Daniel Ortega ordena el 50-50 en las jefaturas policiales

Siguiendo la retórica de promover el principio de equidad e igualdad de derechos y oportunidades, el dictador Daniel Ortega, ascendió del rango de comisionados mayores a comisionados generales a 19 cuadros policiales, 10 mujeres y 9 varones. El ascenso se dio mediante Acuerdo Presidencial 191-2023, firmado el 16 de septiembre y publicado en La Gaceta, Diario Oficial este 20 de septiembre.

El decreto de Ortega afirma que estos nuevos comisionados y comisionadas generales “se integrarán a las Co-Jefaturas (Mujer y Hombre), de las especialidades nacionales en la Policía Nacional”, nombrando a una persona de cada sexo en las principales jefaturas nacionales del aparato represor del régimen.

En el marco del 44 aniversario de fundación de la Policía, la institución represora ha ascendido a comisionados y oficiales en diferentes departamentos del país.

El primer artículo del Acuerdo Presidencial 191-2023, está redactado al estilo de Rosario Murillo, incluye el símbolo de la arroba para indicar equidad y una consigna de advertencia al final del mismo. El artículo en mención dice de manera literal: “Artículo 1. Ascender a 19 Comisionad@s Mayores a Comisionad@s Generales que servirán a las Familias de nuestro Pueblo, fortaleciendo el trabajo de Seguridad Ciudadana, de Lucha contra los delitos y la delincuencia organizada, y de defensa de la Paz como Patrimonio Legítimo del Pueblo nicaragüense... PORQUE CON LA PAZ NO SE JUEGA!”

La pareja dictatorial de Nicaragua se ha empeñado en promover la “participación equitativa”, principalmente en los cargos más importante de los diferentes poderes e instituciones del Estado, sin embargo diversos analistas han afirmado que la igualdad de la que hablan solo es retórica o está solo en el papel, pues quienes siguen teniendo cuotas de poder importantes son algunos hombres y que las mujeres no tienen poder de decisión, porque deben obedecer a estos, pero principalmente seguir las órdenes y lineamientos emanados desde El Carmen. 

En junio de 2010, Daniel Ortega, mediante Decreto Ejecutivo No. 29-2010, mandó a reformar el Reglamento de la Ley No. 648, Ley de Igualdad de Derechos y Oportunidades, en cuyo artículo 7, estableció que “Se garantiza la igualdad de derecho a optar a cargos de elección popular como una oportunidad a la que tienen acceso tanto hombres como mujeres, estableciéndose un porcentaje proporcional del 50% para hombres y 50% para mujeres a las elecciones Nacionales, Regionales, Municipales y del Parlamento Centroamericano.”

De igual forma se ordenó que en el Poder Judicial se equiparara la cantidad de magistrados y otros funcionarios de alto rango. La dictadura también ha promovido el “principio de equidad” en otras instancias gubernamentales, convirtiendo a Nicaragua en un país con copresidenta, coministras, codirectoras, entre otros cargos.

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Para las votaciones municipales de 2012, el Consejo Electoral orteguista, notificó a los partidos políticos que la disposición legal del 50-50. sería de obligatorio complimiento. Posteriormente, en la última farsa electoral municipal, llevada a cabo en noviembre de 2022, el partido gobernante se apoderó del 100% las alcaldías del país bajo la misma dinámica.

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El 9 de febrero de este año, Ortega propuso reformar la Constitución para nombrar a su esposa, la vice dictadora Rosario Murillo, como “copresidenta de la República”. Ortega, dirigiéndose al presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, dijo que “habrá que hacer algunas reformas a la Constitución” para que “quede establecido el principio de la copresidencia”.

Algunos sectores de oposición han señalado que Murillo, por equipararse a Ortega en el cargo de presidente, es quien se ha obstinado en promover la falsa equidad en las diferentes instituciones del Estado.