¿Qué pasa en el Poder Judicial en Bluefields? Por donde apretemos sale pus
- 24 Oct 2018
- 11:41 a.m.
La separación de poderes, tradicionalmente Ejecutivo, Legislativo y Judicial, está basada en la necesidad de que existan, como postularon John Locke y Montesquieu, contrapesos y equilibrios, un balance entre los distintos poderes de un estado para que, a través de los controles entre unos y otros, se garantice la igualdad de derechos inherente a una democracia, mediante la distribución de responsabilidades y controles entre los distintos poderes.
En Nicaragua a partir de 1991 con la instalación del primer gobierno “democrático”, se sentaron nuevas base para que la administración de justicia contara con la independencia, profesionalismo y principios rectores del derecho universal; esas bases no fueron cimentadas fuertemente y ya en 1995, los liberales y la repartición de cuotas con el FSLN, se empieza a fregar la cuestión. Es así que desde hace más de 23 años los magistrados, jueces y funcionarios judiciales son nombrados en base a propuestas hechas por los dos principales partidos en el poder.
Entiendo que ya hay una camada de jueces y magistrados que han llegado al cargo por oposición, es decir han tenido que hacer exámenes y calificar al cargo. En Bluefields la única magistrada que ha llegado bajo ese proceso ha sido Suyen Bolaños Chow.
La fase más aguda del secuestro de los poderes se vive desde que el FSLN de Daniel Ortega regreso al poder, este órgano judicial perdió la vergüenza y la poca dignidad que tenía, al declarar “inconstitucional” a la “Constitución Política de Nicaragua”, cuando la modificaron para eliminar el artículo que prohibía la reelección de presidentes y vicepresidentes. (Artículo 147 Cn).
Pero ¿por qué es importante la separación de poderes? y, en concreto, ¿por qué es un secuestro democrático el reparto entre los partidos políticos de los miembros de organismos judiciales?
Lo principal es que si los mismos organismos que deben controlar y fiscalizar al poder legislativo y ejecutivo, lo conforman miembros afines o nombrados por ese mismo poder, lo que sucede es que desaparece la soberanía popular. Dejan de existir poderes que garanticen la salud democrática de las instituciones y que estas sigan bajo la supervisión y control de los ciudadanos.
Lo que pasa en Nicaragua es una perversión del sentido de la separación de poderes y, dicho sea de paso, una manipulación sobre el verdadero sentido de la soberanía popular, donde el ciudadano debe tener órganos “independientes” que ejerzan de control sobre el resto.
Además, está el hecho de que los partidos políticos son organizaciones catalizadoras de las distintas sensibilidades e ideologías, pero no son el poder ejecutivo (el gobierno) ni el legislativo (La Asamblea Nacional), que es a quien deben controlar y vigilar el resto de poderes, en este caso el judicial; porque si no ¿quién vigila al vigilante?, pues vigilantes puestos por los mismos vigilantes.
Especialmente vergonzoso y frágil es que prácticamente todos los funcionarios judiciales, o al menos el 90% de estos hayan sido impuestos por el FSLN, o en tiempos pasados se han repartido la tarta judicial con el partido PACTISTA PLC. Instalando así una perversión de los valores democráticos y constitucionales de nuestra país.
Eso da como resultado que desde hace años lo que importaba para administrar justicia en general era ser de x o y partido. Con la crisis sociopolítica de Nicaragua a partir de abril del 2018, lo único que cuenta es ser orteguista; los que más fieles y arrastrados demuestren ser, son los que alcanzan los premios mayores. Miramos a un poder judicial asignando condenas enormes a jóvenes, hombres y mujeres que participaron en las protestas cívicas emprendidas desde abril.
Poder judicial que aplica la Ley Antiterrorismo, misma que fue aprobada, después de cometidos los supuestos delitos. En mis clases de formación de derecho, aprendí un principio fundamental “retroactividad de la ley”. En materia penal rige el principio de que la nueva ley no afectará al demandado, cuando el delito por el cual lo acusan resulto ante de la aprobación de la nueva ley; sin embargo, lo que a una simple estudiante de derecho lo tiene muy claro y presente, a estos magistrados se les olvidó.
Dentro de la institución, por ejemplo, en el Complejo Judicial en Bluefields (TAB), donde operan al menos 8 salas de juicio, la defensoría pública y medicina legal; en ese edificio, desde el 18 de abril del 2018, se ha instalado un submundo (para no llamarla mara) conspirativo e inquisidor, conformado por directivos de los sindicatos y aquellos que además de judiciales son de la cúpula líder del Orteguismo en el Caribe Sur. Dicen fuentes ligadas a la institución que incluso vehículos y un comando de trabajadores judiciales participaron en los operativos limpiezas, atacando a civiles que mantenían tranques en la zona de Nueva Guinea.
Una curiosa y lejana queja justificó la destitución del cargo al juez Martin Henríquez
En Bluefields, Caribe Sur, no se ha escuchado de jueces destituidos por mal comportamiento y proceder en años, quizás los casos más sonado fue en los 90´s el caso del juez Axel Waters con el Neptuno I (1995), se especuló que a Waters lo destituyeron porque se prestó a declarar no culpable a la tripulación del barco que transportaba más de 1400 kilos de cocaína.
Este 23 de octubre, la Corte Suprema de Justicia, notificó a través de una cédula judicial que destituía de su cargo de juez de distrito de audiencia y especializado en violencia al Msc. Martin Henriquez Sotelo, esto en base a lo resulto por 9 Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre ellos, la costeña Hellen Lewis.
