Las caóticas estadísticas en Nicaragua

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En Nicaragua la situación relacionada a los datos públicos se agrava con el cierre de algunas instituciones que generaban información importante. • Foto: Onda Local

El caos imperante en Nicaragua alrededor de la información pública cuantitativa, no ha pasado desapercibida, ni ante la opinión pública nacional, ni ante la comunidad internacional. La manipulación amañada de las estadísticas, junto a la política de secretismo y desinformación implementada por la dictadura Ortega Murillo, ha quedado en evidencia, minando la credibilidad de las instituciones públicas que generan los principales indicadores del país.

A lo anterior se suma la cantidad de información desactualizada o basada en proyecciones, lo que no permite ver de manera clara, la realidad actual del país en términos estadísticos.

Datos desactualizados y sin desagregar: Problema de vieja data

La falta de información clave actualizada y desagregada por departamentos y municipios es un problema que se viene arrastrando desde hace varias décadas. Mucha de la información estadística existente es global, generalmente son indicadores nacionales, muchos de estos basados en proyecciones y los que están desagregados territorialmente están a la vez desfasados.

Por ejemplo, la caracterización de los municipios del país que elaboraba el Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom) a través de fichas municipales, están desactualizadas desde el año 2016.

Un estudio denominado “Caracterización de 15 municipios pobres de Nicaragua” realizado en 2012 por la  Fundación Internacional para el Desafío Económico Global, (Fideg), ya advertía en sus hallazgos que alguna información de los ministerios de Educación, Salud, Agropecuario Forestal, así como del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y el Ministerio de Energía y Minas, entre otras entidades estatales, poseían “información desactualizada o global nacional”.

En los años posteriores a los Censos de Población y Vivienda realizados en 2005, el Inide elaboró una serie de documentos con la caracterización sociodemográfica por departamentos, estos documentos, que recogen información socioeconómica, demográfica y cultural de los departamentos y las regiones autónomas del país, fueron elaborado entre 2007 y 2010, a partir de los datos de los censos mencionados. La información contenida en los mismos no ha sido actualizada.

El sitio OnlineTesis, explica que las proyecciones estadísticas se basan en el análisis de patrones y tendencias presentes en los datos históricos para hacer inferencias sobre el futuro. Estas inferencias se realizan utilizando técnicas y modelos estadísticos adecuados, que permiten capturar la variabilidad y la incertidumbre inherentes a los datos. También refiere que el análisis de tendencias es una metodología que se centra en identificar patrones o cambios sistemáticos en los datos a lo largo del tiempo o en función de otras variables. “Al identificar patrones en los datos, es posible realizar inferencias y tomar decisiones basadas en la información encontrada” puntualiza.

La falta de transparencia en el censo de población de 2024

En Nicaragua, durante casi dos décadas, se han diseñado programas sociales y políticas públicas en base a proyecciones a partir de los censos del año 2005. En este sentido expertos han advertido que las estimaciones que se desprenden de la información estadística de hace casi 20 años, ya no es válida debido especialmente a las grandes oleadas migratorias que se han dado a partir de 2018.

Entre los meses de mayo y junio de este año, el Inide realizó el levantamiento de la información para “IX Censo Nacional de Población y V de Vivienda 2024”. Sin embargo, dado el contexto que vive el país, y las prácticas poco transparentes de la dictadura, nuevamente se pone en tela de duda los resultados que surjan de este estudio demográfico nacional.

El contexto de crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde 2018, agudizado por la escalada represiva y totalitaria de la dictadura, ha generado desconfianza en torno al censo de este año.

El observatorio ciudadano Urnas Abiertas, advirtió que en el país persiste la desconfianza y que un censo realizado en un contexto de represión y de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, puede ser usado por la como método de levantamiento de información sensible para realizar espionaje político.

A lo anterior se suma el hermetismo y la falta de transparencia en cuanto al origen de los fondos, los montos y la ejecución presupuestaria.

Así lo advierte Abiertas, en un reciente estudio, el que reveló prácticas irregulares en el manejo presupuestario del censo. La organización señala que el manejo turbio del financiamiento genera sospechas respecto a lo que puede haber detrás de la decisión arbitraria de ocultar esta información.

Asimismo, destaca que tal situación, “se ha convertido en una práctica recurrente del gobierno encabezado por Daniel Ortega en la implementación de diferentes estudios estadísticos.”

