Resplandores de Abril IV
- 26 Sep 2018
- 12:44 a.m.
Les hicieron trizas sus sueños a los tomatierras
Pareciera imposible producir más dolor que el infringido por la dictadura a las madres de los mártires, de los heridos, de los desaparecidos, secuestrados, capturados y torturados, pero el sufrimiento tiene espacio para alcanzar a otras personas: los toma tierras, gente humilde, empobrecida, familias grandes, pues la fertilidad es amiga de la extrema pobreza y la baja educación. Los engañaron, los utilizaron, los manipularon y, lo peor de todo, los llenaron de ilusiones. No me refiero a los sinvergüenzas que anduvieron vendiendo lotes, sino a la gente humilde y sencilla que fue traicionada con el cuento de que serían dueños de su porción donde levantar con ripios un techo. Muchos de ellos han sido desalojados en varios lugares del país y con ello se cayó su sueño. Muchos levantaron la bandera rojinegra en sincero agradecimiento y ahora la tiran al suelo y hasta la pisotean por la terrible artimaña. La dictadura no tiene límites éticos ni morales, utiliza a la gente para sus fines y luego las desecha como harapos. Los toma tierras son parte del pueblo, aunque la necesidad los empujó a entregarse en brazos de los Ortega-Murillo. Ahora tenemos que darles la bienvenida en las filas de la resistencia pacífica de la ciudadanía.
Hiel sobre la herida, cortesía del Orteguismo
Sí es posible infringir aún más dolor a las madres de los prisioneros y prisioneras políticos, cuyos sentimientos lastimados ahí están, punzantes, hirientes, con cada minuto que pasa sin ver a sus seres queridos, hijo, hija o esposo, con cada noticia acerca de que él o ella están enfermos o heridos o golpeados o nerviosos o deprimidos. ¡Qué terrible! sufrimiento está causando la dictadura. Adicionalmente, las re victimiza, por ejemplo, como sucedió esta mañana en la entrada a las tenebrosas mazmorras de El Chipote, donde un grupo de madres fueron agredidas por una turba orteguista. A la mamá de Elsa Valle y esposa de Carlos --ambos capturados--, la ofendieron, la golpearon y la amenazaron con quemarle su casa, ante la mirada cómplice de un grupo de policías, entre los cuales algunos reían. ¡Qué inhumanos! Pero pagarán por sus crímenes. Cada día son menos en el orteguismo, cada vez se acentúa más el aislamiento de la dictadura. Se acerca el día de la justicia.
La represión no ha logrado detener al pueblo en su lucha
Cinco meses tiene ya la resistencia pacífica de la ciudadanía para que se vayan los Ortega-Murillo y sus allegados. Aquí no hay medias tintas, no se trata de que reformen tal o cual ley o de que eliminen tales medidas o de que cambien a un ministro. Se trata de transformar de raíz este sistema fallido en que una familia se apoderó de las instituciones, se apropió de cuantiosos caudales públicos, estableció un régimen autoritario, corrupto, nepótico, sin leyes e irrespetó los derechos humanos, llegando incluso a llenarse las manos de sangre con el asesinato de más de 400 nicaragüenses y causando más de dos mil heridos. Se ha excedido en una represión que tiene en las cárceles a más de 300 personas, sobre todo jóvenes, la mayoría torturados brutalmente. Pese a la desmedida reacción militar e inhumana del régimen, la población sigue de frente en sus aspiraciones libertarias. El orteguismo debe estar frustrado y desesperado porque lo han intentado con todos los métodos y han fracasado. La valiente lucha popular ha producido una correlación de fuerzas desfavorable a la dictadura porque la mayoría de la gente no la quiere más en el poder, ha conseguido el aislamiento internacional del déspota y unos informes de la CIDH y la Oacnudh que son devastadores para este gobierno bestializado y sanguinario. La caída del tirano es cuestión de tiempo y la concertación de todas las fuerzas anti orteguistas, podría acelerar el final.