Los hechos que inspiraron la inusual destitución son los siguientes: en el 2014, Lisa Ivoni Downs Wagon, se declaró falsamente pariente de unos reos hondureños acusados por narcotráfico, y decidió nombra al abogado Rigoberto Peña (sobrino de la presidente del Tribunal de Apelaciones de Bluefields, Teresa Peña) representante legal del grupo de hondureños; enfrente de las autoridades y funcionarios judiciales los acusados dijeron desconocer a la señora Downs y nombraron como defensor a otro abogado, los señores fueron a prisión y condenados por el delito. La queja interpuesta por la señora Downs y el abogado Peña fue porque supuestamente el juez favoreció con el caso a otro abogado.
Esa queja quedo en el baúl de los recuerdos y sirvió ahora, 4 años después, para justificar lo injustificable. Lisa Ivoni Downs Wagon, ha sido procesada en varias ocasiones por delito de asalto, secuestro y robo con fuerza. Adicionalmente el Juez Henríquez, en varias ocasiones autorizó requisas y allanamiento en su morada en busca de objetos robados y evidencias de otros ilícitos. Los magistrados que administran la justicia en nuestro país, escucharon la queja de la señora Downs, sin escuchar a las partes y menos la versión del juez Henríquez con 14 años de ser funcionario judicial.
Juez Henríquez renunció el 16 y lo destituyen el 22 de octubre
¿Se puede destituir a un funcionario cuando este renunció antes?; hay un principió que dice: primero en tiempo, primero en derecho. Pude corroborar que la carta de renuncia del señor Henríquez fue presentada y recibida a las 12:02 del mediodía del 16 de octubre del 2018. Este es otro principio universal del derecho que a los honorables magistrados se les olvidó.
La noticia de la renuncia del juez Henríquez se filtró en los medios de comunicación locales y redes sociales, generando una ola de mensajes de simpatía y solidaridad con el ex juez, y por supuesto generando serios cuestionamientos a la tan cada vez más obvia incapacidad de administrar justicia el poder judicial.
Carmen Merlo Narváez, la juez de distrito de juicio, es la segunda defenestrada de su cargo, por una queja que nunca existió. Carmen Merlo, estudió derecho de adulta, se graduó en la universidad BICU, tiene un doctorado y varias especialidades. La Juez Merlo fue muy criticada por la población, cuando esperando que hiciera público su posición por la detención, acusación y condena contra su nieto mayor Brandon Lovo, acusado por el asesinato del periodista Ángel Gahona López, y ella no dio ninguna declaración pública. De manera personal me consta el dolor, consternación y angustia que vive Carmen por el proceso ilegal que tiene condenado a su nieto y otro joven costeño, solo un grupo selecto de personas conocieron realmente su situación ante el caso.
¿Corte Suprema de Justicia inventa queja que justifica destituir a Jueza Merlo?
Mishell Morgan Hebbert víctima de lesiones graves y su abogada Marta Barillas confirman que ellas NUNCA introdujeron una queja contra la juez Carmen Merlo, y que se asustaron de lo que argumenta la cédula judicial que notifica la destitución de Merlo.
¿Entonces de dónde sacó la CSJ y los honorables magistrados la famosa queja, será que la falta de escrúpulos los ha llevado tan lejos como para inventarse una queja?
¡Y mientras, una joven costeña queda sin tener justicia!
Hace unos días leí la noticia que un jurado de conciencia (inconsciente) declaró un veredicto de No Culpabilidad al hombre que, por homofobia y machismo, hirió mortalmente a Mitchell hace un par de años en Corn Island. Soy testigo de cómo ella ha buscado justicia a toda costa, creyendo que en Poder Judicial lo iba encontrar, ahora queda desprotegida, con lesiones graves permanentes y un rostro desfigurado que nos recordará toda la vida lo monstruoso de nuestro sistema de administración de justicia.
Carmen Merlo como juez de juicio en dos ocasiones se inhibió de examinar el caso, alegó ante sus superiores tener amistad con la familia del agresor, cuando residió como jueza local en Corn Island; remitió la causa al juzgado especializado en violencia contra la mujer y allí el Juez Henríquez se negó a conocerlo, ya que la excelentísima Corte había modificado la interpretación de la ley 779 (de manera ilegal a través de un memorándum interno) diciendo que solo se aplicaría la ley a relaciones de pareja y no en otros ámbitos.
En ese ir y venir (pin pon) pasaron casi ocho meses y la juez Merlo emite una resolución donde declara extinguida la acción penal por vencerse el término contemplado en el Código Penal; pero además vuelve y repite que a su criterio la acción penal debió de conocerla un juzgado especializado en violencia contra la mujer. La fiscalía y la acusadora privada apelan la resolución ante el Tribunal de Apelaciones de Bluefields y este mandata a que la Juez Merlo celebre el juicio bajo su responsabilidad; el abogado defensor del acusado introduce un recurso de casación por la resolución del Tribunal y al final la Corte de Justicia resuelve que el juicio debe darse y ser atendido por la Juez Merlo.
Al final el 22 de octubre, la jueza celebra el juicio y el jurado de conciencia declara No Culpable al ciudadano Hansell Sincair, quien en 2016 hirió en el rostro a Mitchell, usando una botella de vidrio. Ese mismo día la CSJ resolvió destituir a Carmen Merlo a causa de una queja ficticia que nunca existió.
Los y las aspirantes al cargo
Nada se sabe con certeza, los rumores y serruchaderas de piso se escuchan de todos lados, la posición más clara es que la exfiscal Slilmalila Zuñiga será la sucesora del Juez Henriquez, otros nombres que se mencionan en los suburbios del Complejo Judicial de Bluefields son los de: Mario Arróliga, Sandra Hodgson y Shura Welcome.
Nota: Para la realización de este artículo de opinión se contó con información proporcionada directamente por algunas de las personas citadas en este escrito, además con las copias digitales de los documentos.