¿Dónde la prevención?
- 27 Sep 2016
- 2:39 p.m.
Por Patricia Orozco A.
Los eventos naturales provocan muchas veces daños y desastres. En Managua -capital de Nicaragua, que acoge a la tercera parte de la población del país- se presentan en forma de terremotos, tormentas o lluvias copiosas. En otros departamentos, deslaves, huracanes y tsunamis.
Todas y todos recordamos los eventos de mayor impacto. En 1992, un tsunami en la costa del Pacífico con olas de casi diez metros de altura, causó 179 muertos, niñas y niños, en su mayoría. En 1998 el huracán Mitch, llamado “huracán del siglo”, provocó tres mil 200 muertes y daños por más de un mil 500 millones de dólares.
Nueve años después, 2007, el huracán Félix causó 159 muertes. En el caribe nicaragüense, en Sandy Bay, la destrucción que provocó este huracán fue total.
Pero, podemos hacer mucho para disminuir el impacto de estos y otros eventos naturales… algo fundamental es la prevención. Pero ¿qué se hace?
En la XV Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, se conoció que Nicaragua ocupa el quinto lugar entre los países más afectados por fenómenos climáticos extremos (1990-2008). Aunque los fenómenos naturales no siempre están directamente relacionados con el cambio climático, hay influencia de la acción humana sobre el clima y sus manifestaciones más violentas.
No podemos perder de vista la vulnerabilidad de las naciones empobrecidas ante los riesgos climáticos; y Nicaragua no escapa de ello. No obstante, poco hacen las autoridades en cuanto al ordenamiento territorial, entre otros.
Seguramente es más fácil brindar acompañamiento y asistencia inmediata por las “autoridades de la municipalidad, miembros de la promotoría solidaria y compañeros de los gabinetes de la familia” a las y los afectados por las lluvias y los fuertes vientos del sábado 24, de los Distritos V y VII de Managua como se señala en la web de la Alcaldía de Managua.
El “apoyo solidario” se dio para las familias de los barrios Los Cocos, Walter Ferreti y Lomas de Guadalupe. Según el Secretario de la Alcaldía, Fidel Moreno, un total de 17 barrios y 245 personas afectadas por los fenómenos citados.
Se desconoce -gracias al secretismo en la información oficial- si dichos barrios están contemplados en el “Plan Maestro de Desarrollo Urbano de Managua” que se ejecutará en coordinación con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, JICA, en 24 años, con un monto de 500 millones de dólares.
El “Plan Maestro de Desarrollo Urbano de Managua” fue presentado únicamente a cámaras empresariales del COSEP, universidades e instituciones del gobierno central en junio pasado, pese a que Fidel Moreno habló de trabajar bajo un modelo de diálogo y consenso; y de comenzar a trabajar la Managua del 2040.
Mientras tanto, las inundaciones en muchos barrios harán de las suyas. Es sabido que uno de los principales problemas del país es la ocupación territorial desequilibrada. Hay tendencia a la concentración poblacional, de servicios y actividades productivas en el Pacífico. Urge el de ordenamiento y desarrollo territorial con base en las unidades territoriales de la división política administrativa del país.
Además, la formación de la población para enfrentar con seguridad las lluvias y los vientos, pareciera no existir. Pese a que en el país se dice que existe una Política de Gestión Integral de Gestión del Riesgo a Desastres, de la cual su primer lineamiento se refiere a la “promoción de una cultura de prevención y preparación de la población ante los desastres: ejecutar acciones de capacitación y preparación de las familias nicaragüenses, que promuevan su protagonismo y el desarrollo de hábitos que contribuyan desde el hogar y la comunidad a reducir su vulnerabilidad ante los desastres”.
¿Dónde la prevención? ¿Sólo se atiende los eventos relacionados con huracanes, terremotos, deslaves y tsunamis? ¿Cuándo se atenderá lo estructural?