Nicaragua: Periodistas y comunicadoras, entre sacrificios y resiliencia

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Falta mucho para retomar y atender la necesidades y violencias particulares que enfrentan las mujeres periodistas. • Foto: Onda Local / Cortesía

En el marco de las conmemoraciones del 1ro de marzo día del periodista en Nicaragua y del 8 de marzo día internacional de las mujeres, es oportuno conocer los desafíos y fortalezas particulares que enfrentan las mujeres en el campo de la comunicación y el periodismo.

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Las periodistas y comunicadoras en Centroamérica resisten y se reinventan cada día. A pesar de los múltiples factores que convergen para oprimirles en sus respectivos territorios. Inmersas en contextos que afectan a todas las mujeres en esta región y en el mundo, realidades desafiantes que a pesar de todo no consiguen silenciarlas completamente.

Mary y Amanda, quienes son periodista y comunicadora nicaragüenses con importantes trayectorias y reconocimientos profesionales, se conocieron por medio de una amiga en común, y ante la posibilidad de un trabajo bien remunerado, pero en condiciones desfavorables. Ante la falta de opciones, se vieron obligadas a dejar Nicaragua y ganarse la vida realizando trabajos domésticos y de cuidado. Como cientos de mujeres profesionales migrantes, fue la única manera que consiguieron para sostener a sus familias y escapar de la dictadura a costa de sus propios proyectos de vida.

Centroamérica experimenta un acelerado avance de autoritarismos, fundamentalismos y la violencia política que generan retrocesos en los derechos y la vida de las mujeres y las niñas. La región es testigo del aumento de la migración forzada por razones económicas, desplazamiento político y ambientales. Desde los Estados se promueve la censura, se niegan el acceso a la información pública y se crean leyes que buscan neutralizar el trabajo de la prensa independiente y el reconocimiento social a la labor periodística.

Constantemente se demanda protección de los Estados no obstante, varios informes sobre la situación de los derechos humanos en la región, los identifican entre los principales agresores de defensores y defensoras de DDHH y la libertad de expresión, ya sea de manera directa o a través de la retardación de justicia y la criminalización, entre otros.

En septiembre del 2023, la Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) junto con la red internacional Voces del Sur, publicó un informe en el que documentan las violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua durante el quinquenio de abril de 2018 a abril de 2023; en el documento contabilizan 1329 agresiones en contra de la prensa, la mayoría perpetradas por agentes de seguridad estatal.

Por su parte, a Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de derechos Humanos de las Mujeres (IM-Defensoras) en su informe preliminar de datos del trimestre julio -septiembre 2023 del Registro Mesoamericano de Agresiones contra Defensoras (El Salvador, Honduras, México y Nicaragua), identifica que, a nivel regional el 2do lugar de los agresores con un 25% de los perpetradores de agresiones a las defensoras es ocupado por las autoridades públicas.

La represión generalizada, persecución a periodistas y medios independientes ha generado el desplazamiento forzado de más de 240 periodistas nicaragüenses, de las cuales 98 son mujeres; según el más reciente informe de la FLED publicado a inicios del 2024.

La periodista Nicaragüense Maryorie Guevara, directora del medio digital La Lupa, plantea que “…nuestros países están perdiendo estas profesionales porque si no todas, muchas, a la larga dejan el periodismo para poder continuar su subsistencia y deben trabajar en otras áreas. Y esto incluyo a las colegas que hemos emprendido con un medio que a cinco años está siendo un enorme reto sostenerlo”.  

Desde La Lupa, Guevara ha coordinado y publicado la investigación Exiliarse para sobrevivir: Experiencias de mujeres periodistas nicaragüenses. Una radiografía desde la perspectiva femenina y humana, del impacto particular del exilio en la vida de 11 mujeres periodistas obligadas a desplazarse por ejercer su trabajo.

Por su parte Martha Irene Sánchez, integrante de la Comisión Ejecutiva de PCIN, cofundadora y directora de la plataforma informativa Republica 18; reconoce el valor y la urgencia de la creación de redes y espacios gremiales como PCIN, que surgió como un espacio mixto para acuerpar a las y los periodistas que estaban siendo reprimidos en las calles en 2018 y siguió impulsando una serie de acciones encaminadas a documentar las agresiones y fortalecer en la profesionalización del gremio.

Martha Irene coincide con Marjorie en reconocer las capacidades y valentía de las periodistas, y señala algunos de los retos que enfrentan; “Liderazgos difíciles que implican muchos sacrificios y capacidad de resiliencia. Con mucho miedo ante la incertidumbre de sostenibilidad para las mujeres y jóvenes”.

Aunque hay algunas iniciativas para implementar medidas o políticas de protección para periodistas, falta mucho para retomar y atender la necesidades y violencias particulares que enfrentan las mujeres periodistas. En este sentido Marjorie expone que, “Las redes han servido para denunciar la situación contra el periodismo y en especial contra las mujeres periodistas, pero aun no han tomado un papel realmente beligerante en esta situación. Aún no hay un análisis desde el género y se nos sigue metiendo en un bolsón con los colegas hombres cuando la situación que se vive por el hecho de ser una mujer ejerciendo el periodismo no solo trastoca nuestra integridad sino tambien la de nuestras hijos, hijas y familias en general…”, afirma.

Mary continúa en Estados Unidos trabajando jornadas de hasta 14 horas por día, aunque no ha conseguido nada estable. Por su parte, Amanda regresó a Centroamérica, ya que por la persecución política a comunicadores y periodistas, no es seguro para ella volver a Nicaragua; actualmente lleva casi 6 meses sin empleo.

A pesar de sus actuales circunstancias, Mary y Amanda parecen estar muy lejos de rendirse. Estas mujeres continúan buscando oportunidades para seguir ligadas a la comunicación y el periodismo. Ambas lo decidieron así.

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