Empresa abastecedora se declara prácticamente en quiebra y 500 familias de un residencial se quedarían sin agua

¿Te imaginas pagar por más de 15 años una casa valorada en 45 mil dólares y que de pronto la empresa que te brinda el servicio de agua te diga, que en menos de tres meses te vas a quedar sin agua potable?

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Esa es la situación que están pasando 500 familias, aproximadamente, del residencial Sierras Doradas, ubicado en el municipio de Ticuantepe, al sur de la capital, Managua.

La empresa Servicio de Agua Sociedad Anónima (SASA) encargada de dar el servicio de agua potable a las personas de este residencial, se declaró prácticamente en bancarrota para no hacer otro pozo o bien para reparar las fallas que tiene el actual.

Algunos vecinos que hablaron con Onda Local explicaron que esta empresa les advirtió que posiblemente para septiembre el pozo deje de abastecer de agua por dos motivos, problemas en la máquina de suministro y bajo nivel de agua en el pozo.

Una de las habitantes de Sierras Doradas que quiso ser identificada como la vecina de la segunda etapa, relata que hace 12 años cuando llegó a esta urbanización, la empresa propietaria, Constructora Lacayo Fiallos, le vendió que no iban a tener problema de suministro de agua pues el servicio no iba a ser suministrado por la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL) sino por una empresa privada.

La vecina afirma que así fue, pero al tercer año, comenzaron los problemas de racionamiento y desde entonces el problema ha sido repetitivo. En la última crisis de abastecimiento los habitantes del residencial quedaron sin agua desde el 14 de mayo hasta el 12 de junio.

 “El problema de abastecimiento de agua ha sido cíclico. No es la primera vez que pasamos un mes sin agua. Esta vez la cosa pinta para peor”, asegura.

Desde entonces el suministro de agua potable no se normaliza. El agua llega de forma racionada, a un sector les llega de 5 a.m. a 10 a.m. y a otro en la tarde, durante 5 horas.

SASA no se pronuncia

Onda Local intentó obtener la versión de la empresa SASA sobre la situación del residencial Sierras Doradas, sin embargo, la gerente de dicha empresa Verónica Zeledón, no respondió a las llamadas que hicimos a su número celular. 

De igual forma, intentamos conversar con el representante legal de dicha empresa, Ricardo Meléndez, pero tampoco levantó las llamadas. Meléndez, además es el gerente de proyectos de construcciones de la empresa constructora Lacayo-Fiallos. Buscamos contactarlo a través de su secretaria, pero dijo que su jefe estaba de viaje y él nos regresaría la llamada. Hasta la publicación de este reportaje no ha regresado la llamada.

El residencial Sierras Doradas no es abastecido por la red de Enacal. La empresa SASA fue creada en 2004 por los ejecutivos de la constructora Lacayo Fiallos para ofrecer el servicio de agua potable y alcantarillado. De esa forma, los empresarios se quedaron con el negocio del servicio de agua. De acuerdo con recibos de consumo de agua de una de las casas del residencial, SASA cobra 14 córdobas por el metro cúbico de agua. El 31 de mayo de 2022, la Autoridad Nacional del Agua, (ANA) la institución que regula a las empresas como SASA, publicó una resolución en la que manda a esta empresa a reparar las fallas en el pozo de distribución o a iniciar la perforación de otro.

ANA le daba 72 horas a la empresa para presentar la solicitud para el permiso de aprovechamiento de un nuevo pozo, pero hasta la fecha no ha ocurrido nada.

Salvadora Morales, vive en Sierras Doradas y es parte del Comité del Agua, un grupo que formaron algunos vecinos para organizarse alrededor del problema de desabastecimiento. Asegura que SASA afirma que no tiene dinero para realizar ni una cosa ni la otra.

La comunicación entre la empresa SASA y el Comité se ha detenido y ahora están en incertidumbre porque a partir del 14 de junio dicha empresa les notificó que comienza la cuenta regresiva para que el pozo deje de funcionar.

Ahora es posible que ANA inicie un proceso administrativo en contra de SASA por no acatar la resolución emitida por esa institución, señala Morales.

Ante la desesperación, el Comité de Agua del residencial envió una carta el 24 de junio a Enacal y a la ANA, solicitando que el servicio de agua potable fuera asumido por ENACAL, pero hasta ahora, no han recibido una respuesta.

Quejas por agua de mala calidad

El desabastecimiento de agua les causa gastos extras a las familias, muchas de ellas aún deben al banco sus casas. Durante el mes que tuvieron sin agua una cisterna con agua les vendía un barril en 70 córdobas, además del tiempo que debían poner para esperar el camión distribuidor.

Pero además del problema de desabastecimiento, los habitantes se quejan porque el agua que les llega a través de la tubería contiene muchas partículas de arena.

La vecina de la segunda etapa mostró a Onda Local los filtros que colocó a la ducha y en el lava mano de su casa. A simple vista se ve la mancha negra sobre el filtro blanco, producto de la acumulación de diminutas partículas de arena. 

La vecina afirma que esa agua no la toman, solo la utilizan para lavar trastes o limpiar el baño. “Compro 3 bidones de agua a la semana para poder tomar agua. Si tomamos de esa (de la que sale del grifo) nos podemos enfermar”, afirma.

Morales, del Comité de Agua, afirma que se han hecho estudios sobre la calidad del agua del residencial, pero hasta ahora no conocen los resultados de dichos estudios.

El caso de Sierras Doradas es uno de los tantos que ocurren en este tipo de urbanizadoras. En 2021, los pobladores del residencial Valle Verde, ubicado en carretera norte en Managua, denunciaron efectos negativos en su salud por problemas de contaminación del agua que les llegaba por medio de la tubería.

Es importante mencionar que la empresa Servicios de Agua Valle Verde (SAVESA) que da el servicio de agua a este residencial es representada legalmente por Ricardo Meléndez, mismo representante legal de SASA.

En una nota el medio Nicaragua Investiga describe que Meléndez fue multado por la ANA con 50,000 córdobas por no acatar las medidas para revertir la contaminación del agua del residencial Valle Verde. Este residencial también fue construido por la constructora Lacayo Fiallos.