Policía Orteguista ejecuta operativo violento contra manifestantes y periodistas

María José Castillo sacó su bandera azul y blanco y empezó a gritar libertad para los presos políticos. Inmediatamente, los antimotines de la policía orteguista, desplegados en el sector norte de la Rotonda de la Centroamérica, se vinieron encima, la capturaron y la subieron a la patrulla. Fue una de las primeras detenidas que logramos observar.

Luego, decenas de policías se lanzaron contra los equipos periodísticos que registrábamos los hechos.  A Luis Sequeira, corresponsal de la AFP, lo golpearon y lo intentaron detener. Minutos antes, la policía orteguista, le había decomisado y destruido su cámara, en total violación al artículo 68 de la constitución política de Nicaragua, que en su último párrafo, establece: “Los medios de comunicación (…) no podrán ser objeto de censura previa. En ningún caso podrán decomisarse, como instrumento o cuerpo del delito, la imprenta o sus accesorios, ni cualquier otro medio o equipo destinado a la difusión del pensamiento”.

El Diario La Prensa denunció que los antimotines golpearon a la periodista Cinthya Tórrez, mientras cubría la marcha organizada por la Unidad Nacional Azul y Blanco.

Las y los periodistas que dábamos cobertura fuimos replegados y luego de presionar a los guardas del Centro Corporativo Lafise, permitieron que ingresáramos al parqueo donde permanecimos encerrados unas dos horas. Algunas personas que se dirigían a la manifestación también lograron resguardarse en ese sector. Un grupo más grande logró ingresar al edificio de la Plaza Centroamérica, donde fueron reprimidos por la Policía Orteguista, dejando a tres personas heridas.

El periodista Guillermo Cortés, reportó: “En el edificio de ocho pisos de la Plaza Centroamérica, los tres heridos con balas de goma disparadas por policías antimotines son: Juan Cerro, 55 años, del barrio San Sebastián, comerciante del Mercado Oriental; Justo Alemán, de 50 años, agricultor de Diriomo, y un periodista que pidió que no lo identificara. Cerro tenía un impacto en la parte derecha del cuello; y los otros dos, en la cabeza. Alemán sangraba profusamente. Dos médicos los atendieron. Los tres están bien. También fue atendida una joven madre de dos niños que declinó identificarse. Un motorizado civil que apoyaba a los antimotines y que había subido a uno de los parqueos, la apuntó con una pistola, por lo que corrió junto a varios compañeros y uno de ellos cayó sobre su pierna lastimándole la rodilla izquierda”.    

Desde el parque donde estábamos varios periodistas se observaba cómo la gente corría, tratando de encontrar refugio, mientras gritaban “Libertad para los presos políticos”, “vivan los periodistas independientes”. Taxistas y transportistas particulares que pasaban por el lugar se unían a corear las consignas y alertaban de la represión y de paramilitares del régimen motorizados que merodeaban en los alrededores. Desde ahí, miramos varias patrullas que pasaban con personas detenidas, entre ellos, Humberto Belli, quienes aprovechaban la presencia de medios de comunicación  para empuñar sus brazos y gritar “libertad para los presos políticos”. Se mostraban dignos, firmes, con su convicción inquebrantable.       

Poco a poco nos fuimos enterando de más detenciones de personas que se acercaron a la Rotonda Centroamérica para participar de la marcha: Mónica Baltodano, Sandra Ramos, Sofía Montenegro, Marlen Chow, Azahálea Solís, Max Jerez, Sofana Arce, Humberto Belli, Ana Margarita Vijil, Moisés Hassan, Karen Celeberti; una lista que supera el centenar de detenidas.

La represión que las fuerzas policiales impusieron a la ciudadanía que intentaba manifestarse este sábado 16 de marzo fue repudiada “enérgicamente” por el Carlos Tünnermann, jefe negociador de la Alianza Cívica por la Justicia y Democracia, quien aseguró que las personas detenidas hoy son más que los presos políticos que fueron excarcelados el viernes.

A la policía orteguista no le bastó con arrestar a quienes estaban en las calles, también invadió el Centro Comercial Metrocentro donde reprimió y detuvo a manifestantes.  

Las personas que se encontraban rodeadas en la gasolinera UNO, cerca del Edificio Lafise lograron salir, confirmaron integrantes de la Alianza Cívica, quienes también se encontraban adentro.

La Embajada de Estados Unidos en Nicaragua mostró “su preocupación por los informes de la violencia policial ejercida contra manifestantes y dijo, “llamamos a las autoridades nicaragüenses a cesar uso de fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos y periodistas que ejercen su derecho a libre expresión y de prensa”.

Por su parte, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, calificó como “inaceptable” la represión contra ciudadanos que intentaban protestar pacíficamente en Managua y urgió al gobierno poner alto inmediato a la represión.

Con la represión de hoy, la dictadura Ortega-Murillo, dejó claro que no tiene “buena voluntad” de resolver la crisis sociopolítica de Nicaragua. Así, la Policía cumplió con las amenazas vertidas en un comunicado publicado ayer. Pero, la ciudadanía nicaragüense demostró, una vez más, su anhelo de justicia y libertad.

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