Día Internacional de las Personas Trabajadoras: una jornada de memoria y reivindicación
- 01 May 2025
- 7:50 p.m.
- San José, Costa Rica
El primero de mayo, más de 80 países del mundo conmemoran el Día Internacional de las Personas Trabajadoras, una fecha que rememora la histórica lucha por los derechos laborales y visibiliza los desafíos persistentes que enfrentan millones de personas trabajadores, tanto en el empleo formal como en el informal. En el caso específico de Nicaragua, el salario mínimo sigue siendo paupérrimo.
La conmemoración tiene sus raíces en Estados Unidos, tras una huelga de trabajadores iniciada el primero de mayo de 1886 en Chicago. Estos exigían una jornada laboral de ocho horas. Las protestas derivaron en una violenta represión que culminó tres días después en los trágicos sucesos conocidos como la "Revuelta de Haymarket", donde varios trabajadores y policías murieron tras la explosión de una bomba. Como homenaje a los llamados “Mártires de Chicago”, se declaró el 1 de mayo como día de lucha y celebración para la clase trabajadora.
Paradójicamente, aunque el movimiento obrero estadounidense originó esta fecha, en Estados Unidos no se conmemora oficialmente el Día del Trabajo el 1 de mayo. En cambio, se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre como una estrategia de desmarcarse de los movimientos sociales que habían adoptado el 1 de mayo como símbolo de lucha. Así, la nueva fecha buscaba también reducir el potencial de movilización obrera durante esa jornada.
Realidad laboral en cifras
Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2024), más del 60% de la población ocupada en América Latina se encuentra en el sector informal, sin acceso a seguridad social ni estabilidad laboral. En Centroamérica, esta proporción es aún más elevada. Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indican que en países como Honduras y Guatemala, más del 70% del empleo es informal.
En Nicaragua, el panorama no es más alentador. El Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) y el Banco Central de Nicaragua señalan que alrededor del 75% de la población económicamente activa se desempeña en el sector informal, lo que ubica al país entre los más afectados de la región en esta materia. Aunque existe una legislación laboral que garantiza ciertos derechos, su aplicación es limitada fuera del sector público y de grandes empresas formales. Además, persiste la violación a los derechos laborales y no se permite la libertad sindical.
Reflexión y demanda
Centroamérica requiere de reformas profundas que garanticen trabajo digno, salarios justos, protección social universal y condiciones laborales que respeten la vida y la salud de quienes sostienen las economías con su esfuerzo diario.
Mientras tanto, la brecha entre el trabajo formal e informal sigue siendo uno de los mayores retos estructurales de la región, afectando especialmente a mujeres, jóvenes y personas en situación de pobreza.