Elecciones sin legitimidad
- 31 Oct 2016
- 2:47 p.m.
Votar era sinónimo de poder en Nicaragua. En 1990, miles de nicaragüenses, con su voto, le dieron un chance a la paz, cambiaron diez años de guerra impuesta y eligieron como presidenta a Violeta Barrios de Chamorro. Luego de dieciséis años de gobiernos neoliberales, nuevamente con su voto, miles de nicaragüenses optaron por el retorno alpoder de Daniel Ortega. Pero, el poder de los votos para favorecer procesos de cambios se ha tirado por la borda. El sistema electoral controlado por el partido de gobierno, Frente Sandinista de Liberación Nacional, no genera confianza.
Onda Local realizó un debate acerca de la participación en un proceso electoral sin legitimidad, que contó con la participación de Mar Pilz, bloguera de Política-Mente Incorrecto; Melvin Sotelo, sociólogo y Haydée Castillo del consorcio de Observación Electoral.
Un estudio de opinión, realizado por M&R entre el 19 y el 23 de octubre, en distintas zonas del país, indica que casi la mitad de la población nicaragüense confían en la transparencia de las votaciones.
No obstante, diversos grupos han calificado el proceso como “farsa electoral” y han expresado que no hay por quién votar. El reportaje especial "Cedulación: Otra pieza del poder absoluto de Ortega" muestra que la carrera de Daniel Ortega para llegar a ser presidente por tercera vez consecutiva y con su esposa Rosario Murillo en la fórmula ha sido a costa del Estado de Derecho. Hay control de la Justicia, el Legislativo y los procesos electorales. Y cómo se eso no bastara, destituyó a diputados opositores y apartó del proceso a la Coalición Nacional por la Democracia.
La vocación de poder hegemónico del orteguismo comenzó a instalarse en Nicaragua desde el pacto con el ex presidente Arnoldo Alemán, en 1999. Los caudillos se repartieron los cargos en el Estado y acordaron la reforma constitucional en el 2000, que permitió la modificación electoral que llevó a Ortega a la presidencia: redujo el porcentaje de votos para llegar al cargo, señala la investigación de Onda Local.
En esta línea de tiempo, Onda Local muestra cómo Daniel Ortega ha violentado el Estado de Derecho para imponer su reelección idefinida.
" En las próximas elecciones presidenciales Daniel Ortega será juez y parte. Tiene el control total del proceso electoral y el órgano que regula las elecciones. El Consejo Supremo Electoral (CSE) está constituido por diez magistrados fieles a Daniel Ortega: Roberto Rivas, magistrado desde 1995, presidente del poder electoral y señalado por la oposición como el principal artífice del fraude electoral de 2008 y 2011, para favorecer al FSLN; Lumberto Campbell Hooker fue secretario para asuntos de la Costa Caribe del FSLN y coordinador del Consejo de Desarrollo para la Costa Caribe; Emmett Lang es de la vieja guardia del FSLN y coronel en retiro del Ejército de Nicaragua. A la lista se suman Judith Silva, Mayra Salinas y Norma Moreno, fieles a Daniel Ortega, y otros nombrados por una Asamblea afín", destaca la investigación de Onda Local.
La instancia electoral controlada por el FSLN nombra a los Consejos Electorales Regionales, Departamentales y Municipales, de ternas propuestas por los partidos políticos, quienes coordinan con las oficinas municipales de cedulación. Estas instancias son copadas por militantes del FSLN o por miembros de partidos aliados.
El Grupo de los 27, integrado por líderes políticos y de la sociedad civil, emitieron un pronunciamiento donde denuncian que el Cosnejo Supremo Electoral (CSE) realizará elecciones excluyendo, mediante artimañas, a las principales fuerzas políticas de oposición”. El documento señala que solamente la convivencia democrática asegura el respeto al Estado de Derecho.
“ Sin elecciones honestas no es posible la convivencia democrática”, advierte el documento. Además, repudia la farsa electoral que ha impuesto el partido gobernante, por lo que sus resultados carecerán de legitimidad.
Partidos sin propuestas serias
Los partidos políticos que están participando en esta contienda electoral se están despuntando cuotas de poder. No le están proponiendo a la sociedad nicaragüense ningún programa serio que responda a problemas cruciales del país, aseguró María Teresa Blandón, del Movimiento Feminista de Nicaragua, al presentar su posicionamiento acerca de la coyuntura del país.
"No hemos escuchado ni del partido de gobierno, ni de las mil fracciones liberales, ninguna articulación de propuesta con soluciones pertinentes a problemas cruciales como la pobreza, tierra para las mujeres, el conflicto agrario de gran escala que hay en la Costa Caribe, la violencia machista y el desempleo; para que la mayor parte de la población joven tenga oportunidades y esperanza para no irse de este país”.