Continúa aversión de la dictadura contra la iglesia y fieles católicos
- 14 Mar 2024
- 12:02 p.m.
Cada año miles de promesantes visitan el santuario de Jesús del Rescate en Popoyuapa Rivas. En la gráfica un promesante carga una cruz en su silla de ruedas. • Foto: Santuario de Jesús del Rescate
La abogada e investigadora católica, Martha Patricia Molina, recordó en sus redes sociales, que en ocasión del cumpleaños del cardenal Leopoldo Brenes, el 7 de marzo pasado, Rosario Murillo se llenó la boca de palabras conciliadoras al expresar que la etapa de los “cristales rotos” con la Iglesia católica en Nicaragua había terminado.
En el saludo al cumpleaños del prelado, Murillo refirió que “nos comprometemos todos a trabajar duro por el respeto, el encuentro, en una cultura de justicia, concordia y liberación de todo mal”.
Sin embargo, la persecución y ataques contra la iglesia no se detiene. La dictadura a través de la policía, prohibió nuevamente las procesiones religiosas propias de la cuaresma y la Semana Santa y más recientemente, el recorrido que hacen año con año, las carretas peregrinas desde varios municipios de Masaya, Granada y Carazo hasta el Santuario de Jesús del Rescate, en Popoyuapa, Rivas.
Diversas fuentes vinculadas a la iglesia católica, así como tradicionalistas y promesantes, confirmaron esta semana a diferentes medios de comunicación independientes, la prohibición impuesta por la policía orteguista para que las carretas peregrinas que visitan el santuario de Jesús del Rescate en Popoyuapa Rivas, se abstengan de hacer el tradicional recorrido religioso.
“Pensé que la persecución había terminado y que los tambores de paz habían regresado.... ¿Qué le pasará a la dictadora? amaneció temperamental?” cuestionó Molina al conocer la prohibición del recorrido de las carretas promesantes.
El recorrido de las carretas peregrinas, según registros históricos, tiene ya más de 350 años de tradición.
El 24 de marzo del año pasado, el oficialista Canal 4, destacó en una nota sobre el peregrinaje, el fervor y la devoción de doña Leonarda Gaitán, una señora de 101 años, habitante de la comarca Quebrada Honda de Masaya, que confesó hacía el recorrido en su carreta desde que era una niña de ocho años.
Al día siguiente, el 25 de marzo, el también propagandista gubernamental Canal 13, destacaba el avance de las primeras 150 carretas acercándose al santuario: “Su fe, su amor, su devoción y pagar sus promesas por los milagros obtenidos hizo llegar a estas personas hasta el departamento de Rivas y ya se encuentran ubicados en la comunidad de Ochomogo” destacaba el canal de televisión oficialista en alusión a las personas promesantes.
El medio oficialista resaltaba, además, con la característica retórica populista, que el gobierno estaba garantizando “alimentación y salud gratuita a las familias peregrinas”.
Pero ahora a la dictadura nada de eso le importa
Cualquier expresión de fe es intervenida por el brazo represor del régimen, que sigue con devoción el guión de la vicedictadora que vocifera de manera viperina y con saña contra la iglesia y sus líderes.
Sin embargo, la feligresía católica sabe que la persecución que vive la iglesia católica nicaragüense actualmente, no será para siempre, un día terminará y quedará como un mal recuerdo, por eso no se cansa de repetir la ya popular frase “la Iglesia siempre ha visto pasar el féretro de sus perseguidores”.