Incertidumbre agobia a opositores víctima de ola represiva que impone libertad condicional

La nueva modalidad de represión de la dictadura Ortega Murillo, mantiene en zozobra al menos a 65 personas que a lo largo del mes de mayo han sido secuestradas, acusadas y posteriormente liberadas bajo la condición de presentarse diariamente a firmar a los juzgados o delegaciones policiales de sus localidades.

De acuerdo a datos proporcionados por el Monitoreo Azul y Blanco, en lo que va de mayo se registran un total de 65 detenciones exprés y 80 procesos de judicializaciones arbitrarias. 

La vocería del monitoreo explicó que hay varias maneras de operar, “existen casos de personas que fueron detenidas por horas, fueron presentadas ante un juez, se les leyó la supuesta acusación y las enviaron a casa con medida alterna de presentarse a firmar diariamente”

La misma fuente advirtió que “hablamos de 80 procesos judiciales, pero estamos seguros que hay más, porque no todos están visibles en el sistema o la gente no ha querido denunciar”, también dijo que la autocensura impide conocer otros casos.

El Monitoreo Azul y Blanco registra en total 181 incidentes violatorios de los derechos humanos, los que incluyen además hostigamiento, allanamientos y amenazas, en 13 departamentos y las dos Regiones Autónomas de la Costa Caribe.

En tanto el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, en un reciente informe señala que a partir abril de este año, y en el contexto del quinto aniversario de la rebelión cívica de abril del 2018, la dictadura ha incrementado los niveles de hostigamiento, persecución y detenciones en contra de líderes opositores, personas autoconvocadas, familiares de presos políticos y familiares de víctimas de la represión del 2018.

El informe del mecanismo advierte que a partir de abril se detecta nuevo patrón de represión, que consiste en ocultar el paradero de la persona detenida a los familiares, por varios días, incluso semanas, no se les presenta ante un juez y no son informados oportunamente del delito que se les acusa.

El testimonio de “Rafael”

Onda Local habló con “Rafael”, nombre ficticio de nuestra fuente para proteger su verdadera identidad, quien es uno de los opositores secuestrados en el mes de mayo.

Rafael habita en una de las cabeceras departamentales del interior del país y una noche de la primera semana de mayo fue secuestrado, trasladado hasta el Managua, donde le fue leída la acusación y luego llevado de regreso a su casa.

Desde entonces tiene que presentarse diariamente a la estación policial de su localidad a firmar, bajo amenaza de que si no llega será capturado nuevamente y trasladado a El Chipote.

Rafael comenta que días previos a su detención le fue enviada una citatoria para presentarse a la delegación policial en calidad de investigado, sin embargo, fue secuestrado por la policía orteguista dos días antes de la fecha de la cita y allanada su casa de donde los agentes sustrajeron varias de sus pertenencias.

El joven opositor califica el accionar de la policía como “detenciones clandestinas y desapariciones forzadas, porque te capturan sin ninguna garantía, sin respetar tus derechos, y tu familia no sabe dónde estás hasta dos o tres días después”.

La fuente relató que “cuando te mandan una cita, es que tienen planeado capturarte antes, yo pensaba que me capturarían al llegar a la cita, pero me secuestraron días antes de esa fecha”.

Rafael cree que sus movimientos estaban siendo vigilados, días antes de su detención, porque varias personas le alertaron de la presencia policial cerca de su casa, comenta además que personas desconocidas llegaron a preguntar por él.

“Ya estaba todo montado, en el momento de la detención fui raptado, me agarraron, me montaron; pero el despliegue policial fue exagerado como si se tratara de un criminal importante” relató narró Rafael.

El joven opositor admite que estuvo activo en las protestas contra el gobierno antes y después del 2018, pero luego, al ver lo complejo de la situación, se mantuvo de bajo perfil, sin embargo, eso no impidió ser víctima de la redada policial.

“Policías locales solo obedecen”

Pese al enorme despliegue policial en el momento de su captura, Rafael relata que lo primero que le dijeron era que solo le harían algunas preguntas, “me llevaron y me dijeron mirá chavalo, no te vamos a demorar, nosotros solo queremos preguntarte algunas cosas”, sin embargo una vez en la estación no le hicieron ninguna pregunta y le dijeron que todo el proceso se haría en Managua.

“Me llevaron hasta Managua en una camioneta, todo se hizo en Managua, el proceso fue obtener mis huellas, de todos los dedos, luego me tomaron fotos, de frente, de perfil, de todas formas”.

El denunciante explicó que una vez en Managua, “me llevaron a la zona donde me iban a acusar, me acusaron de crear células para organizar protestas contra el gobierno”, también relató que durante la detención la fiscalía le asignó un abogado defensor de oficio, lo que calificó como todo un montaje, “yo quería hablar, y le pregunté a mi defensor si podía hablar, pero me dijo que no tenía permitido hablar” aseveró.

“La fiscalía te lee la acusación y luego el abogado defensor la rechaza, este todo un montaje, todo planificado” relató Rafael, quien agregó que luego del proceso “te sacan de la audiencia directo a montarte de nuevo a la camioneta, y no te permiten comida, ni siquiera hacer tus necesidades”.

Según la fuente, la policía de Managua no toma en cuenta a la policía local, “es algo que yo noté, ellos solo se encargan de capturarte y enviarte a Managua, pero hay como una desconfianza, porque los mismos policías locales no hacen nada, ni interrogatorio ni nada, y te dicen que en Managua se encargan de todo”.

Rafael agregó que luego de leerle la acusación le advirtieron que debía presentarse diariamente a la delegación policial entre las 7 y las 8 de la mañana, mientras dure la investigación en su contra. “me dijeron que estaría en esa situación por un año” aseguró.

La condición que vive Rafael y más de 60 personas bajo el mismo proceso, lo mantiene en la incertidumbre y la zozobra, Rafael confiesa que estar en esta situación es inquietante “hasta este momento desconozco cómo seguirán el proceso, no sé si va llegar un momento que me van a detener, si me van a enjuiciar, es totalmente una incertidumbre” lamentó.