En la ONU Ortega hará el rídiculo
Me alegro que vaya el dictador Ortega a la ONU porque sufrirá una nueva derrota internacional debido a que mantiene un discurso alejado de la realidad, una narrativa fantástica que es lo opuesto a los informes de la CIDH y de la Oacnudh, conocidos ampliamente por los embajadores de todo el mundo ante ambos organismos internacionales. Me alegro porque se va a exponer con su retórica alejada de la realidad, cínica y mentirosa. Será una nueva oportunidad para que en el exterior lo observen de cuerpo entero: un tipo despreciable que ha asesinado a su pueblo, que lo tortura a diario y al que le viola todos sus derechos humanos. Se expondrá como el tirano y déspota que es. Como periodista del diario Barricada cubrí su gira a Nueva York en la conmemoración del 40 aniversario de la ONU en 1985. Fue cuando ocurrió aquél escándalo de la compra de anteojos en una óptica de lujo, por varios miles de dólares. Varios medios de comunicación contrastaron ese gasto excesivo con la situación de pobreza que vivía nuestro país. Es tan obvio que el déspota no hará nada en Naciones Unidas, que seguramente los objetivos de ese viaje san otros. Él lleva una agenda oculta, quizá con los rusos y chinos.
La guerra nacional y la independencia
La semana anterior conmemoramos dos fechas históricas: 1. Batalla de San Jacinto (14 de septiembre); y 2. Independencia de España (15 de septiembre). En San Jacinto patriotas nicaragüenses derrotaron a un grupo de filibusteros de William Walker, aunque este no estuvo en esa refriega. Lo más destacado es la participación de indígenas de Matagalpa, así como el papel de Patricio Centeno, quien fue el autor de la jugada que causó la desbandada de los invasores, aunque José Dolores Estrada no lo destacó suficientemente. Hay que mencionar también lo nefasto que es la división entre nicaragüenses y haber acudido a la intervención de una fuerza extranjera ante la incapacidad de resolver localmente el conflicto. Finalmente, la unidad nacional fue el preludio de la expulsión de los yanquis.
Aunque hay antecedentes de lucha, nuestra independencia, de toda Centroamérica, fue producto de las circunstancias, del agotamiento del modelo, de la conveniencia mercantil de los criollos y de las debilidades de una España decadente. Desde entonces arrastramos una continuada subordinación expresada principalmente con Estados Unidos. La independencia, entonces –sobre todo en nuestras mentes—es todavía un proceso en construcción en un mundo interdependiente donde las leyes internacionales predominan sobre las locales, y en el que debe prevalecer la cooperación entre los estados, sobre todo los vecinos, llamados a desarrollar proyectos conjuntos de desarrollo. Por supuesto, debemos impedir sentimientos exacerbados de patriotismo o patrioterismo. El chovinismo es perjudicial. Debemos poder decidir nuestro destino en medio de las condicionantes internacionales y hacerlo lo mejor que podamos, para planificar a fin de salir de la pobreza y alcanzar el desarrollo en los próximos 40 años. Alguien dirá, ¿si no hemos podido en cientos de años, por qué podremos en menos de medio siglo? La respuesta es: porque se puede.
Capturaron a menor de edad por confusión, y venezolanos o cubanos la torturaron y la manosearon
Capturaron a una menor de edad porque la confundieron con otra persona y la torturaron, la manosearon y cuando los torturadores le hablaron, fue en un tono diferente al hablado nicaragüense, más bien como hablan venezolanos o cubanos. La niña y sus padres tuvieron la entereza y la valentía de denunciar lo ocurrido. Esta es la evidencia más sólida de que entre los represores hay fuerzas extranjeras que, por cierto, para la dictadura no son injerencistas, sino, seguramente, “solidaridad”. Por otro lado, médicos han denunciado que en algunas ciudades de las Segovias cubanos que no son médicos están haciendo las funciones de tales y también de agentes de la dictadura que recopilan información para reprimir. La participación de cubanos y venezolanos ya había sido denunciada antes, pero ahora la información es más concreta. Esto tiene que ver con que el orteguismo ha tenido grandes pérdidas en su base social, está muy debilitado y requiere del soporte del exterior.
¿ Por qué persiguen lo azul y blanco?
Me dan pesar esas personas que andan persiguiendo chimbombas azul y blanco para estallarlas, hacen el ridículo. Se ven tan ridículos, que me dan risa, es una risa de conmiseración, porque los orteguistas actúan de un modo que no parece razonable, que no tiene sentido, debido a que las chimbombas no constituyen un arma, se utilizan principalmente en piñatas infantiles y en celebraciones diversas. Ellos han elevado a la categoría de “arma” a las chimbombas azul y blanco, como lo han hecho con la bandera de Nicaragua. Les molesta el azul y blanco, los irrita, les da escozor, se indignan, les da rabia que utilicemos el azul y blanco, porque estos colores se han convertido en el principal símbolo de lucha de la mayoría de nicaragüenses que queremos ¡QUE SE VAYAN! la familia Ortega-Murillo y sus allegados. Rechazan el símbolo, lo persiguen para destruirlo, no importa el soporte, puede ser una hoja de papel, un video, una chimbomba, sombreros, cintillos, pañuelos, zapatos colgando en el tendido eléctrico, etcétera. No se dan cuenta que no pueden destruir el símbolo, es muy grande, muy poderoso, muy extendido, omnipresente en todos los rincones geográficos y, sobre todo, está en los corazones de casi toda la ciudadanía.
