Murillo obliga a empleados públicos a marchar “por la paz”

La codictadora de Nicaragua Rosario Murillo, anuncio a través de sus medios de propaganda, que este martes 22 de abril se estarán realizando marchas "por la paz" en todo el país, como parte de las actividades con las que el régimen pretende opacar la conmemoración de las protestas ciudadanas de abril 2018, que fueron reprimidas a palo y fuego por la Policía y fuerzas de choques con apoyo del Ejército.

“Vamos a caminar por todo el país, diciendo la paz vivimos, la paz urgimos, la paz necesitamos en el mundo entero, la paz es con nosotros", recitó Murillo el lunes en su acostumbrada alocución en medios oficiales.

La codictadora repitió su amenazante y ya trillada frase “con la paz no se juega”, misma que parapolicias juramentados en febrero pasado adoptaron como eslogan.

"Compañeros, compañeras (…), vamos a estar caminando por la paz en todo el país, diciendo la paz es nuestra, con la paz no se juega, la paz es nuestro derecho, nuestro patrimonio, nuestra heredad, la paz tiene que ser firme y duradera", repitió Murillo a la vez que añadió que proclama y defiende la paz como verdad suprema y absoluta.

Servidores públicos obligados a marchar

No obstante, la dictadura que Murillo encabeza junto a Daniel Ortega, no deja en paz a las personas trabajadoras de las instituciones públicas ya que están obligadas a participar de estas marchas bajo amenaza de perder sus empleos e incluso ir a la cárcel si se resisten a participar o desobedecen la orden “de arriba”. Así lo han denunciado personas empleadas públicas cada vez que el régimen convoca a movilizaciones políticas.

Murillo llama a practicar el amor cristiano a la vez que amenaza a sacerdotes

Por otro lado, Murillo hizo alusión al amor cristiano, con mensajes contradictorios con su práctica persecutoria contra la iglesia católica y sus líderes.

“Nos abrazamos todos, comprometidos con la paz, comprometidos con el amor cristiano, comprometidos con las enseñanzas, las prácticas de las enseñanzas de Jesucristo, nuestro rey, nuestro príncipe del amor de nuestros amores", arengó la vice tirana de Nicaragua, misma que durante la cuaresma mandó a efectivos policiales a prohibir las procesiones y ritos religiosos propios de la cuaresma y la Semana Santa, quienes amenazaron con cárcel a los religiosos que se atrevieran a desobedecer.

En ocasión del séptimo aniversario de la rebelión ciudadana de abril de 2018, La dictadura Ortega Murillo ha organizado una serie de actividades con las que pretende borrar la memoria de las protestas que fueron reprimidas dejando más de 300 personas asesinadas por el brazo represor del régimen, apoyado por parapolicias y paramilitares. Las actividades iniciaron el propio primero de abril con música, dianas y caravanas de motorizados que recorrieron las calles incluso antes de despuntar el alba. En su obstinación el régimen también promulgó a través de la Asamblea Nacional una ley que declara abril como el mes de la paz.

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