Los últimos censos de población y vivienda se realizaron en Nicaragua en 2005 durante la administración del presidente Enrique Bolaños, es decir, hace ya 19 años. De acuerdo a los estándares internacionales, los censos de población deben realizarse cada diez años.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), refiere que los censos son la fuente primaria más importante y amplia de información estadística. Asimismo, dice que “dada su periodicidad (cada diez años) es posible comparar los cambios en el tiempo (evolución) y entre países ya que el levantamiento censal se realiza en fechas similares en casi toda América Latina y el Caribe”.

Cierre de entidades y traslado de funciones repercute en fiabilidad de datos

En Nicaragua la situación relacionada a los datos públicos se agrava con el cierre de algunas instituciones que generaban información importante. En algunos casos el régimen ha trasladado las funciones de una entidad a otra, lo que repercute negativamente en la calidad y fiabilidad de la información que generan.

Expertos han advertido por ejemplo que el BCN ha asumido parte del rol del INIDE en lo que respecta a indicadores claves como la pobreza y el desempleo, lo que podría ser una estrategia para manipular algunos indicadores de manera que se adapten a la política económica y social del régimen.

El pasado 12 de julio, la Asamblea Nacional, a solicitud de Ortega, derogó la Ley orgánica del Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom) poniéndole así fin esta institución, pasando sus funciones a la Procuraduría para las Municipalidades, un brazo de la Procuraduría General de la República (PGR).

Aunque en los últimos años, Inifom estaba prácticamente inoperante en relación al fomento municipal, y su función era meramente propagandística, en su momento esta institución fue clave en el desarrollo municipal, pues generaba información importante sobre los municipios, entre estas los anuarios de las finanzas municipales, y los informes estadísticos sociodemográficos por municipio.

Más recientemente, el 23 de octubre pasado, la Asamblea Nacional, a solicitud de Ortega, hizo lo mismo con el Instituto Nacional Forestal (Inafor), al trasladar las funciones de este al Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena).

Informes y Anuarios estadísticos desfasados

La mayoría de instituciones públicas, principalmente las de los ámbito económico, social, educativo y de la salud, entre otros, generan información estadística la cual deben dar a conocer en informes trimestrales, semestrales y anuales, según las normativas de cada institución.

Sin embargo, se ha vuelto una práctica común que los entes estatales, o no publican dichos informes, o los publican con desfase o a destiempo.  Así se ha constatado al explorar los sitios web de varias instituciones. Por ejemplo, el último anuario estadístico alojado en el sitio web del Inide es el del año 2022, casi al finalizar el año 2024, el Inide no ha publicado el anuario correspondiente al año 2023.  

Lo mismo ocurre con otras instituciones como la Policía Nacional, cuyo último anuario estadístico publicado corresponde al del año 2021.

Otra muestra de ello son los informes trimestrales del Banco Central de Nicaragua (BCN), sobre el Producto Interno Bruto (PIB). Estos generalmente son publicados con un trimestre de retraso, por ejemplo, el informe PIB correspondiente al segundo trimestre 2024 (marzo, abril, mayo), fue publicado en el mes de septiembre.

No obstante, el problema no radica tanto en el desfase de las publicaciones sino, como se dijo antes, en la manipulación de los principales indicadores como una estrategia política para aparentar una realidad inexistente.

Todo la anterior se une a una política de secretismo y uso discrecional de fondo públicos, ejecuciones presupuestarias amañadas y otorgamiento de licitaciones a allegados sin llevar los procesos establecidos.

Manipulación de indicadores ¿Una tendencia de los regímenes socialistas?

Los subregistros y el maquillaje o manipulación de las estadísticas e indicadores claves, parecen ser una estrategia que asumen con frecuencia los regímenes de línea socialista para implementar políticas relacionadas al control social, político y económico a su favor.

La plataforma Datlas, un sitio especializado en el análisis de datos y tecnología, destaca que, en México, por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador, en el primer año de su mandato (2019), anunció, a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en México, INEGI, ente responsable de generar los censos nacionales y publicar los indicadores más importantes del país, que debido a recortes presupuestarios se eliminarían algunos de los estudios que anualmente hace esa institución.

Entre los estudios eliminados ese año el sitio menciona la encuesta nacional agropecuaria, la encuesta nacional sobre confianza de los consumidores, encuesta nacional de gastos en los hogares, encuesta nacional de trabajo infantil y la encuesta nacional de micronegocios.

La fuente destaca además que la medida también fue aplicada por AMLO a “órganos autónomos, paraestatales y entidades de gobierno” que generan datos claves para la toma de decisiones en el país.

Sin embargo, la publicación sugiere que este tipo de decisiones no necesariamente se toman por falta de presupuesto, sino para ocultar la realidad o proyectar una falsa realidad que pueda percibirse mejor que la imperante, es decir, la idea es hacer creer que las cosas marchan bien a través de la omisión, el subregistro o el maquillaje de las estadísticas.

