Fabio Buitrago: “Esto es una masacre”
- 26 Ago 2022
- 1:55 p.m.
Una flota de al menos 15 barcos pesqueros similares a los de la imagen, han sido vistos por pescadores sanjuaneños faenado en el pacífico sur. A la derecha cadáveres de tortugas empiezan a descomponerse • Foto: Onda Local / Cortesía
“Esto es una masacre”, así lo afirmó el biólogo marino y ecologista Fabio Buitrago en referencia a las tortugas marinas que están apareciendo muertas en diferentes playas del departamento de Rivas. Buitrago sostiene que la causa de la muerte de los quelonios es la pesca de arrastre.
Pescadores de San Juan del Sur aseguran que consultaron con el exalcalde sanjuaneño y ahora delegado del Instituto Nicaragüense de la Pesca y Acuicultura (IMPESCA), Jorge Sánchez Santana, quien les aseguró que lo que está matando a las tortugas es la “marea roja”, un fenómeno que se genera en el mar como consecuencia de la proliferación de microalgas marinas toxicas que se multiplican exponencialmente.
De acuerdo a los pescadores, Sánchez les habría dicho que tenía información de que en algunas playas del norte de Costa Rica cerca de la frontera con Nicaragua, también estaban apareciendo tortugas, y que les especificó que solo en la bahía de Soley (al norte de la provincia de Guanacaste), habrían aparecido 30 tortugas. Según los pescadores, Sánchez aseguró que en Costa Rica hay marea roja desde el primero de agosto, y que las corrientes han traído hacia Nicaragua las tortugas muertas producto de ese fenómeno.
Falacia para disfrazar la verdadera causa
Según Buitrago quienes quieren atribuir la muerte de las tortugas a la marea roja solo están pretendiendo disfrazar la realidad. “Si fuera marea roja habrían además de las tortugas peces, anguilas, rayas y otras especies” aseguró el biólogo.
Buitrago afirmó que se puso en contacto con autoridades marítimas costarricenses quienes han negado que exista la marea roja en el Pacífico de ese país, “he hablado con autoridades del norte de Costa Rica, y allá no ha habido un brote de marea roja, ni han reportado tortugas muertas en sus playas”.
El biólogo marino insiste en que la causa de la mortandad de tortugas es la pesca de arrastre. Tal argumento se sustenta en que no han aparecido tortugas muertas, ni otro tipo de organismo, en las playas de Costa Rica, ni medios o autoridades de ese país han divulgado información al respecto.
Onda Local realizó un monitoreo de los principales medios de comunicación del vecino país y en las últimas semanas ningún medio ha reportado sobre este fenómeno en las playas ticas.
La última vez que se informó de afectaciones por marea roja fue en noviembre del 2018, en esa ocasión tanto medios costarricenses como nicaragüenses dieron amplia cobertura al tema, dado que afectó a los dos países.
“Eran alrededor de 15 barcos”
Buitrago reiteró que la semana pasada faenaban en aguas del Pacífico sur nicaragüense alrededor de 15 barcos pesqueros, premisa que ha sido confirmada por varios pescadores y pobladores de la zona. “La semana pasada pude ver desde la loma del Vigía, unos 12 barcos frente a la bahía” aseguró un poblador. Un capitán de una embarcación turística también aseveró que durante una excursión logró ver un grupo de barcos de arrastre faenando, “efectivamente, los barcos estaban en la misma zona donde están apareciendo ahora las tortugas muertas”.
Buitrago aseguró que una vez que empezaron las denuncias, los barcos se retiraron a faenar más al norte, frente a las costas de León y Chinandega.
El biólogo agregó que para justificar la marea roja debería practicar autopsias a una muestra representativa de tortugas, “al menos 20 en diferentes localidades y encontrar dos cosas, dinoflagelados en el tracto digestivo y pulmones sin agua”, añadió que “si los pulmones están llenos de agua, significa que las tortugas se ahogaron, por tanto es pesca de arrastre”, finalmente dijo que normalmente cuando se ahogan mueren con la boca abierta, como se puede apreciar en diversas fotografías que han circulado en redes sociales.
Entre los meses de agosto a noviembre de cada año, miles de tortugas salen a anidar a las playas del Pacífico nicaragüense, principalmente La Flor, en Rivas, y Chacocente en Carazo. Sin embargo, lo que debió ser un espectáculo de la naturaleza, se ha convertido en una escena desagradables, debido a la intervención humana.