Los adjetivos de la dictadora Murillo
¿Por qué la dictadora Murillo se empeña en ponerle adjetivos insultativos a los luchadores por la democracia y la libertad, a quienes quieren ¡QUE SE VAYAN! los Ortega-Murillo y sus allegados? ¿Qué pretende ella con esos adjetivos? Veamos algunos: minúsculos, plaga, vampiros chupa sangre, chingastes, puchos, pelagatos, etcétera. “Perros rabiosos” fue creación de su marido el déspota sanguinario Daniel Ortega. Como ven, casi todos son términos que pretenden reducir la lucha popular a una minoría, con el objetivo de descalificarla. En una sociedad justa y libre, las minorías deben ser respetadas, pero no para la familia Ortega-Murillo, por eso necesitan presentar la insurrección cívica pacífica, como algo aislado, de un grupo de personas (minúsculos, chingastes, puchos, pelagatos) insignificantes. El problema es que sus palabras no pueden cambiar la realidad de que quienes protestan sí cambiaron la historia a partir del 19 de abril, en que la corrección de fuerzas giró, dejando al orteguismo en minoría y fuertemente cuestionado por su concentración del poder, su autoritarismo, su corrupción desmedida, su nepotismo y su actuar mafioso y sanguinario. Los “pelagatos” que dice Murillo, son la fuerza social y política más poderosa de este país. Ya nada será igual a antes de abril. La Murillo no acepta el drástico cambio de la correlación de fuerzas y se empecina en un discurso que trata de empequeñecer y disminuir a quienes cuestionan su régimen sanguinario y a la vez con su discurso pretende moralizar a los seguidores que aún le quedan. Por eso trata de esconder y camuflar la gigantesca estatura que tiene el pueblo en lucha, cuya victoria solo es cosa de tiempo.
La bandera azul y blanco
Como nunca antes la bandera nacional, la azul y blanco, ha salido a ondear a las calles de todos los rincones del país en manos de multitudes sin precedentes. En este mes de septiembre se conmemoran las fiestas patrias el 14 y el 15 de septiembre (Batalla de San Jacinto e Independencia de Centroamérica), días en que usualmente sale a relucir nuestro blasón como en ningún otro momento del año, excepto este. Por esta razón es que septiembre es tan especial en el contexto actual, por la bandera de Nicaragua. Esta nunca antes había sido tan homenajeada por la ciudadanía como ahora. Nunca en la vida de esta nación la bandera patria había sido dignificada como lo está siendo ahora por la mayoría de la población. Es tal la apropiación de la bandera nacional de parte de la resistencia cívica y pacífica, que la dictadura la considera “un arma” y de peligro, hasta la ha empaquetado, numerado y remitido a los jueces venales como una “prueba” de la culpabilidad de los presos políticos. El “arma” de los auto convocados, de los universitarios y otros estudiantes, el arma secreta de los estudiantes y de los trabajadores en general, el arma poderosa de la ciudadanía en lucha cívica, el arma odiada por el orteguismo, el arma buscada por las fuerzas represivas que las capturan y las destrozan como están haciendo con las chimbombas azul y blancas que lanza la ciudadanía y que son perseguidas y estalladas por los servidores del déspota en una acción ridícula pero que expresa cómo el régimen orteguista percibe la enseña nacional en manos de los luchadores por la libertad. Viva pues nuestra bandera que nos ha cobijado y nos cobija en esta lucha legítima para cambiar Nicaragua para siempre.
Concertación Nacional “Azul y Blanco” contra la dictadura
Una Concertación Nacional contra la Dictadura es indispensable para la victoria. Habría un rumbo más claro para lograr ¡QUE SE VAYAN! los Ortega-Murillo. La ciudadanía en lucha tendría una contraparte para negociar la salida del tirano, también ante organismos internacionales. La Concertación haría más eficiente y eficaz la lucha, mejoraría la planificación y la organización, acortaría el tiempo para que la dictadura desaparezca. Los integrantes de la Concertación serían pares iguales, nadie más que otro, conservarían su identidad y estarían unidos en la acción. En el camino podrían ir construyendo un programa mínimo de gobierno que siente las bases para impedir que en 30 o 40 años la ciudadanía tenga que volver a levantarse.