personas por razones políticas, entre ellas a Monseñor Rolando Álvarez, quien esté nueve de febrero se negó a salir de Nicaragua.

Noticias | "Continúa la lucha por la democracia y la justicia"