Dora María Téllez resiste a dos dictaduras

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Retrato hablado de Dora María Téllez

Dora María Téllez está delgada, pálida y demacrada pero nunca vencida. Así se le ve en un retrato hablado publicado por El País, elaborado a partir de los testimonios de las escasas visitas de sus familiares.

El País describe que la exguerrillera e historiadora mantiene su pelo corto, canoso, la piel de su cara adherida a los pómulos, pero sin perder la agudeza de su mirada. “Ha perdido más del 15% de su peso corporal, pero ha sobrellevado bien la cárcel por su experiencia”, aseguró una familiar de la prisionera política a El País.

La Comandante Dos, figura histórica del sandinismo, está encerrada desde hace más de un año en la cárcel El Chipote. Ahí permanece en una celda de castigo, a oscuras y bajo un régimen de aislamiento. A Téllez, no la doblegó la dictadura de la familia Somoza y no la ha quebrantado la dictadora de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Téllez está llena de dignidad y de fuerza moral. Seguramente no se queda callada ante sus carceleros.

Dora María Téllez nació el 21 de noviembre de 1955. Estudió medicina antes de unirse al Frente Sandinista de Liberación Nacional. El 22 de agosto de 1978, junto a Edén Pastora y Hugo Torres, protagonizó el salto al palacio en Managua, como Operación Chanchera, acción que obligó al gobierno de Anastasio Somoza a liberar a 50 sandinistas presos. En 1979 dirigió la toma de la ciudad de León, la primera ciudad liberada durante la ofensiva final contra la dictadura somocista. Fue vicepresidenta del Consejo de Estado y ministra de Salud durante los años 80.

Dora María Téllez y Ana Margarita Vijil, ambas dirigentes de la Unidad Democrática Renovadora (Unamos, antes MRS) fueron detenidas el 13 de junio de 2021 por realizar, según la Policía de Ortega, “actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos", entre otros delitos. Téllez fue condenada por jueces doblegados al orteguismo a ocho años de cárcel y Vijil a 10.

Además de imponer un Estado policial, Ortega impuso un paquete de leyes represivas como la de “Traición a la patria”, para encarcelar a la oposición nicaragüense y facilitar su permanencia en el poder a través de elecciones amañadas, sin la más mínima libertad.

Este 19 de julio, el orteguismo celebra el 43 aniversario del derrocamiento de la dictadura somocista. Como señala El País, “la conmemoración del 43 aniversario de la revolución sandinista está marcada este año por un ambiente represivo y la consolidación de un régimen de partido único, en el que la persecución, la cárcel o el exilio son la condena de las voces críticas”.

Ana Isabel Morales, Dora María Téllez y Leticia Herrera. Julio  de 1979    Foto: Margarita Montealegre / Flickr de Dora María Téllez

Este año, igual que el año pasado, Dora María Téllez, no podrá hablar de su gesta contra la dictadura de Somoza. Ella ya tiene un lugar en la historia. Ni Ortega ni Murillo, por más que traten de invisibilizarla, le podrán quitar ese honor.   

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