Mujeres migrantes afrocaribeñas: la tenaz lucha por la inclusión y sus derechos

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Ser mujer negra y además migrante o exiliada de origen nicaragüense, constituyen barreras a su bienestar y al goce de sus derechos. • Foto: Duyerling Ríos / Onda Local

Para toda persona, migrar, cuando se hace para huir de una situación calamitosa en el propio lugar de origen, muchas veces es un suplicio, sobre todo cuando ese desplazamiento del lugar habitual a otro prácticamente desconocido es forzado por circunstancias extremadamente adversas.

Pero cuando las personas que migran pertenecen a segmento de población que forma parte de grupos minoritarios o que culturalmente tienen características diferentes a las de la mayoría, el martirio de la migración se hace mayor, pues estas personas, por su condición, generalmente son víctimas de discriminación, desprecio, estereotipos, entre otros antivalores sociales en el lugar de destino. El sacrificio se agiganta cuando estas personas que migran, además de ser de una etnia o raza diferente, son también mujeres. 

La discriminación por asuntos de género se suma a las otras formas de discriminación que sufren estos grupos poblacionales minoritarios, y es precisamente lo que ocurre con las mujeres indígenas y afrodescendientes que buscan oportunidades fuera de los límites geográficos de su lugar de origen.

El Grupo de Trabajo de Expertos sobre Afrodescendientes de las Naciones Unidas señala que: “La relación entre el origen racial o étnico, la condición social y económica y la ciudadanía implica que migrantes, refugiados y solicitantes de asilo afrodescendientes de todo el mundo, al igual que otros grupos que sufren discriminación racial, se encuentran a menudo en situaciones extremadamente vulnerables.”

No obstante, pese a toda la amalgama de adversidades que enfrentan, muchas mujeres afrodescendientes, que llevan consigo el carisma y el liderazgo, superan obstáculos y se reinventan con fuerza y determinación, pero sin renunciar a sus raíces, para enfrentar las adversidades en el país de acogida.

La Organización de Naciones Unidas advierte que las mujeres indígenas y afrodescendientes que migran, se enfrentan a una triple discriminación, debido a su género, su situación de pobreza y su condición étnica o racial.

Migración de afrodescendientes nicaragüenses a Costa Rica se remonta a varias décadas

Una mujer afrodescendiente originaria de la Costa Caribe Sur de Nicaragua, relata que la población afrodescendiente de Nicaragua en Costa Rica, data de antes de la década de los ochenta, aunque generalmente se cree que las primeras personas migrantes del Caribe nicaragüense llegaron a la vecina nación del sur, durante los años ochenta huyendo de la guerra y de la pobreza que asoló al país durante esa década.

La mujer que accedió hablar con Onda Local, también reconocida como defensora del medio ambiente y de los derechos humanos de los pueblos indígenas y afrodescendientes, ha recopilado parte de la historia de los migrantes caribeños.

Ella relata que la mayoría de la población negra de la Costa Caribe nicaragüense radicada en Costa Rica, se encuentra concentrada en el Caribe Sur costarricense, desde Limón hasta Puerto Viejo de Talamanca, donde habita la población afro costarricense. “Se encuentran asentadas en el Caribe Sur, por la dinámica y la compatibilidad de las formas de vida, la convivencia que se encuentran cerca del mar Caribe y cuya vida o cuyos ingresos se basan también en del mar, en la pesca artesanal e industrial” explica.

Respecto a la cantidad de personas migrantes de la Costa Caribe llegadas a Costa Rica huyendo de la represión de la dictadura Ortega Murillo, la lideresa costeña refiere que se desconocen datos precisos. “No hay muchos datos de personas afrodescendientes que han migrado o que se han visto obligada a exiliarse de Nicaragua hacia Costa Rica por cuestiones políticas” asegura.

Además, reitera que las migraciones de afrodescendientes han sido empujadas en el pasado, por las crisis generadas por la guerra y la posguerra, o con el afán de mejorar la situación económica. 

