Población preocupada por instalación de  barreras en comarcas de Nindirí

 Barreras en Nindirí.

Proceso de instalación de una barrera portátil • Foto: Onda Local

“Karla” es madre de familia y habitante de la comarca La Menuda del municipio de Nindirí, en Masaya, donde actualmente se levanta una plaza de toros. Todos los días debe caminar varios kilómetros para llegar hasta su centro de trabajo en Veracruz, narra que en las últimas semanas ha presenciado varios intentos en la zona por lo cual teme que la instalación de “barreras taurinas”, incremente aún más la delincuencia. 

Personas consultadas aseguran que las plazas de toros en esta localidad son espacios donde los propietarios promueven la venta de licor y practican la violencia en contra de los animales, alimentando “el morbo y la destrucción social”.

Los padres de “Karla”, quienes son dos personas de la tercera edad, consideran que las barreras como se les llama tradicionalmente en Nicaragua, son escenarios desordenados e inseguros porque están construidos de “tablas viejas y hierros sarrosos” que ponen en peligro la vida de las personas.

En ese sentido, hicieron referencia al caso del municipio de La Concepción, en Masaya, donde el pasado mes de febrero una gradería de la barrera de toros que se instaló en ocasión a las fiestas patronales en honor a la Virgen de Monserrat, colapsó dejando al menos 27 personas heridas, entre ellos menores de edad.

“Dicen que eso de la barrera está insolente. Siempre la hacen ahí mismo. Para mí es mejor quedarse cada uno en su casa porque eso es un desorden. La gente lo que hace ahí es buscar el peligro porque es oscuro, hay mucho monte y hasta le pueden hacer daño, pienso yo, un asalto o cualquier cosa”, expresa Alejandro Vanegas, habitante de la zona .

Asaltos incrementan en Veracruz

Otra de las comarcas afectadas por el funcionamiento de estas plaza de toros, es Veracruz, uno de los barrios más extensos y poblados del municipio. Una habitante de esta comarca en condición de anonimato dijo que las barreras son una amenaza ya que muchos delincuentes “bajan por esa zona” y llegan para cometer sus fechorías, principalmente asaltos a altas horas de la noche.

“La verdad que eso a mí me da miedo, por eso nunca he ido a esos lugares en mi vida. Ellos (propietarios de la barrera) dicen que se instalaron por las fiestas patronales ¿cuáles fiestas patronales?, que no anden inventando que aquí las fiestas son en mayo” en honor a la Santa Cruz, dijo la ciudadana y agregó entre risas nerviosas: “ya voy a poner dos candados en el portón”. 

Lugareños reconocen que Veracruz no es la comarca más segura de Nindirí a pesar que desde septiembre de 2022 cuentan con una delegación de la Policía, la segunda de este municipio. 

Las barreras “aumentan la delincuencia aquí en Veracruz”, dijo otro ciudadano  y añadió que se trata de una problemática que siguen sufriendo los pobladores desde hace varias décadas y que las autoridades siguen desatendiendo. “La verdad es que estamos en peligro, y no entiendo por qué lo permite la Policía sabiendo que aquí se desata un hormiguero de delincuentes”, denunció.

Así mismo, reconoce que mientras el país continúa sumergido en una severa crisis sociopolítica desde 2018, las fiestas taurinas en los municipios siguen siendo el principal foco de distracción de los nicaragüenses, pero en algunos casos terminan en tragedia.

“Es insólito que las alcaldías y la misma Policía aprueben los permisos para instalar estas plazas de toros, que no son más que un espacio de destrucción social”, finalizó.

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