Datlas afirma que la interferencia o manipulación de información estadística por parte de los gobiernos, es una situación que debe entenderse como un retroceso, porque las métricas nacionales ayudan a comprender de mejor manera el desarrollo de un país. El sitio especializado advierte que la falta de datos actualizados muchas veces tiene graves consecuencias en las decisiones para precisar presupuestos y/o impactos de acciones de los gobiernos y el sector privado.

El caso de china y el control de la natalidad

La plataforma especializada también destaca anomalías respecto a datos oficiales en otros países. Entre los casos expuestos resalta el de China, país que habría manipulado datos demográficos al punto de hacer creer que poseía 90 millones de habitantes más de los que realmente tenía, manipulación hecha con el fin implementar medidas de control de natalidad.

Hasta 2015, las autoridades asiáticas solo permitían tener un hijo a las familias chinas, al respecto el sitio afirma que “La omisión en este dato tan elemental representa la incapacidad de las autoridades para tomar medidas correctivas en políticas como la citada”.

Organizaciones de derechos humanos calificaron la medida como una violación de los derechos sexuales y reproductivos de la ciudadanía. “Los gobiernos no tienen derecho a regular cuántos hijos puede tener la gente” dijo Amnistía Internacional.

Las consecuencias

Como consecuencia, se dio una fuerte caída en la tasa de nacimientos lo que también repercutió en el rápido envejecimiento de la población. China posee ahora la población de 60 años más grande del mundo y el bono demográfico en términos laborales es mucho más reducido que en otros periodos de su historia.

Estos factores adversos, obligaron al gobierno chino a cambiar su política de control de la natalidad en dos ocasiones, en 2015, China anunció que las parejas podrían tener hasta dos hijos, y en 2021, las parejas podrían tener hasta 3 hijos e hijas. Sin embargo, de acuerdo a expertos citados en un reporte de la cadena británica BBC, los cambios en esta política no han logrado traducirse en un aumento sostenido de nacimientos, dado que en la actualidad las jóvenes parejas chinas prefieren seguir teniendo uno o dos hijos, tendencia que las autoridades tratan de frenar.

Otros casos en Latinoamérica

Otro caso de manipulación de datos a conveniencia destacado por Datlas, es el de Argentina durante los gobiernos de Kirchner y Fernández. La publicación asegura que “se dañó la reputación de los institutos estadísticos del país” porque se alteraron los indicadores económicos referidos a la canasta básica y a las devaluaciones que vivía el país sudamericano dados los altos índices de inflación, generando confusión en otras entidades que trabajan en base a estos datos.

También destaca el caso de Venezuela con respecto al manejo de la divisa estadounidense, Datlas, citando a CNN, refiere que Venezuela tiene 4 tipos de cambio: dólar oficial, dólar Sicad (Sistema Cambiario Alternativo de Divisas), dólar Simadi (Sistema Marginal de Divisas) y dólar negro. Asimismo, explica que la diferencia de precios entre cada uno en relación a la divisa venezolana es de 30 a 1.  “Esto tiene repercusiones en los sectores más estratégicos de la economía, por ejemplo, Venezuela es un gran exportador de petróleo y fijar un precio en dólares puede ser inexacto” advierte la publicación.

Sin datos el país no avanza  

La ausencia de datos fiables en Nicaragua, dada la manipulación de los mismos con fines políticos, es parte de lo que el periodista mexicano Otoniel Martínez llamó “un país fachada”. Todo en Nicaragua es maquillado para ocultar la dolorosa realidad y proyectar un país en paz y encaminado al desarrollo.

No obstante, lo anterior en términos reales se traduce en retroceso. Sin datos actualizados con la rigurosidad científica requerida, un país se estanca.

El Intelectual austriaco Peter Drucker, advertía en una de sus máximas que “lo que no se mide, no se puede mejorar”. Los datos son información que bien manejada se traduce en buenas decisiones. Con información precisa los gobiernos pueden ayudar a resolver los problemas socioeconómicos más complejos que afectan a un país.

Los datos son fundamentales para formular políticas públicas adaptadas a la realidad, permiten construir estadísticas y crear con ellas indicadores para que los responsables políticos puedan saber exactamente cuál es la situación, cómo orientar inversiones y formular programas y proyectos destinadas a promover el desarrollo. 

Asimismo, los datos permiten monitorear la aplicación de estos programas y proyectos y evaluar sus resultados. Así lo afirma Pauline Leonard, miembro de la unidad de Estadísticas Ambientales de la División de Estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

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