La activista afrodescendiente reveló que, ante la falta de registros o información actualizada sobre población migrante caribeña, la organización indígena Prilaka, está trabajando una iniciativa de censo para determinar cuántas personas hay asentadas en Costa Rica por diferentes motivos. “Lo más importante es poder segregar, para conocer cuántas de esas son afro, cuántas son indígenas, cuántas vinieron luego de 2018; pero también cuántas de estas personas permanecen acá antes de 2018, y cuántas tiene 10, 15, 20 o más años de estar acá (en Costa Rica)”.

El Plan de Acción del Decenio de las y los Afrodescendientes en las Américas (2016-2025), que surge de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI), de la Organización de Estados Americanos (OEA),  recomienda “Incorporar la variable afrodescendiente en la recopilación de datos estadísticos sobre poblaciones migrantes, refugiados y solicitantes de la condición de refugiado que sirvan como base para establecer políticas públicas para su inclusión económica y social y el efectivo ejercicio de sus derechos”.

Mujeres afrodescendientes primero optan por la migración interna

Si bien, tampoco hay datos fidedignos sobre la migración de mujeres afrodescendientes, para esta migrante, la población afro que decide salir de su lugar de origen, lo hace primero a nivel interno, algunas a nivel regional y otras se desplaza hasta Managua por motivos laborales.

“Primeramente migran a lo local puede ser a nivel de la región, desde Bluefields donde se encuentra mayormente asentadas, o desde Corn Island, hacia Nueva Guinea porque ahora hay personas negras en Nueva Guinea, mujeres afros; pero también migran hacia Managua por cuestiones laborales, entonces su primer ciclo de migración es a nivel interno” explica.

Efectivamente la migración desde el Caribe hacia la zona del pacífico nicaragüense es cada vez más notoria. Estos movimientos migratorios son generalmente impulsados la búsqueda de mejores oportunidades económicas y la huida de desastres naturales.

Si bien no hay estadísticas fehacientes sobre la migración de población caribeña hacia el exterior, la migración de personas originarias de las Regiones Autónomas, principalmente hacia Honduras y Costa Rica es cada vez mayor.

Principales obstáculos en Costa Rica

La migrante caribeña refugiada en Costa Rica, refiere que los principales obstáculos que encuentran las mujeres afro en este país son el racismo, la discriminación y la exclusión. Advierte sin embargo que esto no solo sucede con las mujeres originarias de la Costa Caribe nicaragüense que están en Costa Rica, sino con la misma población afrodescendiente del Caribe costarricense.

En ese sentido explica que, si bien en Costa Rica hay algún nivel de representatividad de mujeres negras en algunas instituciones del Estado, dicha inclusión carece de autenticidad, pues son puestas ahí solo para cumplir con una cuota y no precisamente porque se les tome en cuenta a conciencia sus derechos de participación.

“Por ejemplo, la Asamblea tiene diputadas negras, la Secretaría de Asuntos de Juventud en Costa Rica es una persona afro; pero hay otras personas que no están en los espacios de toma de decisiones políticos” aduce a la vez que advierte que en Costa Rica ocurre lo mismo que en Nicaragua, pues muchas mujeres que participan en espacios de toma de decisión o tienen representatividad en las instituciones del Estado, “están ahí por una cuestión de requisito y no por una cuestión de visibilidad”.

Reconoce que el caso de Nicaragua el asunto está revestido de mayor gravedad dada la falta de institucionalidad, considera que lo que se pudo avanzar en materia de inclusión años atrás, en los últimos años se ha echado a perder.

A su criterio, las mujeres negras que están ocupando espacios en las instituciones y organizaciones, lo hacen para llenar una cuota de representatividad porque los organismos financieros internacionales y agencias de cooperación, exigen como requisito que haya una representatividad de población originaria para poder desembolsar fondos. Por tanto, estas no tienen poder de decisión, “detrás de ellas hay hombre tomando las decisiones, hay personas blancas tomando decisiones” aseveró.

Nica, negra y mujer, tres condiciones desfavorables para las afro en Costa Rica

Las expresiones de xenofobia y discriminación en contra de las personas migrantes nicaragüenses en Costa Rica son frecuentes.

