Familias campesinas cosechan en sus parcelas y venden en la ciudad para obtener ingresos extras

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Los productos que comercializan las familias del campo en ciudades como Ocotal y Somoto, son promovidas principalmente por mujeres de pueblos indígenas. • Foto: Onda Local

Las familias campesinas se han convertido en las principales proveedoras de productos alimenticios en las ciudades de Somoto y Ocotal, cabeceras de los departamentos de Madriz y Nueva Segovia, al producir en sus parcelas y comercializar a bajos precios en la ciudad.

Una de las grandes iniciativas del campesinado es la diversificación de cultivos, con esto han dejado atrás años de siembra tradicional donde se priorizaba el maíz, los frijoles y el sorgo. En la actualidad cosechan una variedad de frutas, verduras, legumbres y plantas medicinales útiles en los hogares nicaragüenses.

Esta iniciativa se da como una necesidad en las familias de las zonas rurales por hacer frente a los altos costos de los productos de la canasta básica que no pueden producir y para la compra de insumos agrícolas para la siembra de productos tradicionales.

Los principales comercializadores de productos alimenticios del campo son los grupos de familias que habitan en las comunidades de los pueblos indígenas, quienes desde horas tempranas llegan a las ciudades cargando canastos y sacos de productos los cuales ofertan en aceras, andenes o en las inmediaciones de los mercados.

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Los productos de consumo de mercado que comercializan las familias campesinas son cultivados en parcelas de las zonas de Madriz y Nueva Segovia. Foto: Onda Local

 Gran aceptación de los productos

 “Cuando vamos a hacer una buena sopa de res o de gallina buscamos a estas familias del campo, las que vienen tempranito cargadas de productos y se ubican cerca del mercado y en las esquinas. Ahí encontramos hojas de chicoria, huevos de gallina, chilotes, frijoles camagües, chayas, papas, yucas y hasta traen sus gallinitas a vender”, dijo don Luis Emilio López Ponce, propietario de un taller de sastrería de la ciudad de Ocotal.

Estas familias proceden en su mayoría del municipio indígena de Mozonte, también Dipilto y Santa María.  

Otros grupos se ubican en las inmediaciones del mercado municipal de la ciudad de Somoto, procedentes de municipios indígenas como Totogalpa, Telpaneca, San Lucas y San José de Cusmapa, aquí la oferta de productos va desde cerdos, gallinas, plantas medicinales hasta hojas de plátanos para envolver nacatamales.

“Nosotros hemos sembrado papayas, mangos, mandarinas, jocotes y hasta piñas productos que vendemos a buen precio al consumidor. También ofrecemos otras frutas que antes no se cultivaban en las zonas como es la guanábana y los zapotes, traemos también la hoja de espinaca que es muy medicinal”, puntualizó  Marcelo López Martínez, campesino de la comunidad indígena El Mogote, ubicada en el municipio de San Lucas.

López indicó que este año redujeron la siembra de maíz y frijol porque todos los insumos agrícolas subieron hasta en un 50 por ciento.

Por su parte, Anselma Flores Martínez, de la comunidad indígena El Ángel en San José de Cusmapa, dijo que ella viaja tres días a la semana a Somoto para ofrecer cerdos y chompipes de igual manera gallinas y pollos que cría en su finquita, “también vendemos nacatamales, tortillas, tamales pisques y rellenos, leche y carne de cabra que creamos aquí en la propiedad. Con esto sobrevivimos, porque todo está caro”, detalló.

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También la leche y carne de cabras forman parte de esa amplia gama de productos alimenticios que comercializan las familias campesinas de las zonas de Madriz y Nueva Segovia. Foto Onda Local

Comerciantes de los mercados inconformes

Los comerciantes que poseen módulos dentro de los mercados municipales tanto en Somoto como en Ocotal se encuentran inconformes con la venta de estos productos pues aseguran que les causan pérdidas.

“El problema es que nosotros sí pagamos impuestos y ellos (las familias del campo) no pagan nada y por eso se pueden dar el lujo de vender más barato”, dijo Martha Elena Zeledón, propietaria de un puesto de productos de mercado.

Reyna Isabel Castro López, también dueña de un tramo, dijo que se ven afectadas porque el cliente busca lo más barato. “Nosotras no podemos dar más barato nuestro producto porque el comerciante mayorista viene vendiendo más caro las frutas, verduras y legumbres al incluir el coste del transporte, ya que vienen desde Masaya, Managua, León o Estelí, además nosotros pagamos impuestos a la alcaldía y eso nos afecta”, señaló.

A pesar de ello, la población señala que “los comerciantes a veces no se conforman por obtener un margen de ganancia básico sino que quieren sacarle el jugo a uno con altos precios”, expuso Manuel de Jesús Rocha, habitante de Somoto.

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