Dictadura Ortega Murillo: Vivo se lo llevó, muerto lo entregó

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha entregado el cuerpo sin vida del preso político Mauricio Alonso, quien fue detenido el pasado 17 de julio de 2025 en el departamento de Carazo. La noticia fue denunciada el lunes 25 de agosto de 2025 por el Instituto Segovia para el Liderazgo y la Transformación Social en el Exilio Político.

Alonso fue capturado junto a su esposa e hijo cuando encapuchados irrumpieron en su vivienda la noche del 17 de julio, en el marco de redadas previas a la conmemoración del 19 de julio, día en el que el sandinismo conmemora la caída de la dictadura somocista. Aunque su esposa fue liberada el mismo día, Alonso y su hijo permanecieron detenidos.

Desde el momento de la detención, los familiares de Alonso emprendieron una búsqueda exhaustiva en diversas cárceles y hospitales del país, sin obtener información alguna sobre su paradero. La incertidumbre concluyó el lunes 25 de agosto de 2025, cuando el Instituto de Medicina Legal contactó a la familia para notificarles la entrega del cadáver del opositor.

El Instituto Segovia para el Liderazgo y la Transformación Social en el Exilio Político ha calificado este hecho como un "crimen de lesa humanidad", señalando que se suma al registro de investigaciones del Grupo de Expertos de Naciones Unidas sobre los crímenes del régimen.

Mauricio Alonso era una figura conocida en la oposición; fue presidente del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), ahora UNAMOS, en el departamento de Carazo. Además, mantenía una estrecha amistad con el pastor Rudy Palacios Vargas, quien también fue detenido el 17 de julio en el mismo departamento.

Previo a su detención, Alonso había sido objeto de asedio policial y vigilancia permanente por parte de políticos locales. Se sabe que la Policía realizaba "visitas" en su domicilio, una práctica común hacia otros opositores, y que estaba bajo control, lo que implicaba reportarse constantemente y la prohibición de salir del país.

Estados Unidos condena crimen 

La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos manifestó en una publicación en X que no “tolerará tal crueldad y ni olvidará este crimen”.

“Horrorizados por la inhumanidad de la dictadura Murillo-Ortega. Las autoridades devolvieron el cuerpo sin vida de Mauricio Alonso, un defensor nicaragüense de la libertad religiosa, a su familia hoy. La dictadura detuvo injustamente a Alonso y lo mantuvo incomunicado durante un mes, hasta su muerte. Esta tragedia ocurrió bajo la mirada de Murillo-Ortega”, dice la publicación.