La migrante afrocaribeña resalta que la radicalización, aunada a factores como los estereotipos y prejuicios que se generan alrededor las mujeres migrantes de origen caribeño, constituyen condiciones adversas para la convivencia con la población local.

Ella explica que, para las migrantes afrodescendientes en Costa Rica, ser mujer, ser negra y además ser migrante o exiliada de origen nicaragüense, constituyen barreras a su bienestar y al goce de sus derechos, dado que la estigmatización bajo estas condiciones sociodemográficas, tiende a exacerbarse en algunos sectores radicales que rechazan a las personas migrantes.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advierte en un informe sobre la situación de las personas afrodescendientes en América Latina que “se puede decir que las discriminaciones sufridas por las mujeres afrodescendientes, como resultado de experimentar diversas identidades, no son simplemente una sumatoria de discriminaciones, en realidad consisten en la confluencia de diversos factores que se potencian al experimentar simultáneamente el racismo y el sexismo”.  Asimismo, refiere que tales discriminaciones se potencian entre sí generando otras que se traducen en menos oportunidades de desarrollo y por tanto en situación de mayor pobreza.

Por su parte, la Organización Internacional para la Migraciones (OIM), en un artículo sobre la migración de personas nicaragüenses refiere que “es importante gestionar la migración para evitar que los derechos de los migrantes sean violentados”. En la misma vía la IOM destaca que  “las etapas del proceso migratorio son interrelacionadas e implican una diversidad de actores, asociaciones y políticas migratorias en niveles diferentes. Los complejos conjuntos de relaciones muestran la necesidad de una gestión de la migración que considera las relaciones entre los migrantes y cuestiones sociales, económicas y políticas.”

Las demandas históricas de la comunidad afrodescendiente

Pese a la condición de migrantes, las personas afrodescendientes, como toda persona que abandona su país, esperan un día regresar a su lugar de origen, por eso no renuncian a sus raíces, sus costumbres y su idiosincrasia, pero también a las demandas por las que históricamente han venido luchando.

En cuanto a las demandas históricas del pueblo afrodescendiente del Caribe nicaragüense, la lideresa afro, plantea como la principal, el reconocimiento al derecho a la tierra, “que se le reconozca a las personas negras, que también tienen un territorio ancestral, que no está titulado aún porque la narrativa es que las personas negras no tenemos tierra” manifestó.

Reiteró que el Estado y la sociedad nicaragüense deben cambiar esa narrativa de que las personas afrodescendientes no tienen tierra. “Obviamente no somos pueblos originarios, somos comunidades étnicas y ya conocemos la historia de la población negra; pero primero que se nos reconozca un territorio titulado” demandó.

De igual forma recordó que en el caso de Bluefields, la capital de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, la comunidad afro todavía no cuenta con un título de propiedad, porque, según sus palabras, “hubo una negociación de por medio, razón por la cual actualmente no hay un reconocimiento pleno de la territorialidad de la población negra ancestral”.

Mujeres afrodescendientes y sus necesidades prioritarias no atendidas

La migrante afro, hizo hincapié en que estas demandas históricas, junto a otras contemporáneas, son también demandas urgentes para las mujeres. En ese sentido afirmó la mujer negra también trabaja la tierra y además ejerce un mandato universal de crianza y de cuidado, pero también vela por el entorno natural, por ello es perentoria la necesidad de reconocimiento de estas mujeres sobre la tierra.

Por otro lado, mencionó como necesidades no atendidas o atendidas a medias, el tema de la educación en la lengua materna y el acceso a la salud publica en forma integral. Esta última necesidad, siendo una de las prioritarias, lamentablemente no es atendida como debería ser en su propio país, pero también es de difícil acceso en el país de acogida.

En conclusión, las mujeres migrantes afrodescendientes cuyo origen geográfico es la Costa Caribe nicaragüense, dadas sus características identitarias, culturales y raciales, enfrenta en el exterior mayores dificultades, que el resto de la población migrante del país. No obstante, la resiliencia y resistencia, como heredad de sus ancestros, las mantiene en píe de lucha ante la defensa de sus derechos como ciudadanas del mundo.

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