Cartilla de diversidad sexual es una contradicción, afirman activistas

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Una de las últimas marchas de la comunidad LGTBIQ+ que permitió la dictadura en 2016. • Foto: Onda Local

 

Este 30 de marzo de 2023 el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo presentó la cartilla “El derecho a elegir y el deber de respetar”. Darling Ríos, Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, afirmó en un programa de propaganda de la dictadura, que el objetivo principal de dicha cartilla, es promover el conocimiento sobre el tema de la diversidad sexual, además construir el reconocimiento y apropiación que las y los adolescentes y familias en general, necesitan.

Por su parte, Samira Montiel, Procuradora Especial de la Diversidad Sexual, en ese mismo programa, señaló que la cartilla representa un avance sin precedentes, “una acción que contribuye al proceso de restitución de derechos y cultura de paz”.

Aseguró que hay un modelo de derechos humanos que garantiza derechos sin discriminación y exclusión para todos y todas. Sin embargo, el reclamo de un activista, es que la Procuraduría Especial de la Diversidad Sexual no atiende las denuncias por agresiones y discriminación que ocurren en Nicaragua. 

La cartilla está conformada por 17 páginas, incluye un mensaje de la vicedictadora Rosario Murillo. El diseño es colorido, con ilustraciones que hacen referencia a las personas de la diversidad sexual. Escuetamente se habla del amor, respeto, diversidad, valores, etc.

Andrés, activista LGTBIQ+, integrante del Observatorio Violaciones de Derechos de Personas de la Diversidad Sexual, realizó un análisis de la cartilla. A su criterio el documento es una contradicción inmensa, porque en la práctica las políticas dirigidas a las personas de la diversidad son distintas a las que plasman en la cartilla.

En la cartilla no se menciona qué acciones se tomarán contra quienes violenten a una persona por su orientación sexual. Los hallazgos del Observatorio de Violaciones a los Derechos Humanos de las Personas LGTBIQ+ en Nicaragua, registró que, de enero a diciembre de 2022, hubo 39 agresiones, tres delitos de odio y un suicidio. Las víctimas fueron principalmente mujeres trans, homosexuales, lesbianas, mujeres y hombres bisexuales.

El activista comenta que la forma en que está redactado el documento da la impresión de que el llamado es a respetar a la diversidad sexual a nivel de los núcleos familiares. 

Destaca que en la cartilla se menciona que se debe respetar los sueños y deseos de las personas de la diversidad sexual, pero este discurso se contradice con las políticas públicas del régimen, porque en Nicaragua el Código de la Familia no reconoce como familias a personas del mismo sexo. “Eso es una contradicción, mientras por un lado decís que se deben cumplir tus sueños, por otro lado, no reconoces la convivencia de personas del mismo sexo”, asegura Andrés.

Para resolver esta contradicción el régimen tendría que reformar el Código de la Familia, algo que ve muy difícil, comenta Andrés.  “No veo posible, porque se han hecho varias iniciativas de ley para el reconocimiento de la identidad sexual, por ejemplo, y no se han aprobado”.

La dictadura está en deuda con las personas de la diversidad, porque nunca hay atención, investigación y justicia en los casos de discriminación sexual o agresiones físicas a personas no heterosexuales, destaca Andrés. Pese a que en el Código Penal vigente se castiga la discriminación por orientación sexual.

La inclusión es otro tema en el que el régimen sale aplazado y tampoco se menciona en la cartilla. Andrés asegura que la inclusión que el régimen práctico son los concursos de bellezas, que no son más que “circos” que estereotipan a la comunidad LGTBIQ+.

Los fundamentalismos religiosos versus la libertad

Andrés considera que la publicación de esta cartilla podría traer choques con el fundamentalismo religioso y la sociedad conservadora de Nicaragua. “Quizá cause revuelo, principalmente con la iglesia evangélica y podría retirar estas cartillas, como retiraron a los facilitadores judiciales de la diversidad sexual”, plantea el activista. 

“Juega a quedar bien con unos y con otros, pero solo reconoce derechos a la parte religiosa y conservadora, prueba de eso es la Ley 779, fue reformada por reclamos de los fundamentalistas religiosos”, enfatiza.

El activista señala que el diseño de la cartilla evidencia cuál es la visión del régimen sobre la diversidad sexual. “Nos ven como una carroza de carnaval, es una visión estigmatizante”, afirma Andrés ante el uso excesivo de colores pasteles y arcoíris en el diseño de la cartilla.

A su criterio estas acciones son una fachada que quiere vender el régimen a la comunidad internacional y las agencias de cooperación para que vean que hablan del respeto a la comunidad LGBTIQ+.

Sin embargo, considera que, para comenzar a transformar la mentalidad de la ciudadanía nicaragüense, deberían de iniciar con procesos de formación con perspectiva de diversidad sexual en las instituciones, centros de salud, escuela primaria y secundaria.

“Si quisieran hacer un impacto deben ir casa a casa para hablar del tema, se necesitan acciones más concretas”, puntualiza.

Por su parte, Ana Quirós, directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas) opina que no está claro cuál es el objetivo del régimen con este documento. 

“¿Qué busca? En ningún momento hay una explicación que ayude a entender a las personas de donde viene la diversidad sexual y cuáles son los problemas con los que se encuentran, parecer ser un mensaje de trátenlos bien, pobrecitos”, señala la experta. 

Replicó que el documento no explica nada y no da herramientas a las familias y las personas diversas sobre cómo aceptar su propia orientación. “En la adolescencia están en un periodo de definición de identidad y esa cartilla no da estrategia para afrontar esta etapa.  No va a producir efectos, no aporta ni un mecanismo de protección”, añadió. 

Considera que ha habido una manipulación de las personas de la diversidad sexual desde que el sandinismo llegó al poder, y no una restitución de derechos como quieren vender. 

“En el discurso reivindican el derecho a decidir, pero en la práctica no han hecho nada. Samira Montiel, la Procuradora Especial para la Diversidad Sexual no ha hecho nada más que repetir el discurso de la dictadura”, aseguró. 

Criticó que más bien el Código de la Familia, excluye de la protección legal a las familias no heterosexuales. “No ha hecho nada más que incluirlas en discursos y subirlas a tarimas”, concluye Quirós. 

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