Las 5 fases que explican cómo se forma un ciclón tropical, según la NOAA
- 10 Oct 2025
- 12:50 p.m.
Cada año, la temporada de huracanes en el Atlántico y el Pacífico oriental suscita la misma interrogante: ¿Cómo se forma exactamente un ciclón tropical? La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) aclara que estos fenómenos meteorológicos no surgen de forma repentina. Por el contrario, pasan por una serie de fases claramente identificables, evolucionando progresivamente desde una simple perturbación hasta convertirse en un poderoso huracán.
“Un ciclón tropical es, en esencia, una máquina de calor que se alimenta de la energía del océano”, resume la NOAA en su guía pública sobre huracanes. Para que se desarrolle, el mar debe estar a por lo menos 26,5 °C en los primeros 50 metros de profundidad. Esa temperatura permite que el aire húmedo ascienda, se condense y libere energía, creando un círculo de retroalimentación que puede derivar en un sistema cada vez más organizado.
Las 5 fases esenciales del desarrollo de un ciclón
- Perturbación tropical: Todo inicia con una zona amplia de nubosidad y tormentas desorganizadas, generalmente asociadas a una onda tropical que se desplaza de este a oeste. En esta etapa aún no existe circulación cerrada ni organización.
- Depresión tropical: Cuando la nubosidad logra generar una circulación cerrada en superficie, el sistema pasa a llamarse depresión tropical. Sus vientos sostenidos no superan los 62 km/h, pero ya puede producir lluvias intensas.
- Tormenta tropical: Si los vientos aumentan entre 63 y 118 km/h, se clasifica como tormenta tropical y recibe un nombre oficial de la lista anual preparada por la Organización Meteorológica Mundial. “Aunque no se trate de un huracán, una tormenta tropical puede ocasionar inundaciones y daños significativos”, advierte la NOAA.
- Huracán: La transición a huracán ocurre cuando los vientos sostenidos alcanzan 119 km/h o más. En ese momento el sistema desarrolla un ojo bien definido, rodeado de la llamada pared del ojo, donde se concentran los vientos más fuertes y la lluvia más intensa. La escala de Saffir-Simpson clasifica a los huracanes en cinco categorías, desde la categoría 1 (119–153 km/h) hasta la devastadora categoría 5 (252 km/h o más).
- Ciclón post-tropical o remanentes: No todos los ciclones mueren al tocar tierra. Muchos evolucionan en lo que la NOAA denomina ciclón post-tropical, que puede ser una baja presión extratropical (asociada a frentes fríos) o un remanente de nubosidad y lluvias sin circulación organizada. “Aun sin ser tropicales, estos sistemas pueden seguir produciendo precipitaciones intensas, marejadas y vientos dañinos”, subraya la agencia.
Un proceso complejo y variable
La NOAA recalca que no todas las perturbaciones llegan a convertirse en ciclones tropicales. Factores como la cizalladura del viento, la humedad ambiental y la temperatura oceánica influyen en su evolución. Además, el tiempo de desarrollo puede variar, algunos sistemas se organizan en cuestión de horas, mientras otros nunca llegan a fortalecerse.
“Comprender estas fases no solo tiene valor científico, sino que es fundamental para preparar a la población costera ante los riesgos que representan”, destaca la agencia.
En la temporada 2024, por ejemplo, se registraron 20 tormentas con nombre en el Atlántico, de las cuales 7 se convirtieron en huracanes, dos afectaron directamente Centroamérica, Sara y Nadine.
Desde una perturbación hasta un ciclón post-tropical, los efectos pueden ser diferenciados en cada país centroamericano.
Actividad ciclónica en Centroamérica
La tormenta tropical Jerry se encuentra avanzando sobre las Antillas Mayores, con altas posibilidades de convertirse en huracán (categoría 1) en las próximas horas, mientras sigue su rumbo con dirección norte, sin considerarse una influencia directa sobre territorios de la región.

Asimismo, han incrementado las precipitaciones en diferentes zonas de Centroamérica, debido a la corriente del monzón que actualmente se mantiene entre Costa Rica y Nicaragua, el ingreso de varias ondas tropicales y sistema de baja presión.

Estas condiciones podrían ser favorables para la formación de un giro centroamericano en la próxima semana, según proyecciones climáticas de Tropical Tidbits, lo cual podría aumentar la actividad ciclónica.