Nicaragua con nota roja en libertad de prensa

Un informe de Reporteros sin Fronteras muestra que en el mundo, al menos 27 periodistas han sido asesinados y 479 están presos en lo que va de 2022. Este mismo reporte, presenta que en casi todo el Continente Americano las y los periodistas ejercen su profesión en un entorno cada vez más “deteriorado y tóxico”. Nicaragua aparece entre los países donde no se garantiza el derecho a la libertad de prensa.  

En este contexto, el estudio destaca que en países como Brasil, Cuba, Venezuela, Nicaragua y El Salvador la situación se agrava por los discursos estigmatizantes de la clase política. “Cada vez más visibles y virulentos, estos ataques públicos fragilizan a la profesión y alienta procedimientos judiciales abusivos, campañas de difamación e intimidaciones, especialmente contra las mujeres y acoso en internet contra periodistas críticos”, agrega el informe.

De los 180 países que fueron evaluados con respecto al grado de libertad de prensa, 62  de estos tienen una situación problemática, 42 tienen una situación difícil, 40 tienen una situación regular, 28 presentan una situación muy grave y ocho tienen una buena situación, en este último se ubica el vecino país de Costa Rica, en la octava posición.

Nicaragua ocupa el puesto número 160, este año perdió 39 posiciones con relación a 2021 que ocupó el puesto 121. El país se encuentra en la zona roja de la clasificación, que representa los lugares con situaciones más graves de ataques a la libertad de prensa.

Los factores evaluados en el estudio están basados en los ataques cometidos a periodistas y medios de comunicación; estos incluyen: contexto político, marco legal, contexto económico, sociocultural y seguridad.

Sobre el caso específico de Nicaragua en el indicador social mencionan que “la emigración no ha cesado de aumentar, hasta el punto  que los nicaragüenses que llegan a la frontera sur de Estados Unidos ya rivalizan en número con los países del llamado “Triángulo del Norte de Centroamérica”. El flujo migratorio es también muy elevado hacia Costa Rica”, señalan.

La vigésima Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, arroja que desde la cuarta reelección de Daniel Ortega, “la prensa independiente sigue viviendo una auténtica pesadilla: censura, intimidaciones, amenazas…Los periodistas están estigmatizados y afrontan campañas de acoso, detenciones arbitrarias y amenazas de muerte. Muchos han tenido que abandonar el país”.

En el indicador político refieren que desde el 2021, “la policía tomó, sin orden judicial, las instalaciones del diario La Prensa, que continúan ocupadas y, desde entonces, el periódico no se distribuye en papel. Éste es uno de los muchos atropellos que se enmarcan en la ola de detenciones de directores y periodistas de distintos medios, acusados por casos de blanqueo de capitales o de traición, en los que no constan pruebas en su contra”, afirman.

En cuarto y quinto lugar, se encuentran el marco legal y la seguridad, respectivamente. “Después de las protestas de 2018, el gobierno de Daniel Ortega preparó una serie de leyes (aprobadas en 2020) …entre ellas, la Ley Especial de Ciberdelitos, que permitió condenar al periodista Miguel Mendoza, y a otros dos ciudadanos, por el simple hecho de criticar al gobierno en las redes sociales. No es seguro ejercer periodismo independiente en Nicaragua. Los periodistas que permanecen dentro del país trabajan muy discretamente y ni  siquiera firman sus artículos para evitar represalias…”, finalizan.

Por su parte, Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) informó recientemente que entre enero y marzo de este año; hubo 175 ataques a la libertad de expresión y a la libertad de prensa; al menos 75 periodistas nicaragüenses fueron atacados y los principales agresores señalados son: la policía, el Poder Judicial, propagandistas oficialistas, personas afines al régimen.

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